| VI|

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Atlanta, 8:00 pm.

El regaño que Rick le dio a sus hijos fue bastante justo, por no decir merecido.

Rosita y Maggie se encontraban muy molestas con sus hermanas, pero aún asi se sentían feliz de verlas bien. Bueno, quitando lo del tobillo de Hele, ambas estaban perfectas.

La amistad de Ross y Beth se fue por muy mal camino. Ya no hablaban más, pues seguían muy molestas la una con la otra por dudar de su capacidad mutuamente.

Maggie noto eso y trato de preguntarles que pasaba, sin embargo no logro nada. Eso la preocupaba, pues eran bastante cercanas y no podían comportarse asi de un día para otro. Quería que se llevaran bien, Beth era su hermana y Ross era.. Alguien muy importante en su vida.

Se quedo pensando un poco en eso ultimo. Realmente Ross era una persona que la hacía sentir plena y segura. La consideraba una muy buena amiga.. Y tal vez más que eso.

Sonrió con ternura al recordar cuando le dio aquella cadena.

—¿Es para mi? ¿En serio?— Su sonrisa era tan grande que casi salía de su rostro

—Las estrellas siempre me recuerdan a ti. No solo porque dijiste que te gustaban, sino que tambien me hacen recordar a la primera vez que convivimos..— Sonrió y la hizo darse la vuelta para poder colocarsela— Esa vez hablamos de estrellas y constelaciones, como la de Orión.. ¿Recuerdas su significado?— Murmuró mientras se la ponía.

Decía algo sobre la luz y el cielo— Comentó Ross confundida, haciendola reír.

—Luz del cielo— Corrigió con ternura.

—Es casi lo mismo— Dijo de forma inocente, haciendola voltear los ojos con cierta diversión.

—Ese significado siempre me recuerda a ti..— Murmuró. Ross volteó para poder verla, sorprendida y confundida ante lo que dijo, sin entender muy bien.

—Que linda.. Pero no entiendo a que se refiere— Admitió con pena. Maggie no pudo evitar reír de nuevo.

—Lo entenderas luego— Se tomó el atrevimiento y le dio un dulce beso en la mejilla.

Ross era alguien bastante despistada como para no darse cuenta de los sentimientos de Maggie hacia ella. Ella por un lado la entendia, pues seguramente no se imaginaba que quisiera ser algo más que su amiga.

Pero lo que Maggie no sabía es que, aunque Ross fuera más discreta, sentía lo mismo o hasta más cosas por ella.

Ninguna tenía idea. Todos se daban cuenta.. Menos ellas.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por Rosita.

—Tienes una gran sonrisa en el rostro, ¿en qué tanto piensas?— Se acercó a ella con los ojos entrecerrados y una sonrisa picara.

—En nadie— Respondió al instante.

—Dije en qué tanto, no en quién— Se burlo— Tú solita te dejas en evidencia.

Maggie volteó los ojos, pero ese acto fue solo para disimular el rojo carmesí que se había instalado en sus mejillas por los nervios y la vergüenza.

—Pensabas en ella ¿cierto? En Ross— Sonrió, sentandose a su lado.

Maggie la miró unos segundos y luego asintió mientras devolvia la vista al suelo. No podía mentirle a su mejor amiga.

—Deberías de hablar con ella y decirle que te gusta. No pierdes nada.

—Claro que si— Levantó la mirada rápidamente— ¿Qué tal que yo no le gusto? Voy a quedar como una idiota y tambien voy a perder su amistad.. Es lo que menos deseo— Murmuró asustada.

—Maggie, esa chica está más que flechada por ti, créeme— Explicó sonriendo— Se le nota de muy lejos, es imposible que no te des cuenta y...— No pudo terminar, pues ella la detuvo.

—Somos amigas, y asi debe quedarse— La interrumpió.

