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MINHO

Me había fijado en el recepcionista antes. Era adorable. Pero hoy había sido la primera vez que interactuamos más que... Su habitación está lista, Sr. Choi.

Traté de concentrarme en la película, pero todo en lo que podía pensar era en TaeMin. Tenía una hermosa complexión delgada con delicados y hermosos músculos y cálidos ojos avellanos. Y su boca; Dios que boca tan perfecta. Incluso antes de que la película llegara a la primera escena de sexo, mi polla estaba carcomiendo mis pantalones debido a TaeMin y su acto tímido. Abrí la cremallera de mi bragueta y me bajé los jeans por debajo del trasero. Hoy no había usado ropa interior, anticipando mi viaje a la clínica de fertilidad.

Apoyé la cabeza contra el respaldo del sofá y agarré mi erección. La punta ya estaba resbaladiza con líquido pre seminal y gemí mientras apretaba y tiraba de mi polla. Me imaginé a TaeMin arrodillado frente a mí, sus labios regordetes húmedos y listos para que se deslizara mi polla en su boca.

Agarraba su sedoso cabello rubio y jodía su cara, empujando mi gruesa y larga polla hasta lo más profundo de su garganta. Dios, ¿querría eso? ¿Lucharía o me chuparía hasta dejarme seco? ¿Y si en lugar de dejarlo irse antes, cerraba la puerta y le ordenaba que se arrodillara? ¿Qué habría hecho si me hubiera desabrochado la bragueta y le hubiera pedido que me chupara? Mis bolas se tensaron cuando me imaginé corriéndome en su boca, y mi liberación pegajosa goteando por su barbilla.

—Oh, maldición —dije con dificultad, bombeando mi polla con fuerza. Por lo general, tenía un poco más de problemas para meterme en esto que hoy, y sabía que todo se debía a mis cinco minutos con TaeMin.

¿A quién no le gusta la polla? Sé que yo la amo.

—¿Sí, TaeMin? ¿Te gusta la polla? —Susurré. —¿Te gustaría más mi polla en tu trasero apretado en lugar de en tu boca? —Me lo imaginaba de rodillas, con el trasero en el aire y su agujero rosado esperando que yo lo saqueara. Mi corazón golpeó mis costillas mientras fantaseaba con agacharme detrás de él y deslizar mi polla gruesa en su tierna abertura. — Oh, maldita sea. Te jodería tan duro. Entraría en tu trasero y te llenaría tanto que olerías a mi esperma durante una semana.

Gemí y me acaricié más fuerte. Era difícil conocer a chicos que estuvieran interesados en mí solo porque me encontraban atractivo. Era el director ejecutivo de Choi Foot Fantastic y la mayoría de los Omegas con los que me encontraba en mi empresa sólo querían conseguir un esposo rico. No había conocido a un Omega que me excitara con solo una mirada, en meses. Pero algo en la forma en que TaeMin me había mirado desde el momento en que entré al edificio hoy me intrigó. Era obvio que él se sentía atraído por mí, pude oler su excitación. Pero él no sabía nada de mí. No sabía que era asquerosamente rico. Simplemente se había interesado en mí porque me encontraba sexy. Eso era refrescante.

Mis dedos agarraron mi gruesa y larga polla con más fuerza, y balanceé mis caderas. Extiendo mis muslos y empujé en mi puño, imaginándome a TaeMin pidiendo más. Sabía que su trasero sería como una prensa en mi polla palpitante. No parecía un tipo que jodiera por lo que estaría más apretado. Sabía que su agujero me exprimiría y ordeñaría como nadie lo había hecho en meses. Yo también lo tomaría sin protección. Tal vez pensaría que tenía un condón, pero luego lo excitaría tanto que me rogaría que me viniera fuerte.

—Oh, TaeMin—siseé. —Déjame joderte a pelo. —Arqueé mi espalda y gemí cuando mi polla se hinchó. De repente me acordé del vaso de plástico a mi lado, y en el último segundo logré ponerlo en posición. Metí la cabeza de mi polla en la taza mientras mi polla se sacudía con fuerza, rociando un torrente de semen en el recipiente. Casi me desmayo porque el placer de mi orgasmo fue tan intenso. Gruñí y me estremecí, llenando la taza con más pulsos de semen.

Un donante sin igualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora