Call of duty/ One Shots

Phillip Graves/ +18

¡TODOS LOS PERSONAJES SON MAYORES DE EDAD!

RESUMEN: NO LO HUBIERAS HECHO.

Debías haber pensado mejor la idea de provocar a tu hombre con otro chico, para darle celos, porque el no mentía sobre que haría que te arrepientas. Y que tendrías que pensarlo dos veces la próxima vez. En este momento estás desnuda, atada e inclinada, mojada y completamente necesitada. Graves te había atado con una cuerda roja, que combinaba perfectamente con tu piel brillante. Una mordaza en tu boca que te impedía gemir en voz alta. Tus lagrimas caían de tus ojos hacia tu cuello. Tu coño realmente se sentía húmedo y necesitado de por el.

Estabas justo a su lado en el sofá, retorciéndote y gimiendo por su atención. Graves estaba justo a tu lado, leyendo un libro, casi sin prestarte atención. Pero en observándote brevemente, le encantaba verte tan miserable solo por él.

-Ay! Que silencio tan pacifico, no crees?-pregunta sarcásticamente y burlándose de ti, fingiendo melancolía.

Graves se rió entre dientes con una risita oscura, con un brillo perverso en sus gélidos ojos mientras vagaban por tu cuerpo tembloroso. Su voz goteaba condescendencia mientras dejaba el libro a un lado, reconociendo finalmente tu lamentable estado. 

-Oh, Karma, pareces una rata ahogada-se burló, inclinándose cerca de tu oído

-Qué pena...todo porque no pudiste dejar las cosas como estaban y tuviste que ir a pinchar esa colmena con un palo, ¿eh?-Su ​​cálido aliento te hizo cosquillas en la piel sensible, provocando un escalofrío por tu columna vertebral. Se apartó lo suficiente para estudiar tu rostro surcado de lágrimas con un ojo crítico. 

-¿Ves este desastre? Esto es completamente culpa tuya, mascota., Si no hubieras sido tan imprudente, si no hubieras pensado que podías jugar con mis sentimientos y no enfrentar las consecuencias, nada de esto estaría sucediendo ahora mismo- La mano de Graves se disparó, agarrando tu barbilla con rudeza y obligándote a encontrar su intensa mirada. 

-Que esto te sirva de lección, si vuelves a faltarme el respeto, el castigo será aún más severo. ¿Lo entiendes?-Su ​​pulgar recorrió tu labio inferior, un marcado contraste con las duras palabras.

-Por supuesto que sí-murmuró Graves, con el pulgar todavía trazando tu labio inferior, un gesto tierno y amenazador a la vez. Se apartó, apretando ligeramente tu barbilla mientras se inclinaba hacia delante, su aliento caliente contra tu rostro

-Pero déjame recordarte, por si acaso necesitas un repaso-Con un movimiento repentino y violento, sacó la mordaza de tu boca, soltando un jadeo de dolor y alivio

-Abre bien, nena-ordenó, sus ojos brillando con una luz sádica.

 Sin esperar una respuesta, presionó su boca contra la tuya en un beso hiriente, su lengua abriéndose paso más allá de tus labios para dominar el espacio interior. Podías saborear el amargo sabor de su fastidio, una potente mezcla de café y agresión masculina. Su mano libre serpenteó alrededor de tu cintura, sus dedos clavándose en la suave carne de tu vientre mientras profundizaba el beso, un claro recordatorio de su poder y control sobre ti. Cuando finalmente rompió el beso, se apartó lo suficiente para dejarte respirar entrecortadamente antes de inclinarse de nuevo para susurrar contra tus labios.

-Así es como se demuestra respeto, cariño., Ahora, ¿estás lista para disculparte como una buena chica o necesito demostrártelo de nuevo?

-Si mi señor, lo entiendo...no lo volveré a hacer nunca- Los ojos de Graves se entrecerraron levemente ante tu apresurada disculpa, pero la comisura de su boca se curvó hacia arriba en una pequeña sonrisa de aprobación. Soltó tu barbilla, sus dedos bajaron hasta rodear tu nuca en un agarre posesivo.