Quinto libro de una saga basada en los juegos de Pokémon creados por Game Freak. En esta historia, David, un joven huérfano de la región de Galar, buscará superar el Desafío de los Gimnasios y ganar la Liga Pokémon para volverse el mejor Entrenador...
La Cuarta Etapa del Desafío de los Gimnasios y terminó y ahora, solo quedan 256 Entrenadores. Sí, muy poquitos y aún faltaban 4 medallas más. Para la Quinta Etapa, a David y a Hop les tocó ir a Pueblo Ballonlea, donde se encuentra la Líder de Tipo Hada, Opal. Para ello, tuvieron que atravesar el misterioso Bosque Glimwood, llamado así por ser un laberinto luminoso. Y tengo chistes peores, así que prepárense.
—Así que este es el lugar de donde proviene mi Ponyta. Es lógico que sea tan bonito como intrigante —comentó David.
—Sí, por supuesto —respondió Hop—. Crían Ponytas y Rapidash en una granja de Pueblo Ballonlea y los dueños les regalaron algunos a nuestro granjero el día en que su hija Lena nació.
—Sí, ese día, yo le ofrecí una manzana a la mía para ver si quería ser mi Pokémon. Y todo lo que pasó después de eso, ya lo sabes.
El pelimorado sonrió— Te puedo garantizar que sí.
Mientras avanzaban por el bosque, vieron a una Entrenadora con un Metapod tratando de capturar a un Impidimp.
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—Marnie me mencionó que acaba de capturar un Impidimp también y que planea darle una Maxi-Sopa o algo para que adquiera el Factor Gigamax —comentó David—. ¿Pero acaso esto realmente funciona así?
Hop negó con la cabeza— No. Primero debe evolucionar en Morgrem y luego en Grimmsnarl. Una vez logre eso, sí le podrá dar esas comidas especiales.
—Ah, bueno. Recuérdame llamarla para explicarle la situación.
Después de eso, finalmente llegaron a Pueblo Ballonlea, un pequeño pueblo ubicado en medio del Bosque Glimwood, así que aquí crecen setas brillantes por todas partes. No se preocupen, que no son venenosas. ¿O sí lo eran? No, no lo son.
