Capítulo ocho: ¿Posesiones?

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Capítulo ocho: ¿Posesiones?


Ambos hombres estaban sentados en las sillas de una mesa. La madre estaba consintiendo al nuevo amigo de su hijo con varios postres caseros.

Muchas gracias -dijo Lucifer aceptando la comida

Entonces ¿qué es lo que te gustaría saber? -preguntó la madre

Sobre los arcángeles -dijo Lucifer

Ahh, sobre mis guardianes -dijo la mujer

¿Guardianes? -preguntó Lucifer

Si, los guardianes de la tierra y el cielo, ahh mi Gabriel, él te puede ayudar -dijo la mujer empezando a buscar en un bolso que tenía en la cocina

¡¿Gabriel?! -preguntó sorprendido Lucifer

La madre de Alastor regresa con los chicos con varios artefactos que Lucifer nunca había visto, entre ellos estaban...

Un péndulo para comunicarme con mi querido Gabriel, cartas tarot para comunicarme con mi guia espiritual y varios cuarzos para equilibrar mi energía -dijo felizmente la madre de Alastor

¿Ah? -preguntó Lucifer sin comprender nada

Tu sigue el juego -dijo Alastor un poco molesto

La madre de Alastor golpea levemente la cabeza de su hijo

¡Mamá! -dijo Alastor avergonzado

Entonces respeta -dijo su madre

Lucifer tapa su boca pues una leve risa tenía que ocultar, pero no lo logró ya que su nuevo amigo humano lo miró molesto.

Empecemos a comunicarnos con Gabriel, la fuerza de dios -dijo la madre

¿La fuerza de quien? -preguntó Lucifer

Su elemento es el agua, signo cancer, escorpio y piscis, asociado con la luna y los lunes -decía la madre

Ah, y por eso no nos podríamos caer bien, los lunes son los peores -dijo Alastor burlándose

Alastor consiguió dos cosas, otro golpe de su madre y una pequeña risa de Lucifer.

Duraron más de una hora para que la madre de Alastor le explicara sobre los "artefactos angelicales" y sobre los arcángeles. Todo claro, una idea errónea por parte de Lucifer pero estaba muy atento a la conversación de la mujer, no como Alastor quien se había quedado dormido en los primero diez minutos. Lucifer voltea a ver el reloj de la pared de la cocina y le comenta amablemente que tiene que irse ya.

Alastor no quiere despedirse aun de Lucifer así que le comenta que le puede invitar un café y un postre para que se lo lleve para Charlie y bueno, anda que acepta, todo por Charlie ¿no? Iban caminando y hablando de cosas de sus "trabajos" en su trayecto se encuentran a un perro que le ladra a Alastor haciendo que este brincara del miedo y para su suerte Lucifer lo sostiene en sus brazos, a Alastor le gusta e incómoda la situación, Lucifer le da risa y lo baja unos segundos después.

¿En serio? ¿Qué tanto miedo les tienes a los perros? -preguntó Lucifer divertido

No es miedo, es disgusto -dijo Alastor

Aja, claro -dijo Lucifer

No me gustan, son muy peludos, molestos y tontos -dijo enojado Alastor

Son las criaturas más bellas -dijo Lucifer acordándose que no hay perros en el infierno, pues realmente sólo tenían lugar en el cielo, hace mucho un lunático combinó un gato con una mosca y sabe que para crear un tipo de chihuahua, pero no salió bien. (Helluva Boss T2 E6)

Deberías darle honor a tu nombre, Lucifer, los gatos supuestamente son diabolicos asi que... -decía Alastor divertido

Y si que lo son -dijo Lucifer pensando que efectivamente los gatos eran los que sí se podían encontrar en el infierno

¡AUXILIO! -gritó una mujer

Tanto Lucifer como Alastor se detuvieron, estaban en la entrada de la iglesia y observaron el caos que estaba frente a ellos.

Luzbel... ¡Lucifer lo ha poseído! -gritó la mujer aun lado de un chico que parecía tener convulsiones

¿Que yo que? -preguntó Lucifer

Alastor le da un codazo a Lucifer un poco divertido

El demonio está dentro del muchacho -dijo el padre que empezaba a acercarse

Rápidamente Alastor se esconde detrás de Lucifer, este no entendía porque.

Por favor ayude a mi muchacho -pidió la mujer

Por supuesto -dijo el padre

El padre saca agua bendita y la arroja al muchacho y empieza a rezar varias oraciones. El muchacho empieza a calmarse. Y la gente alrededor empezaba a alabar al dichoso padre de la iglesia.

¡Lo ha logrado!

¡Es un héroe!

Gracias padre, gracias

¿Ahhh? ¿Qué acaba de pasar? -preguntó Lucifer a Alastor quien estaba fuera de un pequeño negocio ordenando algo.

Lucifer se acerca a Alastor y este le entrega felizmente un capuchino y una bolsa con posiblemente un pan dulce. Lucifer lo mira extraño.

No me gustan las religiones. Viste un espectáculo simple para manipular y mantener su audiencia -dijo Alastor

Mmm -accedió Lucifer, sabiendo que Alastor no le decía toda la verdad, pero no podía pedir más, pues apenas estaba conociendo al muchacho.

Lucifer se despidió de Alastor y se fue, en su trayecto estaba pensando lo bueno que sería implementar los cafés de los humanos en el infierno. Se termina su capuchino, lo tira en un bote de basura y se teletransporta al infierno sin que nadie lo note, excepto por dos individuos que se encontraban cerca de él con capas y capuchas negras. 

El café prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora