Quinto libro de una saga basada en los juegos de Pokémon creados por Game Freak. En esta historia, David, un joven huérfano de la región de Galar, buscará superar el Desafío de los Gimnasios y ganar la Liga Pokémon para volverse el mejor Entrenador...
A la mañana siguiente, David se montó en su Rapidash y se dirigió rápidamente a Pueblo Spikemuth, donde sería su séptima batalla de gimnasio. Mientras galopaban, el de blanco le comentó a su Pokémontura— Oye, Rapidash. La verdad me sorprende que haya aprendido a montarte tan rápido si nunca antes he tomado lecciones. Si es así, ¿acaso tú crees que mi pequeña hermana Lena pueda ser tan buena o mejor que yo en esto?
La Pokémon Unicornio solo puso los ojos en blanco, a lo que su Entrenador respondió— Sí, tal vez cuando deje de confundir el té venenoso de Polteageist con Leche de Skiddo.
Ambos se echaron a reír al escuchar eso, hasta que frenaron al escuchar un alboroto y, cuando voltearon, vieron que se trataba de un Golisopod y un Grapploct salvajes combatiendo entre sí.
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Al verlos, nuestro prota dijo horrorizado— Leí una vez que Golisopod y Grapploct suelen pelearse para medir su fuerza y el perdedor pasa a ser el alimento del ganador. Hm, debe ser por eso que los duelos oficiales entre esos dos Pokémon están prohibidos. Pero mejor no pensemos en eso. Sigamos.
Después de un rato, David y su Pokémontura llegaron a la entrada de Pueblo Spikemuth, la cual estaba cerrada con una puerta metálica.
Al verla, se bajó de su Rapidash y la regresó a su Pokébola— Menos mal que estas puertas no son ningún problema para mí. Solo tengo que subirlas y...
Pero antes de poder hacer nada, unos Reclutas del Equipo Yell salieron de la nada y se pusieron a arrojarle cosas para que no intentase entrar, lo que le hizo reclamarlos— ¿Acaso es así como ustedes reciben a los turistas? No se pasen.
—¡Oye! ¡Por aquí! —le gritó Marnie, quien lo estaba llamando a una entrada secreta, así que como pudo, David esquivó todas las latas y botellas y se metió al pueblo, el cual lucía como un pueblo fantasma lleno de basura, casas y comercios destruidos y un techo agujereado que permitía el paso de la lluvia.
—¿Pero qué pasó aquí? ¿Dónde está todo el mundo? —preguntó David preocupado y Marnie respondió— Todos residen de forma permanente en el Centro Pokémon, el único establecimiento que funciona aparte del Gimnasio. Como ya deberías saber, Pueblo Spikemuth es el único pueblo de Galar que no cuenta con un nodo de Energía Dynamax y, por ese motivo, a los turistas no les gusta visitar este lugar ni apoyar los comercios que había aquí. Eso ha provocado que todos enloquecieran y dejaran este lugar en condiciones deplorables. Por eso me inscribí en el Desafío de los Gimnasios, porque si me vuelvo Campeona, podría sacar a todos de esta terrible situación.
—Oh, así que tú estás peleando por tu pueblo y tu gente. Esa es una mejor razón que la que yo tengo para competir. Pero bueno, ¿me dices dónde está el Estadio.
