Un Cuento (Adaptación)

Mi centro, Mi Mundo

7. Mi centro, mi Mundo

A veces, no se esas cosas, que se que eran importantes para ti y yo con mi exceso de confianza, las obviaba. Esas cosas que ocurren a diario, pequeños gestos, sonrisas y caricias, que tienen un significado oculto, el llamado secreto de las palabras y es imposible reparar en todas ellas, son pequeñas casi insignificantes, pero son las que se quedan siempre en el recuerdo y es eso lo que importa. Cada momento perdido, cada detalle y....todo lo que sentí­as.

Y por todo lo que me haces sentir cuando estamos juntos, cuando pasas tu mano por mi espalda y mi mundo se para y solo puedo dar las gracias por que estas aquí­, esas pequeñas cosas que ocurren a diario entre nosotros, tan a menudo que hoy por hoy no soy capaz de describirlas con palabras y decirte todo lo que significaban para mi. Que mi vida en estos últimos ocho años, con tu amor, con nuestros enfados, con las peleas y sus reconciliaciones, con todo eso y muchas cosas mas se han convertido en mi centro, te has convertido en mi centro, mi mundo.

Completo, esa es la palabra, que nunca te he dicho y que muchísimas veces me hubiera gustado decirte, que me haces sentir completo.
A veces, me decía que tu presencia no me hací­a feliz, que solo quería tu compañía para no sentirme solo. Pero no es verdad, es solo que....que querí­a mas cosas, mas sonrisas y chistes malos a altas horas, escuchar tus intentos de bromas y tus falsos insultos, tus caricias furtivas cuando pensabas que dormía y ese Felipe, dicho de manera amenazante que lo único que me produce es gracia.

Quería estar en un lugar, donde tu perfume nublara mis sentidos y llenara mis pulmones con tu esencia y ver cuando te retirabas el pelo de la cara y te humedecías de forma casi imperceptible los labios, en un gesto tan erotico a mis ojos, que me encantaba y como me mirabas con disimulo y fingida inocencia. Las miradas, los choques de hombros, coger mi mano entre la tuya y entrelazar nuestros dedos, canturrear contigo alguna canción del programa veíamos por aquel entonces y que se te hubiera pegado o discutir por mi forma de hacer las cosas en producción a mi manera, o por tu forma de valorar a los errores inexistentes. Todo Leti, todo, si es contigo, lo quiero todo.

Hasta cuando volvia a casa y estaba solo, recordando tu cuerpo tibio junto al mio y tu olor en mi piel y me dormía pensando en tu sonrisa. Porque mañana estarías de nuevo ahí por y para mi­, con tus sonrisas, tus gestos y tus miradas.

Quiero pensar que para ti, era lo mismo y creo que durante los últimos tiempos te ha quedado muy claro, que tu eres mi mundo, se que sabes que te quiero, se que sabes que indudablemente siempre te voy a querer, aunque estemos en otros brazos ajenos a los nuestros.

Sé que te dije una vez, que eres mi constante, la luz que guí­a mi camino y que sin ti me siento perdido, que eres mi mundo, que lo eres y lo seguirás siendo mientras viva y pueda recordarte sonriente en mi mente.