| VII |

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Atlanta, 8:30 pm.

Ross seguía frente a la casa de Maggie, esperando una señal de dios para atreverse a hablarle.

Por otro lado, Greene se encontraba en la ventana del segundo piso, esperando con impaciencia a que la chica tocara la puerta o hiciera algo para llamar su atención. Podía ver como movía sus manos con nervios.

-Solo toca la maldita puerta- Exclamó Maggie en murmuro.

Pareció ser escuchada, pues la chica camino dos pasos más, dispuesta a tocar. Levantó la mano, a nada de golpear.

-¡Ross! Al fin te encuentro- El grito de Beth la distrajo. Ross bajo la mano y volteó- Necesito hablar contigo.

-¿Qué pasa?- Se acercó, alejandose de la puerta.

Maggie sintió una frustración enorme, pero aún asi se quedo a escuchar desde ahí.

-Quería..- Le costó un poco decir lo siguiente, pero lo hizo- Quería disculparme contigo. Estabamos perdidos y solo exprese mi coraje hacía ti, lo lamento tanto. Se que fue inmaduro de mi parte- Susurró avergonzada.

Ella le sonrió, haciendola sentir aliviada.

-No hay nada que perdonar. Tambien me exalte demasiado y puse en duda tu capacidad. Al final de cuentas fue por ti que encontramos a los otros.

Fue hasta ella y la abrazo con fuerza.

-Gracias.. Me sentía horrible despues de haberte dejado de hablar- Sonrió y se separo- Además, no quería perder la amistad con mi futura cuñada- Levantó las cejas con sugerencia.

Ross soltó una risa nerviosa, bajando la cabeza.

-A eso venías ¿no?- Su duda la hizo mirarla de nuevo- A hablar con Maggie. Porque definitivamente no creo que buscaras hablar conmigo.

La mayor de las Greene se encontraba sorprendida. Beth le hablaba con toda confianza respecto a ella. Parecía ser que realmente Ross sentía algo.

-No, no, de hecho.. Tambien quería disculparme- Mintió.

Maggie se sintió terriblemente decepcionada al escuchar eso. Lentamente se alejo de la ventana, pues ya no quería escuchar más.

-Te conozco. Si hay algo que no eres, es la persona que busca el perdón de otra antes que ella. Por mi no viniste- Se burlo.

-Bien, tal vez si estoy aquí para hablar con Maggie- Susurró con pena.

-Entonces al parecer estoy de sobra aquí- Sonrió y luego se acercó para abrir la puerta- Adelante, yo te doy permiso de pasar a buscarla- Le guiñó el ojo.

-Beth, no.. Mejor me voy.

-Tonterias- La tomó del brazo y la hizo entrar- Supongo que ya sabes cual es su habitación. Asi que ve- Fue hasta un mueble cercano y sacó un arma- Yo tomaré esto y me iré a entrenar con Hele y Carl.

No dejo que respondiera, rapidamente salió de la casa y cerró.

Por otro lado, Maggie supuso que la que había entrado era su hermana, por lo que resto importancia.

-Muy bien.. Ahora solo queda tocar la puerta de su cuarto- Suspiro y lentamente subió las escaleras.

Sus manos sudaban y no sabía por que. Sin duda ver a Maggie siempre la ponía más nerviosa de lo normal.

Al estar frente a su puerta ni siquiera lo pensó, porque sabía que si lo hacía se terminaría arrepintiendo. Dió dos toques a la puerta y luego se quedo ahi, esperando una respuesta.

⋆·˚ ༘ * 𝑳𝒐𝒗𝒆 𝒊𝒏 𝒕𝒊𝒎𝒆𝒔 𝒐𝒇 𝒂𝒑𝒐𝒄𝒂𝒍𝒚𝒑𝒔𝒆 ⋆·˚ ༘ * Donde viven las historias. Descúbrelo ahora