22. Fuego

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Parecía ser una noche normal en el prostíbulo, la mayoría de chicas se estaba alistando para una nueva jornada nocturna, todas parecíanestar bien excepto Ninon quien parecíaestar enferma casi arrastrándose por los pasillos logro llegar a la oficina de don Marcelo.

—Buenas noches. —Dijo Ninon con la voz quebrada.

— ¿Qué quieres Ninon? —Pregunto el jefe con cara de asco al ver que Ninon apenas podía mantenerse en pie.

—La verdad no me siento dispuesta a salir a trabajar hoy.

— ¿Y eso?

—Me duele mucho el estómago y siento que la cabeza me da Miles de vueltas. Y siento que voy a. —Y antes que terminara la frase soltó un gran vomito manchando el suelo.

— ¡Ah qué asco! —Grito Don Marcelo con cara de asco. —-Si, si quédate, pero ya lárgate. —Dijo el jefe mientras señalaba la salida molesto.

Don Marcelo se quedó solo en su oficina intentando no vomitar al ver el desastre. — ¡Wisky! —llamo a uno de sus matones quien llego corriendo. —Whisky, limpia este desastre que hizo, está estúpida y quédate con ella cuidando. Yo me iré con ron, y Triana a dejar a las chicas a la esquina del restaurante de Marcial.

—Está bien, cómo ordene

El jefe, con un caminar que demostraba autoridad, se paseaba por los pasillos llamando a todas las chicas, salió con ellas y partió nuevamente con las chicas al restaurante que tenía don Marcial. Mientras Ninon se quedaba junto con Whisky en "The Hause off Bell"

Eran las once y quince de la noche, las chicas quiénes no habían recibido ningún cliente regresaban con caras largas y un sentimiento de inquietud a dónde Triana. El silencio pesado se cernía sobre ellas mientras caminaban con pasos cansados, conscientes de la mirada severa de Triana.

-¿Qué pasa? ¿Por qué esas caras? —Las chicas no contestaron a su pregunta y nuevamentepregunto. — ¿Les pasó algo o qué?

Cristal se puso delante del resto y dijo. —Triana, la noche de hoy ya Ha sido...no, la verdad no hemos recogido nada.

Triana arrojó a un lado el vaso que estaba tomando y dijo. —Es enbola de estúpidas eso es lo que son todas, unas mujeres imbéciles que no pueden hacer bien su trabajo, mujeres viejas demacradas no sirven nada más que para ser un estorbo. Pero esto se acabó están idiotas si creen que van a seguir comiendocomo si nada en el prostíbulo sin obtener un solo cliente, ahora la mujer inservible será desechada cómo cualquier otra. —Se puso de pie y dijo: —Vámonos antes que me arrepienta y las maté a todas aquí mismo.

—Es lo que te dije Triana, solo a ti se te ocurre regresar a sacar estás a la calle con el peligro que se escapen. —Dijo Don Marcelo mientras tomaba un café. —Y recuerda quién da las órdenes aquí, soy yo.

— ¿Nos vamos? —pregunto Triana

—Vete tú, yo me quedaré un rato más con mi viejo amigo, luego las alcanzo.

Todas las chicas regresaron a la van y se fueron de regreso al prostíbulo con caras tristes temiendo de lo que le podía llegar a sucederles si la situación no mejoraba, la tristeza parecía ser compartida en una sola al ir apretadas las unas con las otras, al llegar al lugar cuando todas se bajaban a Elizabeth se la cayó un pendiente y decidió quedarse a buscarlo.

—Yatzil ayúdame. —Le dijo

Yatzil se acercó y comenzaron a buscar por toda la van el pendiente de Elizabeth.

—Ay no encuentro nada. —DijoElizabethmientrasbuscaba por todos lados desesperada. —Buscare adelante. —Dijomientrasbuscaba en la parte del chófer mientras Yatzil se quedó en la parte de atrás.

Camino viejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora