Capítulo 12: Juegos sensuales

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Casi una semana desde su celo adelantado había transcurrido, aún seguía usando inhibidores de aroma para que no fuese tan notoria su esencia, debía volver a su trabajo, estaba recién empezando y ya había faltado una semana, peor aún, casi se había revolcado con su jefe en el auto de éste, estaba más que seguro que si fuese por él no volvería más a aquella empresa, pero ese trabajo era una oportunidad que no podía perder.

Se levantó de su cama y se bañó, eligió las prendas que ocuparía para ir a trabajar, un bonito pantalón ajustado negro, la tela de éste simulaba el cuero, su torso fue cubierto por una camisa blanca suelta, sus pies serían adornados por unos botines negros con cordones de media caña, pero se los pondría cuando ya tuviese que salir, metió la camisa adentro de los pantalones y dejó una de las puntas colgando en la esquina, agarró un abrigo largo gris en caso de que el clima cambiará sin previo aviso y salió de su habitación con sus zapatos en la mano hacia la sala de estar donde Seungmin disfrutaba tranquilamente de un tazón  lleno de leche con cereal.

—¿Irás a trabajar?— giró su rostro hacia MinHo cuando sintió el aroma de éste cerca.

—Sí, debo ir, soy nuevo, no puedo seguir dándome tantos privilegios.

—Tienes razón.— tomó una cucharada de su cereal y lo llevó hasta su boca— El alfa que vino a dejarte aquella noche ¿es tu novio?, nunca te he conocido un novio, de hecho, pensé que eras un omega que no gustaba de tener un novio, pensé que preferías las cosas casuales, algo así como la relación que tuvimos, quitarse las ganas, ayuda con el celo, sexo sin compromiso— sonrió arrogante.

—Seungmin,— miró serio al alfa que le devolvió la mirada llena de burla— lo que tú y yo tuvimos fue algo sin importancia, tal como tú lo dices, sexo sin compromiso, saciar nuestras necesidades carnales, jamás te amé. Si tengo o no tengo novio no es de tu incumbencia.— caminó hasta la puerta y se arrodilló para cambiarse las pantuflas de ardilla que ocupaba por sus botines— Quiero que dejes las llaves que te di, tú y yo ya no tenemos ningún tipo de trato hace mucho tiempo, no tienes derecho de volver a ingresar a mi departamento, así que espero que al volver estén mis llaves sobre la mesa, además, de una reposición del cereal y leche que ocupaste— se levantó y observó seriamente una vez más al alfa— Ya no eres parte de mi vida y tampoco te quiero en ella.

Seungmin desvió su vista del omega y dejó su pocillo vacío sobre la pequeña mesa de centro, se levantó del sofá y caminó hacia MinHo, hizo chocar la espalda de éste contra la madera de la puerta y apresó las muñecas de Lee con una de sus manos por sobre la cabeza del omega.

—¿Estás seguro de eso?.— dejó un beso sobre la glándula de aroma del omega y su mano libre bajó hasta la entrepierna de éste, presionando y estimulando la zona. MinHo cerró sus ojos y mordió su labio inferior para ahogar el gemido que amenazaba con escaparse de su boca, su espalda se arqueó debido al placer que estaba sintiendo— ¿Qué tal si recordamos viejos tiempos?.— susurró ronco al oído del omega y se separó para hacer que sus miradas se encontrarán— No sabes lo difícil que fue aguantarme las ganas de follarte al sentir tu aroma intenso y las feromonas de tu celo que pedían que un alfa te llenará. Mi lobo sólo se controló por tus malditos gemidos con aquel nombre, dolió, MinHo, dolió saber que ya tenías a mi remplazo, yo quería algo más, más que sexo y al parecer ya ni siquiera eso tendré, ya tienes un nuevo nombre de un alfa para gemir.

El alfa jaló parte de la piel del cuello de MinHo, éste chilló y empujó a Seungmin lejos de su cuerpo, el terror se podía ver reflejado en los ojos del omega, los estragos finales de su celo perduraban y él podría fácilmente caer por cualquier alfa, pero no quería eso, no quería a Seungmin, no quería saciar su necesidad carnal con éste, utilizarse mutuamente, sí, estaba caliente y aún en celo, podría gemir y desear ser llenado si era estimulado de forma correcta, pero su lobo sólo quería pertenecer a un alfa en específico, no le importaba ni siquiera que aquel alfa estuviese irremediablemente prohibido.

Un ceo enamorado- Hanknow Donde viven las historias. Descúbrelo ahora