Capítulo 4.5

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Luego de tomar los fármacos, Brison y yo habíamos comenzado a repartirlos a los pocos pacientes y colegas que aún permanecían en el Hospital Lenox.

Luego de asegurar las puertas, nos reunimos en el salón principal y comenzamos a discutir sobre la mejor forma de usar el tratamiento. Sin embargo, Solo Brison y Yo estábamos familiarizados con todo lo referente a neurología y psiquiatría. Aún así, nuestros compañeros dieron su punto de vista y cada idea fue anotada en una libreta. Tardó un poco para que Brison fuera tomando confianza , pero al final dió a conocer la teoría que tenía horas ensamblando en su mente de genio.

—Este virus, por lo sabemos, ataca el sistema nervioso—comenzó el Ruso— lo que significa que tiene afinidad, o tropismo celular por el tejido neuronal. Quiere decir que necesita mucha energía para proliferar, ya que al fusionarse con la neurona puede aprovechar su ventajosa cantidad de mitocondrias y por ende, utilizar las moléculas de ATP, como fuente de anergia para sintetizar sus propias proteínas y ácidos nucleicos y así replicarse. Ahora bien, eso es solo una teoría. Pero como ya dije, lo que si es claro, es que este patógeno es neurotropico. Ataca el sistema nervioso central. Invadiendo las áreas de la corteza motora del cerebro que comprenden el lóbulo frontal. De esta manera causa los movimientos bruscos, y el sonambulismo. Pero este último solo puede manifestarse porque el virus también se aloja, o actúa, en la zona caliente cortical superior, como la han nombrado los últimos estudios. Ya que esta es la zona que en los últimos electroencefalogramas se a observado, tiene la mayor actividad al momento de manifestar los sueños, en aquellos pacientes dormidos, por supuesto.

Él continuó—Entonces, podemos resaltar que ya se conocen virus que actúan sobre el sistema nervioso. Como el del Herpes Zóster, el VIH, Citomegalovirus, entre otros. Pero este patógeno no tiene una estructura común, por lo cual no tienen sentido compararlo con otros. Este "Ente" nuevo, parece beneficiarse del sufrimiento del hospedero. Pero... ¿Por qué? Quizás es porque cuando sus víctimas sufren, él obtiene lo que quiere. Y se alimenta... de lo que el cuelpo produce cuando tiene miedo. Eso podría ser; Adrenalina y Noradrenalina  e incluso, Cortisol. Y de esta forma obliga al cuerpo a usar las reservas de energía y acelera el metabolismo celular.

—¿Hey hermano, que es esto?—Espetó confundido un chico que minutos atrás habían dicho ser de los residentes de Endocrinología.—¿Cómo siquiera se te ocurre pensar eso? Los virus atacan areas en las que pueden proliferar. Pero ningún virus busca que su huésped produzca hormonas. Las pesadillas son solo un efecto secundario, un síntoma, debido al área que ataca. Eso sí es cierto. Por lo demás no tiene sentido.

Brison lo miro y de pronto algo en mí se encendió.

—Eso es porque no es un Virus... —Brison sonrió conforme al ver que yo lo había entendido —Es... ¡Podría ser un parásito! Capaz de alterar la actividad cognitiva y volitiva del su hospedero.

Hubo silencio total.

Todos y cada uno de los presentes se levantaron. Algunos fueron a revisar a sus pacientes y otros salieron del hospital.

El ánimo que había sentido por un momento, disminuyó. Su reacción había sido realmente decepcionante.

—No perderé tiempo hablando estupideces. Había dicho el residente de endocrinología. De nuevo, Brison y yo nos quedamos solos.

—Al menos tú eres muy listo.—Me dijo el rubio —Pero es cierto. Este virus puede ser en realidad un parásito. O ser un virus con características de parásito. O incluso, un virus con cualidades de bacteria, algo unico y nuevo, pero la verdad es que va más allá. Eso explicaría su tamaño inferior al de los demás, y sus propiedades parasitarias para alteral la conducta. Como vimos en las imágenes del documental. El caso es, que es algo único. Su ADN o ARN debe ser igual de diferente. Por eso pensar en una vacuna... no tiene sentido.  Lo único que podemos intentar hacer, es algo parecido a lo que hacen contra el virus de VIH. Controlarlo, o mejor dicho, suprimir sus síntomas, mientras alguien descubre como detener la replicación.

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