Ｌｉａｒ － 𝐒𝐢𝐦𝐨𝐧 "𝙂𝙝𝙤𝙨𝙩" 𝐑𝐢𝐥𝐞𝐲

𝙍𝙚𝙚𝙣𝙘𝙪𝙚𝙣𝙩𝙧𝙤

𝙱𝚊𝚜𝚎 𝙼𝚒𝚕𝚒𝚝𝚊𝚛, 𝙻𝚊𝚜 𝙰𝚕𝚖𝚊𝚜 - 𝙼𝚎́𝚡𝚒𝚌𝚘.

La vida de Ghost en los últimos dos años había sido un poco caótica, una parte de él avanzado en la vida y la otro solo teniendo la esperanza de que su amor volviera. 

Una semana después de que ____ se fuera de la base, Ghost por fin pudo salir de su habitación luego de estar en depresión. 

Soap, Price y Gaz habían pactado para él el área de psicología que estaba en la base, al principio este se negó a ir muchas veces con la excusa de que estaría bien y que ya se le iba a pasar. 

Pero sabía que debía hacerlo, su principal motivación en ese momento era que cuando se encontrara con ____, le dijera sobre todas las cosas que hizo por ellas, incluido que fue a terapia para poder sanar cada cosa y estar bien solo para ella. 

La primera sesión no le gustó para nada, sentía que iban a juzgarlo, temía mucho pero a la vez solo pensaba en ella... 

- Puede hablar cuando quiera - dijo la psicóloga y terapeuta. 

La psicóloga y terapeuta Antuanette Dubois sería la encargada de poder llevar el tratamiento de Ghost, servía al ejercito pero se centraba en solo ser el apoyo que necesitaban los soldados en la base. 

Ella era una mujer amable, tenía un aproximado de 27 años, tenía poco tiempo en la base, rubia y muy delgada. 

Pasaron muchos meses en las que las tardes de ambos se pasaban horas y horas conversando sobre los infortunios que pasaron en la vida de Ghost, absolutamente todo. 

Le contó sobre Amanda, sobre su familia, sobre todas las mujeres con las que estuvo pero ____, ella era su punto más débil, lo que más le dolía, su criptonita, su talón de Aquiles, no dejaba que nadie si quiera la nombrara porque era suya y solo suya. 

Luego de un año de que iniciar con las sesiones por fin habló de ella bajo un seudónimo "Ángel", aunque todos sabían de quién hablaba en realidad, su lugar seguro solo era decirle así. 

Le contó todo, le dijo las cosas que sentía y lo que había pasado, poco a poco sus emociones se iban calmando, ahora hablaba con más soltura sobre su ángel. 

Después de unos meses más por fin el fue dado de alta de las sesiones, ya no tenía dependencia, tampoco tenía ese sentimiento de sufrir por no verla, ahora por fin podía controlar sus emociones, lo único que no podía controlar era la forma en la que seguía amándola. 

En ese tiempo Antuanette no pudo evitar sentir atracción por el teniente, muy además de ahora ser la persona que le ayudaba, se habían vuelto amigos. 

Una repentina invitación por parte de Antuanette le había llegado, si bien no quería declinarla, no podía decirle que no, se sentía un poco comprometido.