La vida nos odia.
Nunca estuve tan de acuerdo contigo.
Primero: El lunes nos fuimos de la escuela después de TRES MALDITAS HORAS, porque Cameron estaba asqueado con limpiar y si él no terminaba con su parte, no podíamos irnos.
Segundo: El martes nos fuimos a la misma hora que el lunes, pero porque Cameron no quería tocar la basura, por lo tanto, me mandó A MÍ a tirar las bolsas pesadas y que por poco son más grandes que yo.
Tercero: El sweater que tenía pensado ponerme hoy, estaba en el cesto de ropa para lavar.
Cuarto: La tarea de matemática me costó muchísimo hacerla, cosa que nunca pasa.
Cinco: En serio, ¿que problemas tienen con arrojar la basura al piso? ¿Tanto cuesta tirarla en el cesto que tienen AL LADO?
Y para colmo, Cameron se dió el gustito de no venir a la escuela. Por lo tanto, ¡¡DEBO LIMPIAR TODO SOLA!!
Hoy estamos exasperadas.
Una mano que se mueve de arriba a abajo se intercepta en mi visión, logrando que regrese a la realidad.
—Oye, te hablo.
Miro a Tyler, medio perdida y pestañeando muchas veces con rapidez.
—¿Si?
Me observa con el entrecejo hundido y sus labios se entreabren, con un poco de indignación.
—Dime que escuchaste todo el chisme y que no hablé como si fueras una pared.
—...Claro que te escuché...Obvio que si.
Asiento fervientemente y con decisión, pero mentir no es mi fuerte y Tyler lo sabe.
—En resumidas palabras, dije que, al parecer, él fin de semana hubo una fiesta en la casa de Cameron, pero que sus padres estaban de viaje y la organizó sin tener permiso.
—¿Se fueron de viaje y lo dejaron a Cameron solo? ¿Justo a Cameron?
—Lo sé, muy raro. Era obvio que haría una fiesta, pero ningún vecino se queja de ello, así que sus padres jamás se enteran.
—¿Rompieron algo?
—Sorprendentemente, no. Es para anotarlo en un libro de récords porque eso no pasó en...¿años, tal vez?
Suelta una risa sonora y yo tomo de mi botella de agua, mientras comienzo a pensar en lo que Tyler dijo.
Abusar de la confianza que te dan tus padres, es muy deshonesto. A fin de cuentas, ellos nos dan la vida y son los que están para nosotros.
Algunos padres están más presentes que otros.
Yo tengo la suerte de tenerles la suficiente confianza para contarles lo que sea y saber que van a apoyarme. Pero este último tiempo, se quebró al no poder decirles que me sancionaron, poniendo de excusa que voy todas las tardes a la casa de Tyler a hacer un proyecto para la escuela.
Pero Cameron, parece que no tiene esa confianza para decirles las cosas de frente.
Que buen dato el que nos encontramos.
Archívalo en la lista mental.
Archivado.
Unos gritos se vuelven presentes detrás de mí, haciendo que me exalte y volteé a ver de que se trata.
—Solo son Las Cobras.
Escucho a Tyler que habla con la boca llena. No está ni un poco afectado por los gritos, pero tiene una sonrisa a medias para que su ensalada no se le escape de los dientes.
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El Plan Que Nos Unió
Roman pour AdolescentsUna chica, un chico. Dos corazones en juego. Y un plan que trata de unirlos a la fuerza. Twyla prefiere los días fríos, los copos de nieve, los sweaters, el café caliente y quedarse en casa. Cameron prefiere los días calurosos, la playa, los trajes...