Seis meses después.
La vida de San había mejorado muchísimo. Ahora trabaja de medio tiempo en una librería para contribuir con los gastos del apartamento que compartía con su novio, era una suerte que no hubiera tenido que preocuparse por la universidad porque el gobierno obligaba a su papá a seguirle pagando esos estudios a pesar de que tuviese que mantenerse alejado de él. Todavía hablaba con sus hermanitos por teléfono, claro que ellos lo llamaban a escondidas de su mamá que no quería verlo ni en pintura.
Pero eso ya había dejado de afectarle, al fin y al cabo, su familia nunca fue estable ni amorosa. Seguía queriendo mucho a su mamá, pero había entendido que si ella no lo quería en su vida él no podía obligarla, tenía entendido por Byungchan, su hermano del medio que su mamá se veía con su papá cada que podía y terminaban discutiendo por lo más ridículo.
Mientras sus hermanos estuvieran bien, el resto ya no era asunto suyo.
Ahora se encontraba en la piscina del conjunto donde vivía. Los viernes en la noche solía estar vacía, entonces aprovechó mientras esperaba a Wooyoung, quien le había dicho que saldría un rato con unos amigos.
Nadó un rato hasta que se cansó y simplemente se sentó en la orilla balanceando sus pies en el agua.
Wooyoung llegó al apartamento buscando a su novio, encontró una nota sobre la mesa de noche que decía que estaría en la piscina, sonrió de medio lado al leerla. ¿Por qué no ir a buscarlo? Después de todo lo había extrañado. Se cambió la ropa por un simple bañador negro y volvió a salir.
En cuanto vio la bonita espalda del pelinegro la boca se le hizo agua, decidió acercarse y acariciarle el cabello haciendo que él se volteara para abrazarlo por el cuello. No esperó más y técnicamente se lanzó sobre San para besarlo como si no se hubiesen visto en semanas, él le correspondió con la misma intensidad.
Sus dientes chocando descuidadamente, San le chupó la lengua de una forma tan sensual que Wooyoung casi gime ante ello. En algún momento ambos terminaron dentro del agua, los chasquidos de sus besos bruscos siendo el único ruido.
San besó su mandíbula, bajando por su cuello mientras dejaba uno que otro chupón y marca de sus dientes. Wooyoung le quitó el bañador tirándolo al pasto antes de tomarlo por los muslos y estrellarlo bruscamente contra la pared de la piscina, San gimió aferrando sus piernas a las caderas del contrario y aferrándose a sus hombros como si su vida dependiera de ello.
— No deberíamos hacerlo aquí, cualquiera podría vernos — consiguió decir el pelinegro con la respiración agitada por tanto beso. Sin embargo, no sonaba preocupado.
En lo absoluto.
— No hay nadie, igual apuesto a que te excita que puedan hacerlo, ¿O por qué es esto? — le preguntó a la vez que envolvía su erección, San sonriéndole como respuesta — Con que tengo razón... Gatito travieso — le mordió el labio inferior con suavidad.
Él volvió a sonreírle mientras con sus piernas lo atraía más cerca (si es que eso era posible).
— No perdamos más tiempo.
Wooyoung atacó sus labios mientras se hundía lentamente en su interior ahogando sus gemidos en el beso. Aferró uno de sus brazos a la cintura contraria, el otro lo apoyó en el borde de la piscina mientras comenzaba a embestirlo a un ritmo constante, rápido, tuvo que morderse el labio inferior cuando sintió que San encajaba sus dientes en su hombro derecho para acallar sus propios gemidos. El chapoteo del agua lo hacía ver todo todavía más vulgar.
Quitó su mano del borde para bajarla a la erección de su novio, que comenzó a acariciar al ritmo de sus embestidas, provocando que él lo mordiera más fuerte y apretara el agarre de sus piernas en su cadera. Perdió noción de todo lo que no fuera el cuerpo contrario y el suyo propio por esos minutos que parecieron una eternidad.
Más, más, más. — pensaba San sin querer soltar el hombro de Wooyoung para no hacer sonidos ni correr el riesgo de ser descubiertos, aunque igual se escuchaban sus gemidos ahogados claramente para el menor. Ver cómo se contenía era excitante para Wooyoung, pero no tenía tiempo de jactarse de ello mientras él mismo intentaba controlarse.
Era una suerte que en ese espacio no hubiera cámaras.
Apretó el agarre sobre su cintura sin dejar de masturbarlo.
— Mierda, estoy cerca — susurró, su voz un poco más grave de lo normal.
Unos cuantos empujes más bastaron para que ambos se corrieran juntos, el pelinegro por fin dejando de morderlo. Su dentadura había quedado marcada y de color rojo en el hombro de su novio, no debería haberle excitado, pero lo hizo.
Apenas y podían respirar.
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The Femboy
Фанфик[ᴡᴏᴏꜱᴀɴ] | El ser femenino no quiere decir ser pasivo. ↬Romance, smut, filias, drama. ↬Créditos a la autora: @Moonamour19