La segunda vez

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8. La segunda vez

La segunda vez, que estuvimos juntos, fue casi divertido y chistoso, estábamos incluso mas nerviosos que la primera vez y nuestros gestos eran torpes e imprecisos, que casi no lo recuerdo, lo que si recuerdo perfectamente, fue que te volviste hacia mi en la cama y dijiste algo, ese algo que aún  no puedo recordar por mucho que lo intente y me odio por ello, porque se que era precioso y simple, que te salió sin pensar tras los restos del orgasmo que aun seguía recorriendo nuestro cuerpo, estabas tumbada en mi pecho, medio dormida y apenas podias abrir los ojos y una sonrisa adornaba tu rostro y me acariciaste la cara a oscuras mientras rei­as y me decí­as algo como "ay Borbón, Borbón, Felipe, Felipito mio "¡Que cosas tiene la vida!" y entonces soltaste aquello sobre que habías roto todas tus normas sobre no acostarte nunca con compañeros de trabajo, ni con amigos y nunca pero nunca conmigo, pero que había algo maravilloso en romper todas tus absurdas normas, ya que romperlas había sido lo mejor que podías haber hecho incluso mas que cuando te lo imaginabas. Y a mi me fascino que lo imaginarás porque yo llevaba imaginándolo desde el día que te conocí Ortiz, tenerte así, al natural en mis brazos.

Joder, es que daria lo que fuera por volver en el tiempo y grabar en mi memoria cuales fueron tus palabras exactas, recuerdo que me reí de ti y contigo y tu también lo hacías y eso llenaba mi alma, porque estaba seguro que todas esas tontas normas las tenias ordenadas, clasificadas, jerarquizadas y probablemente escritas en algún lugar y que cuando me veias las leias evitando caer y al final caiste porque sabes que somos como imanes que no se pueden mantener lejos.

Pero también sé que te pareció maravilloso haberlas roto todas conmigo, y eso era tan maravilloso pero tan maravilloso, que probablemente, no habría podido ni respirar de la emoción, si no me hubiese entrado la estupida risa nerviosa. Pero reaccione rápido y recuerdo que algo se activo en mi cerebro "confesión de la mujer que amas, Borbón concéntrate y presta atención " y te salí con una típica de mis bromillas a ver si picabas

-¿Desde cuándo somos amigos Leti, digo...desde cuando tienes normas para no acostarte sobretodo conmigo? Y ....¿por qué sobretodo conmigo?, me siento ofendido...

- Oh Felipe, no juegues a eso, no quieres jugar a eso, no quieres, no...

-¡Pues si que quiero jugar, si quiero!...¡quiero jugar Letizia!

-No estas preparado para saber la verdad,-sentenciaste muy seria, hasta que no pudiste fingir mas y soltaste una carcajada abierta y clara, llena de luces, donde yo me quede clavado.

Eso podía tener múltiples lecturas, una "mucho antes que de lo que tu piensas y porque me importas demasiado para arriesgar a que saliese mal" y un posible "mucho después de lo que tu piensas y porque me pones histérica en el trabajo con tus miradas, como para no saltar directa a tu cuello", no quise insistir porque dicen que la curiosidad mato al gato y claro yo podía salir perjudicado.

Lo único que importaba es que te parecía maravilloso haberlo hecho y con eso me bastaba.
Recuerdo que te acaricie el pelo, casi con devoción y pensé en decirte algo, te volviste a quedar dormida y bese tus labios de forma dulce y pausada disfrutando del contacto, para luego susurrar;

-tanto, tanto, tanto

-tanto, tanto-murmuraste contra mi pecho

-tanto y mas Ortiz y mucho mas

Pasaste un brazo alrededor de mi cintura desnuda y te acomodaste bajo mi barbilla y creo que hasta varias lagrimas traviesas se deslizaron de mis ojos. Lo único que yo puedo decirte es que yo nunca tuve ninguna estupida norma de esas, pero si llegue a tener una sobre que, si finalmente ocurría no íbamos a cagarla, no lo permitiría, en parte, porque me enamore de ti desde el primer momento, pero lo mas importante porque eras y eres mi amiga, mi mejor amiga, porque te quería demasiado como para pensar que podría o puedo perderte, pero sobretodo quería acostarme contigo porque eras tu y nadie mas, solo tu y era contigo, sobretodo contigo. Y, si no ocurría, no quería que ocurriese con nadie, porque el resto de mi vida, por encima de todo, contigo y sólo contigo.

Un Cuento (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora