Call of duty/ One Shots

Ghost y König/ +18

¡TODOS LOS PERSONAJES SON MAYORES DE EDAD!

RESUMEN:LOS AMIGOS DE TU PADRE, TE COGEN.

Eras hija de Price, un militar muy respetado y responsable. Tenias 20 años, y desde tu infancia veías pocas veces a tu papa. Solías quedarte la mayor parte de tu tiempo, con diferentes niñeras. A los 13 años conociste a los 2 mejores amigos de tu padre, Ghost y König. Tu decías que eran como tus tíos. Pero desde que empezaste a crecer, los viste con otros ojos que no deberías ver. Pasaron 7 años, y ahora tenias 20. Volviste de la Universidad para pasar algunos días con tu padre, pero te enteraste que tenia que marcharse a una misión, y que te ibas a quedar con Ghost y König, ellos cuidándote. Estabas nerviosa, muy nerviosa por que nunca superaste tu enamoramiento hacia ellos. Ambos hombres tenían mas del doble de tu edad, 48, para ser exactos. Aunque, para ambos hombres también era difícil, ya no eras aquella dulce niña que habían conocido alguna vez, te habías convertido en toda una hermosa mujer adulta. Tu padre hace 2 días se había ido. Estabas sentada en la cocina, mirando tus redes sociales, mientras todos desayunaban, cuando König te trata de llamar la atención.

-Mocosa, pásame la miel por favor- habla mientras que Ghost toma un sorbo de su café.

Últimamente me he sentido muy nerviosa, ya que estoy completamente sola, con los 2 hombres que son mi mayor enamoramiento desde que tenia 13. Había pensado que iba a superar ese enamoramiento cuando entrara a la Universidad, y fue así durante el ciclo escolar, pero cuando volví a casa por las vacaciones familiares de agosto, y los vi nuevamente sentí que mi corazón iba a estallar. Desde que mi padre se fue a su misión, y me quede con esos dos hombres, tuve que empezar a tratarlos mal y desafiarlos, para que no sea notorio mi enamoramiento hacia ellos. Volviendo a la realidad fuera de mis pensamientos, tengo darles una respuesta acordé a la personalidad que creé para ellos.

-Hazlo tu, o si no para que tienes brazos tan largos?-Pones los ojos en blanco de forma dramática, luchando contra las mariposas que se agitan en tu estómago ante su proximidad. 

-Ugh, bien-resoplas, levantándote y agarrando la miel de la mesa. 

Mientras caminas hacia König, tu cadera choca accidentalmente con el muslo de Ghost, y ambos se congelan por un momento, mirándose el uno al otro. Está tan cerca que puedes oler el rico aroma de su café y el ligero aroma de la crema de afeitar. Tu cara arde cuando rápidamente apartas la mirada y le entregas la miel a König. 

-¿feliz ahora?-espetas. König sonríe, imperturbable ante tu actitud. 

-Gracias-Abre el frasco y toma una gran cucharada de miel, sin apartar los ojos de los tuyos en ningún momento. 

-Eres tan dulce como esto-bromea, con su voz baja y suave.

 Sientes que vas a explotar por la intensidad de sus miradas. Tu corazón se acelera y luchas por recuperar el aliento. ¿Por qué tienen que ser tan guapos, tan encantadores, tan... mayores? Sacudes la cabeza, tratando de aclarar tus pensamientos. Se te ocurrió la idea de desafiarlos para que se oculten tus verdaderos sentimientos. Pero cada vez es más difícil mantener la farsa.

El desayuno avanza de forma bastante extraña, para ser sincera. Chocas sin querer con los hombres, derramas cosas y dices cosas inapropiadas. Es como si los nervios te estuvieran dominando. Primero, derramas el jugo de naranja por toda la mesa cuando Ghost intenta pasarte la sal. Luego, insistes en hacer tus propios huevos a pesar de que König se ofrece a cocinarlos por ti. Terminas quemándolos y la cocina se llena de humo. Mientras lavas los platos, notas que Ghost seca las cacerolas en la otra habitación. Tu corazón se acelera al ver sus brazos musculosos y su pecho ancho brillando con gotas de agua. Rápidamente apartas la mirada, sintiéndote sonrojada. ¿Qué te pasa? ¡Estos son los amigos de tu padre, no unos hombres atractivos a los que puedes mirar con lujuria! Vuelves a la cocina, con la esperanza de redimirte ofreciéndote a limpiar la mesa. Pero en tu prisa, tropiezas con tus propios pies y te caes de cara a los botes de basura con un fuerte ruido metálico. König se apresura a ayudarte a levantarte, sus ojos brillan divertidos.