Atlanta, 2:30 am.
Ross sentía que la noche pasaba lentamente. No podía dormir y solo tenía la cara pegada a la almohada, tratando de conseguir descansar.
Volteó a su lado y miró a su hermana menor, Judith, quien dormía con ella cada que tenía oportunidad, pues no le gustaba estar sola.
Se levantó muy lentamente sin la intención de despertarla y luego fue hasta la cocina.
Tomó algo de agua y se quedó viendo por la ventana, observando la noche.
Una curiosa silueta llamó su atención.
Ladeó su cabeza, tratando de distinguir quien era aquella persona que se encontraba afuera a esas horas.
Al no poder ver quien era, decidió salir para poder averiguarlo. Si, era demasiado curiosa.
—¿A dónde vas?— La voz de Judith la hizó saltar y soltar un agudo grito.
—¡Jud! ¡Me pudo dar un infarto!— Gritó en susurro, colocando la mano en su pecho para regular su respiración— No me asustes así nunca más.
—No fue mi intención— Se encogió de hombros— ¿A dónde ibas?
—No te incumbe, señorita— Le dio un toque en la nariz y luego llevó su mano hasta la perilla de la puerta— Voy a tomar aire, es todo. Vuelve a dormir.
—No puedo— Negó con la cabeza— Se me quitó el sueño.
—Estoy segura de que apenas y abriste los ojos— Volteó los ojos de forma divertida— Anda, ve.
—¿Puedo ir a tomar aire contigo?
—No, no puedes. Deberías estar dormida ya, es lo normal en los niños de tu edad.
—Nada es normal ahora— Reclamó— Déjame acompañarte.
—Deja lo pienso..— Sonrió y se agachó a su altura— Nop. Ve a la cama.
—Si sales sin mi voy a despertar a papá— Amenazó con la ceja levantada.
—No tendría porque molestarse, saldré de la casa, no de la comunidad— Explicó de forma descuidada— Ahora ve o le diré que tratas de amenazarme.
—Yo le diré que te gusta Maggie— Dijo de la nada.
—¿Eso que tenía que ver?— Reclamó confundida.
—Déjame ir contigo, necesito aire también— La menor cambió de tema al instante.
—Muy bien, señorita sobornadora, ninguna sale— La tomó de la mano— Volvamos a la cama las dos.
—Yo quería tomar aire— Murmuró mientras subían las escaleras, haciendo reír a su hermana.
Una hora después Judith había caído rendida de nuevo. Se levantó con muchísimo cuidado y salió de la casa sin hacer nada de ruido.
Camino cerca de su casa, pensando que, probablemente, aquella persona seguía afuera.
Tal vez se había equivocado.
Cuando ya se había rendido y se encontraba acostada en el pasto, mirando las estrellas, unos pasos la hicieron ponerse alerta.
Sacó rápidamente la navaja que cargaba siempre con ella, lista para cualquier cosa. Hizo a la chica retroceder.
—Tanquila, soy yo— Su delicada y dulce voz se escucho, seguido de una risita. Se acercó lentamente y retiro la mano que se encontraba apuntandole con la navaja— ¿Qué hacías aquí afuera?— Preguntó con una sonrisa.
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⋆·˚ ༘ * 𝑳𝒐𝒗𝒆 𝒊𝒏 𝒕𝒊𝒎𝒆𝒔 𝒐𝒇 𝒂𝒑𝒐𝒄𝒂𝒍𝒚𝒑𝒔𝒆 ⋆·˚ ༘ *
Random¿𝘜𝘯 𝘢𝘱𝘰𝘤𝘢𝘭𝘪𝘱𝘴𝘪𝘴? 𝘌𝘳𝘢 𝒊𝒎𝒑𝒐𝒔𝒊𝒃𝒍𝒆. 𝘖 𝘢𝘭 𝘮𝘦𝘯𝘰𝘴 𝘦𝘴𝘰 𝘭𝘭𝘦𝘨ó 𝘢 𝘱𝘦𝘯𝘴𝘢𝘳 𝘙𝘰𝘴𝘴. 𝘓𝘶𝘦𝘨𝘰 𝘥𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘶 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘤𝘢𝘮𝘣𝘪𝘢𝘳𝘢 𝘥𝘦 𝘳𝘶𝘮𝘣𝘰, 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘴𝘦 𝘵𝘰𝘳𝘯𝘰 𝘥𝘪𝘧𝘦𝘳𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘦𝘭𝘭...