Pokémon Espada y Escudo Viajes por Galar

Capítulo XIV: Una Reunión de Amigos

Opening: Ao no Sumika (Jujutsu Kaisen Opening 3)

Mientras descansaban en el avión, David y Hyuga tuvieron el mismo sueño, un sueño muy extraño. Se encontraban en un amplio espacio de color negro donde no se podía distinguir nada a kilómetros y el de blanco no se notó muy contento por varias razones— Oh, amigo. No este sueño otra vez.

Hyuga se sobresaltó al escuchar eso— ¡¿Cómo que otra vez?! ¡¿Acaso tú ya estabas soñando con esto?!

David, todavía molesto, respondió— Así es. Lo sueño en periodos de tiempo que no soy capaz de predecir. Primero me despierto en un espacio oscuro y, después de caminar un rato...

Una luz roja se dispersó por el ambiente, revelando que ambos se encontraban en una ciudad destruida.

—Ah, será mejor que no mires arriba, Hyuga —le sugirió David.

—¿Pero por qué no debería hacerlo? ¿Qué es lo que no debo mirar? —Hyuga no hizo caso y miró hacia arriba, revelando una figura oscura con forma de mano esquelética que lo espantó—. ¡¿Esa es la mano del Titán de Eren?!

El de blanco negó con la cabeza— No. Es mucho peor.

La mano juntó toda la luz roja de la zona y la disparó hacia David y Hyuga en forma de rayo para matarlos. Pero en ese momento, ambos se despertaron, viendo que el vuelo a Pueblo Wedgehurst aún no aterrizaba.

Mientras luchaba por recuperar la respiración, el Pokefílico comentó— De los sueños más extraños que he tenido hasta ahora, este es el tercero.

Cashew, confundido y curioso, le preguntó— ¿Por qué el tercero? ¿Qué fue lo que soñaste?

—Ya te contaremos —respondió Hyuga-chan para luego voltear a ver al de blanco—. Bueno, David. Como a ti te toca hacer el Juramento del Atleta, me gustaría oír qué es lo que tienes hasta ahora.

David se aclaró la garganta— Aquí en Galar, los Pokémon se hacen gigantes.

Hyuga lo golpeó en la cabeza— No. Eso suena terrible. Hazlo otra vez.

El de blanco se sobó y pensó en qué decir— ¿El Curry está riquísimo?

Lo volvió a golpear— ¡No!

—Las ciudades son muy grandes.

Lo golpeó otra vez— ¡No!

Antes que David pudiera pensar en otra tontería, Cashew les avisó— ¡Ya podrás pensar en tu cisdurso después, David! ¡Ya llegamos!

Era verdad. El avión finalmente había arribado al Aeropuerto de Pueblo Wedgehurst, donde los estaban esperando Hop, Marnie, Bede y Sonia. El pelimorado saltó sobre el de blanco para abrazarlo— ¡Amigo, finalmente llegaste!

—Así es. Te dije que no tardaría mucho —dijo David correspondiéndole el abrazo cuando se dio cuenta de algo—. ¿Pero no se suponía que Leon también estaría aquí?

—Bueno, es que, por alguna razón, Leon pensó que sería una buena idea ir por las montañas y ahora, tengo que ir a recogerlo —dijo Sonia visiblemente molesta, a lo que Bede respondió con los ojos en blanco— Qué sorpresa.

—Sí, pero Leon siempre aprovecha esos extravíos para entrenar —mencionó Hyuga-chan—. Por algo es el Entrenador más fuerte del mundo, aunque mi hermana Kaede considera debatible esto.