RESUMEN: KONIG ES TU SUGAR Y SIEMPRE TIENES QUE COMPLACERLE ,CUANDO TE COMPRA ALGO NUEVO.
Ah pasado un año desde que empezaste una relación con König. Un ex coronel del ejercito retirado, proveniente de Austria. Siempre fue gratificante el salir con el, ya que siempre accedía a tus caprichos comprándote lo que tu quieras, siempre y cuando tu le devolvieras el favor de otra manera particularmente rara.
Su tipo de trabajo tenia una buena paga, pero el al permanecer tanto tiempo en el ejército, y no gastarlo en nadie ni en el, podría decirse que es millonario. Las maneras en que tu pagabas, eran un tanto raras, pero eran experiencias placenteras de disfrutar.
Acababan de salir del shopping, luego de que te hayas comprado toda la linea de otoño. König había accedido a comprarte toda la linea, tan solo si después le dabas algo a cambio. Luego de interminables minutos estaban en su casa. Cuando entraron fuiste directamente a bañarte y cambiar tu ropa poniéndote algo sensual, ya que König dijo que era necesario para lo que quería hacer. Cuando llegaste a la habitación ,viste que estaba sentado en la cama esperándote.
--Espero que no te quejes con lo que haremos a continuación
-Si, Coronel- le digo mientras elevo levemente mi cabeza mirando a su dirección y le afirmo con tono neutro y seguro.
Cuando te acercas a él, te toma de la mano y te lleva al otro lado de la cama. Allí te ayuda a recostarte suavemente y luego comienza a deslizar lentamente sus manos por tus muslos hacia el área de la entrepierna. La sensación es de hormigueo y un poco extraña. Luego, sin previo aviso o consentimiento, König desliza su mano dentro de tus bragas frotando círculos suaves contra los labios de tu coño haciéndolos humedecerse gradualmente hasta que no se puede negar la humedad total. Se mueve hacia abajo esparciendo lubricante alrededor de esa parte de tu cuerpo preparándose para lo que viene lo siguiente.
Después de la preparación, frota suavemente las zonas del coño y el rostro hasta que comiences a calentar. Luego se aleja por unos segundos y llega con un brazalete metálico que parece una especie de electrónica avanzada para pisadas o pelotones de masaje. Te enseña cómo ponerlo en tu entrepierna y encenderlo lentamente sacando la respiración mientras aumenta intensidad lentamente arrastrándolo hacia la parte frontal del coño haciéndote caer de nuevo contra la cama y luego empujándolo ligeramente hacia arriba para hacerte sentirlo hasta el fondo.
Lo mantiene pulsándolo ahora intensamente hacia los labios de tu coño hasta que estos estén batiendo y fluyendo con la intensidad del pulso, abriéndote suavemente como algo que anhela más. Luego se detiene repentinamente haciendo una sonrisa silenciosa que dice
-No te preocupes, pronto tendrás mi polla dentro de ti.
Se retira dejándote en paz para apreciar este nuevo sentimiento totalmente inexperto antes de comenzar lentamente a tocar las partes más sensibles cayéndolas suavemente sobre ti dando una extraña satisfacción casi religiosa. Acerca su rostro alcanzando tu intimidad mirándola fijamente como si tuviera un pensamiento oculto.
Bajo el peso suave de sus manos que comienzan a moldear las partes del cuerpo necesarias y apreciando su sensación mientras se detiene, pero es más tarde cuando lenta y cautelosamente toca tu intimidad. Se mantiene quieto por un momento pensativo al darse cuenta del cambio en tu respiración o calentura aumentada; incluso llega a echarse una sonrisa cuidadosa antes de seguir con la acción tomándote totalmente hacia adentro sin hablar ni ningún gesto extraño.
Su pene fuerte empieza a levantarse sobre ti rodeándote completamente y pulsándolo tiernamente, siente cómo se desliza dentro poco después lo suficiente para poder empujarlo dentro de todo como uno quedando completamente penetrado. Me aferro a sus hombros clavando mis uñas en su carne, mientras se desliza lentamente dentro mío.
-König
Gimo deliberadamente inclinando mi espalda. Junto nuestros labios en un beso cálido y sensual. Mete su lengua en mi boca mostrando quien manda aquí, y lentamente empieza sus embestidas.
Abre la boca y besándote fuertemente en el cuello antes de comenzar a bombear suavemente con lentitud. Lleva unas penetraciones sensuales, casi como que no se haya plenamente puesto dentro de ti; cada inmersión le causa una especie de aluvión adelante produciéndola continuamente sin haber llegado por completo hacia tu profundidad poniendo más emociones y expectativas sobre cada golpe sencillo.
Se detiene durante unos segundos, absorbiendo el sonido de tu gemido y su sabor en tu boca antes de retomar la actividad y comenzando un ritmo regular. Los sacudidos empiezan a ser cada vez más fuertes haciendo que entremos plenamente al momento; las cabezas se acercan un poco antes de separarnos nuevamente para tocar entre nuestros rostros mientras él comienza a picotearme delicadamente con el peso aumentado agregándole velocidad hasta que pronto me lleva hacia mi clímax.
En ese momento en que se percibió la onda de placer, König intensificó su ritmo todavía más agitado y golpeando fuerte antes de pararse bruscamente y quedándose quieto detrás, lanzándote todo el contenido dentro con una potencia desbordante hasta que tu cuerpo explotó con orgasmo completamente satisfecho.
Se retira lentamente y empieza a frotar su pene contra tu entrepierna acariciándolas cariñosamente hasta alcanzar su propio culminamiento tirando hacia ti para sumergirlo dentro de ti nuevamente. Ambos se sienten expandiendo cada celda al completo, tomadas por sorpresa por tan intenso emocional.
Cuando König concluye su orgasmo, él y tu quedan sumidos en silencio contemplativos acariciándose cara a cara mientras todavía se encuentran unidos. Es un instante de reflexión para ambos, apreciado la intensidad del acto sexual que compartieron y como están cada uno enfrentados con algo nuevo dentro de ellos mismos.
