El café prohibido

Capítulo veintisiete: El limbo

Capítulo veintisiete: El limbo

Los ojos de Alastor empezaban a abrirse. Suelta un quejido de dolor y se acaricia un poco su cabello, estaba completamente acostado en el suelo, así que empieza a moverse para lograr sentarse en el suelo, no recuerda nada de lo que había pasado o como llego a... Alastor mira sus alrededores con gran confusión y miedo, el lugar estaba completamente desolado, era un bosque gris, oscuro y cubierto de neblina, los árboles estaban secos, la tierra está podrida, las nubes negras, el sol o la luna, lo que estuviera tras las nubes, parecía un eclipse, todo tenía un aspecto de mala muerte.

¿Ya despertaste bella durmiente? -preguntó una voz gruesa

Alastor voltea a ver hacia donde había venido la voz y se encuentra con dos sujetos en capas con conchas negras.

¿Quienes... ¿Quienes son ustedes? -preguntó Alastor

Vamos al grano insecto, estamos en el limbo, donde se decide dónde van las almas humanas -dijo uno de ellos en un tono enojado

Alastor abrió los ojos lo más grande posible.

Así que... aquí vamos a ver tu miserable y aburrida vida de humano y vamos a decidir donde... - decía uno de ellos

¡Al infierno! -grito Alastor

¿Qué? -preguntó uno de ellos asombrado

Alastor se levanta del suelo y se sacude un poco de polvo

Al infierno porfavor -dijo Alastor sonriendo

Los dos sujetos encapuchados se miran uno al otro

Hice cosas horribles, entre a un convento y mate a padres y monjas -dijo felizmente Alastor

Siii.... pero todos ellos eran pedofilos asi que... -decía uno hasta que recibió un codazo del otro

Aff... -suspiro uno - ¿En serio crees que voy a dejarte ir al infierno para que le lastimes otra vez? -preguntó uno, el que al parecer era más serio

Alstor lo mira y recuerda algunas de las palabras de Adam

¿Son sus hermanos no? ¿Eres Miguel? -preguntó Alastor

Los dos encapuchados se miran y se quitan las capuchas, efectivamente eran Miguel y Azrael.

Azrael y este enojón es Miguel -se presentó Azrael -¿Se puede saber de dónde has sacado esa información? -demandó Azrael

Fue Adam -dijo Alastor

Tsk -se quejó Miguel, pensando que después lo mataría

Disculpen... ¿me podrían mandar al infierno? -preguntó Alastor

¿Y eso por qué? -preguntó Azrael. Tanto él como su hermano sabían cuáles eran sus razones, pero querían escucharlo de él mismo.

Alastor lo mira con un poco de temor, pues se acordaba de las palabras de Adam, advirtiendo que no se acercará a los hermanos de Lucifer, al menos no a Miguel, y justo ahí, frente a él estaba el hermano mayor de la persona que buscaba. Su mirada se vuelve segura y sonríe, pues ya estaba en el limbo, ¿qué más podía perder?

Porque amo a Lucifer -dijo Alastor

Tal vez eso no fue buena idea, pues en un segundo para otro tenía las manos de Miguel sobre su cuello aplastando su cuerpo contra el suelo.

Ehh, ¿Migue? -preguntó Azrael

¡¡¡¿Amor?!!! ¡¡¡¿Amor!!!? ¿Qué sabes tú sobre el amor? ¡Tu! ¡Maldito desgraciado hijo de puta! -Miguel recibe un puñetazo de Alastor

Azrael mira como Miguel recibe un puñetazo de un alma humana, el puñetazo le dolió mucho a Alastor pero no lo hizo notar, mientras que Miguel no recibió ni un rasguño, ni siquiera lo sintió en absoluto.

Metete conmigo si quieres, insultame y golpéame, pero no te metas con mi madre -dijo Alastro

Hablando de ella... está en el cielo ¿lo sabías? ¿No te gustaría saludarla? ¿Y renunciar al infierno? -preguntó Azrael. Miguel suelta al humano y este se levanta

No, gracias pero no, quiero estar con Lucifer -dijo Alastor

Tsk -se quejó Miguel y se aleja del humano

Metí la pata, lo lastime, lo se... quiero ir a disculparme y... y... -decía Alastor un poco tímido

¿Sabes que si vas al infierno no podrás nunca acceder al cielo? No podrás volver a ver a tu madre -dijo Azrael

Lo se -Alastor suspira y agarra el collar que tenia puesto- Pero amo a Lucifer, quiero estar con él

¿Miguel? -preguntó Azrael

Bien... después de todo ya han pasado cinco años -dijo Miguel

...

¡¿Qué?! -preguntó gritando Alastor

¿No creerás que íbamos a dejarte ver a nuestro hermanito días después de que le hayas roto su corazón, verdad? -preguntó Azrael divertido

¿Cinco años? ¿Como? ¿Por qué? ¿Atrapado aquí? ¿No me di cuenta? ¿He dormido aquí, cinco años? -pregunta Alastor

Lo sentimos pero... -decía Azrael

Yo no -dijo Miguel

Le rompiste el corazón a nuestro hermanito, su corazón estaba muy frágil y no queríamos arriesgarnos así que... si... has estado durmiendo por cinco años, pero tranquilo, ni tu cuerpo ni mente salieron afectados, aún eres el lindo y encantador muchacho que nuestro hermanito se enamoró hace años atrás -dijo Azrael divertido

Alastor estaba nervioso, había pasado ya varios años, ahora tenía miedo de que Lucifer ya ni le recordara.