Camino viejo

19. XV años

—Estas son las mañanitas que cantaba el rey David —Le Cantaba Elizabeth para despertar a Yatzil, quien comenzó a abrir los ojos de a poco confundida. —A las muchachas bonitas se las cantamos así. DespiertaYatzil, despierta.

Yatzil comenzó a levantarse y se estiró. —Ya estoy despierta. —Le sonrió a Elizabeth.

Cuando Yatzil tenía los brazos estirados, Elizabeth aprovechó para darle un abrazo. —Feliz cumpleaños, hermosa.

Yatzil le devolvió el abrazo con una sonrisa cálida. —Gracias.

—Bueno, ¡es hora de levantarse! Estar aquí no es impedimento para tener un gran día.

— ¡Tienes razón!

—Vamos, hoy tenemos práctica de pole dance.

Yatzil se vistió con ropa deportiva que le había regalado Milagro, llevaba un short amarillo con una camisa del mismo color, paso por los pasillos hasta llegar a donde usualmente las chicas solían bailar en la noche.

—Es que no sé cómo es que no te caes. —Le preguntó Yatzil a Elizabeth mientras se deslizaba aferrada lentamente por el tubo como si fuera uno por los que bajan de bomberos.

—No creas que aprenderás de la noche a la mañana. —Le contesto Elizabeth.

—Pero ya ha pasado más un mes que me estás enseñando.

—Cada quien aprende a su ritmo, Yatzil.

—Sí, solamente que de mi aprendizaje depende mi vida.

—Todo aprendizaje cuesta una vida. Hay doctores que pasan estudiando durante años para encontrarse con el desempleo.

—Pero son doctores, con un título y...—Yatzil se sentó en el escenario.

— ¿Qué pasa, Yatzil? —Preguntó Elizabeth mientras se sentaba a su lado.

—Es solo que... cuando dijiste lo de doctores, me acordé de mi hermanito... su sueño era ser enfermero y no sé si logre cumplirlo o si mis ojos lo verán alguna vez.

— ¿Los extrañas mucho, no?

—Demasiado. Aún espero el día en que logreacostumbrarme a esto.

—Entonces no lo hagas.

—Pero esta es mi nueva vida.

—Por más que esta sea tu vida, nunca te acostumbres a lo malo.

—Tienes razón yo... Solo, creo que dormiré un rato. —Dijo Yatzil mientras corría hacia el cuarto intentando contener las lágrimas.

La señora Cristal que casualmentepasaban platicando con Sally notaron a Yatzil un poco extraña y se acercaron donde Elizabeth a preguntar qué pasaba con ella.

Elizabeth miró a Yatzil, quien parecía estar perdida en sus pensamientos, y respondió con un suspiro. —Extraña a su familia.

—Como todas. —Contesto Sally

—Pero hoy no es un día normal... Hoy Yatzil está de cumpleaños.

— ¡En serio! ¿Por qué no nos dijiste? —Preguntocristalasombrada.

—La verdad no lo sé.

— ¿Cuántos años cumple? —PreguntoSally.

—15 años

— ¡Que! —Grito Cristal.

— ¿Y le diste su regalo?

— ¡No! No sabía qué darle.

—No mames —Bromeo Sally. —Pobre chica. Debe ser difícil estar aquí en un día tan especial.

— ¡Tengo una idea! —Dijo cristal. —Sally reúne a todas las chicas. —La señora Cristal asintió con la cabeza, pensativa. —Quizás podríamos hacer algo para alegrarle el día. ¿Tienes alguna idea, Elizabeth?