—¿Por qué?— Cuestionó confundida— ¿Por qué no tratar de estar con la persona que amas? Estamos en un apocalipsis, el mundo se acaba, podemos morir en cualquier momento. Deberían aprovechar que ambas están aqui, con vida.. No desperdicien esa oportunidad, sé que se arrepentirán si lo hacen.

—Solo somos amigas— Repitió de nuevo con cierta amargura.

Rosita se quedo en silencio, molesta por la inmadurez de su amiga al no aceptar que estaba enamorada.

—Bien, no seguiré molestando. Pero cuando algo pase, que espero no sea asi, te vas a arrepentir.. Ambas lo harán.

Despues de decir eso se fue, pues tenía cosas más importantes que hacer que tratar de convencer a Maggie de lo que sentía por esa chica.

—Estamos bien como amigas, yo sé que si— Se dijo a si misma, tratando de convencerse.

Suspiro y sonrió, sintiendo que con eso ya estaba completamente segura de que eran solo una amistad.

Su sonrisa se borro cuando comenzó a pensar en Ross de nuevo. Pensó en sus ojos, en su sonrisa, en sus labios, en sus chistes raros, en sus muecas, en todo. En solo unos minutos recordo todo de ella.

Estaba perdida.

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—Ross, ¿qué haces acá?— Hele se sentó a su lado.

Ella volteó rápido, sintiendo la esperanza de ver a Maggie. Pero no era ella. Suspiro y se giro a ver el cielo de nuevo.

Se puso a ver las estrellas, recordando lo que le dijo Maggie sobre aquella constelación. Supuso que si volvía ahí podría pensar un poco y entender a que se había referido con su significado.

Sin embargo, solo se distraía cada que escuchaba pasos, pensando que vendría a buscarla para seguir viendo las estrellas.

—Sé que no soy Elizabeth Olsen, pero no me ignores asi— Exclamó la rubia ofendida, haciendola por fin reír— ¿En qué tanto piensas?— Cuestionó sonriendo.

—Estoy recordando algo..— Sonrió mientras bajaba la mirada al suelo. Se quedo con la vista en ese lugar, pensando en lo mismo de hace unos momentos.

Hele asintió y se quedo en silencio, esperando que le terminara de decir. Pero eso no paso.

—¿Y se puede saber qué es eso que estás recordando?— Al ver que no hablaba, decidió seguir.

—Maggie y yo nos sentamos en este mismo lugar la primera vez que logramos pasar un rato platicando sin que yo saliera corriendo— Volteó a verla, sonriendo al pensar en eso— Veíamos las estrellas y suponiamos cosas. Ella me hablo de constelaciones y yo.. Yo solo la escuchaba— Explicó ríendo.

—¿Por qué no vas con ella? No soy experta, pero al parecer no es a mi a quien estabas esperando, sino a ella— Sonrió con las cejas levantadas— Invitala a hacer lo mismo que ese día.

—Ya debe estar dormida— Le resto importancia, pero en realidad quería hacerlo.

—No lo creo, Rosita justo fue para hablar con ella— Se encogió de hombros— Anda, ve.

—¿No me voy a ver como una loca insistente y obsesionada?— Preguntó rapido, nerviosa.

—Un poco, pero ya todos sabemos que lo eres, asi que pierde cuidado— Bromeó.

Ross la miró de forma obvia, por lo que volteó los ojos.

—No, tranquila. Ve.

Asintió levemente, comenzando a levantarse del suelo.

Antes de caminar se giro para ver a su amiga.

—Ya que estamos hablando de esto. Toma ese mismo consejo que me diste y ve con mi hermano, tambien vas a parecer insistente y obsesionada, pero de seguro lo conquistas.— Soltó una risa y luego se fue.

Despues de eso fue en busca de Maggie.

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⋆·˚ ༘ * 𝑳𝒐𝒗𝒆 𝒊𝒏 𝒕𝒊𝒎𝒆𝒔 𝒐𝒇 𝒂𝒑𝒐𝒄𝒂𝒍𝒚𝒑𝒔𝒆 ⋆·˚ ༘ * Donde viven las historias. Descúbrelo ahora