Capítulo treinta: Reunión familiar

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Capítulo treinta: Reunión familiar


Lucifer fue el primero en despertar, desde hace años siempre despertaba completamente solo, triste y desolado, pero ahora a su lado estaba el único pecador que le importaba en el infierno. Alastor se quedó dormido acurrucando su cabeza en el pecho del rey, Lucifer no se quería mover aun, asi que disfruto mirando su alrededor, tenía su transformación activa, cuernos, colas, alas, realmente había pasado una noche salvaje y apasionada, toda la cama estaba hecha polvo, con plumas por doquier y un poco de sangre, tanto roja del pecador como dorada del rey. A Lucifer le pareció divertido, pues ya ni recordaba en donde y como le había sacado sangre a él.

Lucifer se quita su transformación y observa cuidadosamente a Alastor quien estaba completamente dormido, parecía que aún estaba en su quinto sueño, siendo que ya había amanecido y tal vez era un poquito ya tarde como las once o doce. Lucifer bostezo, pues aunque era un hombre matutino estaba cansado se acerca a Alastor y le besa en la frente, realmente estaba feliz de tenerlo en sus brazos, después de tantos años, jamás pensó que lo volvería a encontrar, pensando que incluso después de su muerte él llegara al cielo, por nada en el mundo pensó que podría llegar al infierno y mucho menos, que lo había hecho a aproposito para llegar a él. Lilith sacrificó al ángel caído para que ella pudiera acceder al cielo y Alastor se sacrificó a él mismo, para llegar al infierno y encontrarse a Lucifer. Lucifer sonríe, finalmente una sonrisa verdadera de amor, finalmente encontró un amor que vencerá cualquier obstáculo de ahora en adelante.

Lucifer se acomoda para volverse a dormir pero es interrumpido por Razzle y Dazzle que aparecen en llamas en su cuarto. Dazzle tenía un pergamino con un liston dorado en su pequeño hocico mientras que Razzle tenia una pequeña caja de color negro. Lucifer se acomoda en la cabecera y los pequeños dragones se acercan y le entregan sus respectivos objetos. Lucifer les agradece y se van de inmediato en llamas. Lucifer deja aun lado la caja y jala el listón del pergamino, lo desenrolla y empieza a leer la dichosa carta que provenía claramente de sus latosos hermanos mayores.

Ghhmm -gime Alastor al despertar

¿Aun en tus sueños eróticos? -preguntó Lucifer

Buenos días -dijo cansado Alastor

Lucifer sonríe y se acerca al pecador para proporcionarle un cariñoso beso .

Buenos días -dijo Lucifer, agitando su mano y un destello dorado aparece creando una bandeja que presentaba dos platos de desayunos, un capuchino y un macchiato helado. Lucifer toma en mano su macchiato y bebe.

Tu y tu macchiato -dijo Alastor acomodando en la cabecera de la cama

Hace años que no me tomo uno -dijo Lucifer

¿En serio? -preguntó Alastor- Vi muchas cafeterías que en el infierno, hiciste un buen trabajo, su majestad -dijo Alastor bebiendo su capuchino con nata

Mmm, al final... no hay ningún sabor más bueno que tu -decía Lucifer mientras le proporciona un beso a su pecador y lame la nata sobrante- ningún café es tan tentador como mi ciervito -dijo Lucifer sonriendo

Alastor le sonríe y toma su collar de plata en sus manos.

Lo guardaste, después de tanto tiempo -dijo Lucifer

Siempre, es mi amuleto de suerte y... creo que aun podia sentir tu energía en el -dijo Alastor

Mmm, le di un sello de protección -dijo Lucifer

Y tú... ¿Tienes el tuyo? -preguntó un poco nervioso Alastor

Lucifer acerca su mano hacia su pecho, un destello dorado empieza a salir, aparece de su pecho el collar y el soberano lo sujeta en manos.

El café prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora