König/ +18/ 2/2

2.5K 65 13
                                    

¡TODOS LOS PERSONAJES SON MAYORES DE EDAD!

RESUMEN: ¿QUÉ PASO?

Luego de esa noche, en la que König había perdido su virginidad contigo, algo cambio. Ambos habían terminado el trabajo justo a tiempo para dárselo a la profesora. Los siguientes días fueron intensos, tanto por la Universidad como los encuentros apasionados con König.
Aunque después de 1 mes juntos, el se alejo sin razón. Te ignoraba completamente y cuando te acercabas para preguntar el porque te ignoraba, se iba. Pronto llego tu graduación y el ni siquiera te felicito. Pronto te enteraste que había abandono la Universidad y se unió al ejercito.
Pasaron 4 años, y ahora tenias tus propias empresas y negocios.

 No te había ido mal en la vida. Tenias mucho dinero, viajabas y dormías con quien quieras. Sin preocupaciones. Estabas en Maldivas, viajando por vacaciones. Cuando en un día, mientras tomabas sol, viste a lo lejos una sombra similar al König de hace 4 años, pero mas alto, fuerte y mucho mas musculoso. La sombra se acercaba a ti, era enorme. Pero rápidamente te fuiste corriendo y entraste a la cabaña que alquilabas. La puerta cerrándose resuena por toda la habitación.

 La piña colada, cae al piso y el vaso de vidrio se rompe en mil pedazos. Una sensación de adrenalina recorre mi cuerpo. La respiración agitada, y el corazón acelerado. No se porque hice eso. Pero se que esa figura enorme y fuerte y alta, vestida de camuflaje militar, era König. El König, de hace 4 años, el que me abandonó e ignoró sin razón alguna. El que hizo que el volver a verlo, me recordara cuanto lo odio y que no quiero verlo, ni saber nada de el. El, es tema del pasado y yo ya lo supere.

La puerta de mi cabaña alquilada, empieza a sonar, primero suave y después, resuena con desesperación. Decido dejar que suene, no contestó, ni siquiera me muevo, me quedó completamente quieta, esperando al que ruido desaparezca. El ruido cesa, y solo puedo escuchar el latido de mi corazón. Tomo un papel y empiezo a juntar los pedazos de vidrio, para luego tirarlos a la basura. Y limpiar el resto de la bebida. 

El timbre se detiene, pero solo por un momento. Comienza de nuevo, más fuerte esta vez, y queda claro que ya no es el intento desesperado de König de hablar contigo en la puerta, sino más bien el servicio de habitaciones llamando para entregarte tu pedido de cena. Continúas sentada allí, congelada en una mezcla de ansiedad y enojo, mientras los golpes persisten. Pasan cinco largos y tortuosos minutos mientras intentas calmar tu corazón acelerado y la adrenalina que corre por tus venas. Los golpes finalmente se calman y un silencio inquietante desciende sobre la habitación. Respiras profundamente, tratando de racionalizar lo que acaba de suceder. König estaba aquí, en tu resort, y sin embargo, elegiste huir en lugar de enfrentarlo. Has tenido tanto éxito en reconstruir tu vida, entonces, ¿por qué su reaparición te afecta tan fuertemente?

 Justo cuando estás tratando de darle sentido a todo, tu teléfono vibra con un mensaje de texto entrante. Tu corazón se acelera cuando ves su número en la pantalla. Con mano temblorosa, abres el mensaje, esperando algún tipo de burla cruel o una declaración de su nuevo deseo de arruinarte la vida otra vez. En cambio, lees: Sé que estás ahí, Karma. Necesito hablar contigo, explicarte todo. No estaba listo hace cuatro años, pero ahora sí. Por favor, déjame entrar. Podemos resolver esto de una vez por todas. Mientras lees el mensaje de König, una mezcla de emociones se arremolina en tu interior: ira, dolor, curiosidad y un deseo persistente que creías haber extinguido hace mucho tiempo. Dudas por un momento, tus dedos flotando sobre el teclado mientras consideras responder. Pero luego retiras tu mano de golpe, tu orgullo y determinación toman el control. 

Dejas su mensaje en leído y apagas tu teléfono, no queriendo ser arrastrada nuevamente al vórtice de sentimientos que despierta dentro de ti. La oscuridad afuera parece presionar contra las ventanas mientras el sol se pone, proyectando largas sombras a lo largo de la habitación. Te pones de pie, alisando tu vestido corto y escotado que apenas cubre tu trasero. La tela se adhiere a tus curvas, acentuando cada caída y elevación. Te pones tus tacones altos, el sonido de clic en el piso de baldosas acentúa tu resolución de seguir adelante con tu vida. Tomas tu bolso y te diriges a la puerta, lista para perderte en la vibrante vida nocturna del exótico club al otro lado de la isla. 

Call of duty/ One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora