•CAPÍTULO 6•

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La semana ha pasado MUY rápido.

Quizás, porque me interesé mucho en estudiar para el exámen de Biología, terminar el trabajo de Química que Cameron no iba a hacer, cocinar una nueva receta de galletitas, tener una pijamada con Tyler en su casa para ver la película live action de Barbie e ignorar al basquetbolista odioso cada que pasa cerca de mí.

Ojalá la semana haya sido más lenta.

Porque este día será el peor de todos.

Hoy ya es lunes, lo que significa que luego de clases, tendremos el primer día de limpieza en la cafetería.

Lo cuál, es un asco.

—¿Cómo crees que te fue en el exámen?

—Quiero creer que aprobé. Quedé en blanco en los primeros diez minutos cuando leí el punto uno.

Tyler y yo salimos del salón, luego de tener la prueba de Biología.
Debo admitir que me resultó complicado responder algunos puntos, pero pudo ser completamente peor e infernal.

—Siempre dices lo mismo y siempre apruebas. Estudiaste mucho, ya verás que te irá bien.

Miro a Tyler, aún notando su duda en el rostro. Es entonces cuando sonrío levemente y agregó una simple frase que alegrará su mañana.

—Además, como sé que ambos aprobaremos el exámen, iremos a tomar un helado a esa heladería que te encanta.

—¿Fatamorgana?

Asiento super convencida. Tyler ama ese lugar porque le atrae la chica de la caja registradora.

Él iría a comprar un helado todos los días si pudiera.

—Así es. Pero solo si logras aprobar, aunque es obvio que lo harás.

Veo como aparece su sonrisa de golpe y me señala.

—¡Ya caí en la trampa! Acepto.

Sonrío de lado al conseguir mi cometido y doblamos por el pasillo que nos lleva hacia la cafetería, donde será mi perdición dentro de dos horas.

—Por cierto, recuerda que hoy debes irte sin mí.

—¿Segura que no quieres que te espere? No tengo problema en quedarme afuera.

Niego con la cabeza y me doy cuenta de su pucherito. Trató de convencerme toda la semana para que no me vaya sola, pero no voy a pretender que me espere tanto tiempo aunque él diga que lo haría.

—Estaré bien, Ty.

—¿Y si te pasa algo pero no estoy ahí? ¡Tus padres me matarían y mis padres también!

Tiene un punto. Lo incinerarían.

—Okey, okey. Activaré la ubicación del celular, te enviaré un mensaje cuando salga de la escuela y otro cuando llegue a mi casa. ¿Te parece bien?

Se queda viéndome con atención durante unos segundos, hasta que asiente pero con los ojos entrecerrados.

—Bien. Pero no me llegan esos mensajes y juro que voy corriendo hasta tu casa, llamo a la policía y que inicien una búsqueda de tu persona. Incluso llamo a los bomberos y a una ambulancia, por si acaso.

Se me escapa una risa baja, haciendo que mis ojos se cierren.

Si el dramatismo fuera una persona, estoy segura que sería Tyler.

—Ya. Si tu lo di...

Siento como mi tobillo decide dejar de cumplir su función, doblándose de una manera extraña que tranquilamente podría convertirse en un esguince, pero mi cuerpo traicionero no logra mantener el equilibrio y me tropiezo con mi propio pie. Por mi cabeza, llega la imagen de que voy a caer al piso. Por lo tanto, trato de atajarme con las manos y cierro los ojos con fuerza.

El Plan Que Nos Unió Donde viven las historias. Descúbrelo ahora