Hoy no

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25. Hoy no

Sabes que hay días en los que me encierro en mi mundo y no salgo de el, días en los que no quiero ni me apetece otra cosa que no sea, estar en mi refugio, en mi casa.

Hoy es uno de esos días, en los que no quiero ni puedo salir de el. No he querido hablarte en ningún momento de porque me siento así ni de que me ocurre.

Quiero mantenerte aparte de estos momentos, como los niños que sacuden las manos bajo las pompas de jabón para mantenerlas en el aire, intentando mantenerlas, pues yo quiero respetar mis momentos conmigo.

No te hablo de ello, aunque muchísimas veces he pensado en hacerlo y explicarte como me siento, se que sonara estupido y de hecho yo me siento como un imbecil por ello, pero yo respeto tus silencios, así que, tampoco pido demasiado. Lo único que me apetece es salir de aquí­, salir corriendo y tal vez, desaparecer un tiempo y borrar todo lo malo, todo lo que me angustia y que deje de ocurrir y que nunca mas ocurra, que no exista y desaparezca este sentimiento de desazón de mi cuerpo.

Solo quiero que todo lo malo desaparezca, tal vez, pido demasiado, por que no existe un botón que nos permita, borrar todo lo malo y solo quedarnos con los recuerdos agradables, con los bellos y felices, por qué, se que tu tampoco tienes la respuesta, pero eres tan inteligente, que sabrás llegar al punto que me refiero.

Todo lo que tengo para huir, es el refugio de mi soledad, que tantas veces me acompaña cuando tu no estás, apenas dejo que la luz entre dentro de la estancia e incluso muchas veces el silencio se hace insoportable y no tengo nada a lo que aferrarme que no sea tu imagen en mi cabeza Letizia, en tus profundos ojos verdes mirándome con amor mientras estamos en tu despacho y yo estoy tan absorto en el trabajo, que crees que no me doy cuenta de que me estas mirando pero sí se que lo haces, porque siento que tu mirada traspasa mi alma.

Últimamente pienso mucho, en que lo mejor, seria acabar con todo, romper de una vez con esta locura, pero no puedo, no soy capaz de dejarte, eres mi única luz, las lagrimas se hacen eco de mis pensamientos y se transforman en rios salados que surcan mis mejillas porque es tan absurdo pensar que puedo iniciar una vida sin ti Letizia.

Me gustaría tanto contarte como me siento, frente a frente sin secretos, sin medias verdades, ni mentiras piadosas, no se exactamente como empezaría a contártelo, quizás que me siento vacío, que tengo miedo, que te quiero o cualquier cursilerí­a de esas, o simplemente te miraría y veri­as dentro de mi mirada la verdad. Siempre dices que mi mirada azul es como un espejo para ti, que se me escapan las emociones por ella, pero eso solo sucede contigo y no te das cuenta.

Aunque lo cierto es que terminaría banalizando algo tan importante y no me tomarías enserio.
Me gustaría escuchar tu voz, y no solo en mis pensamientos, me gustaría recordar cada una y todas tus palabras, aunque trasladaran enfado, que dijeras lo que dijeras, pero que viniera de ti, que fuera tuyo, tan tuyo que al final es tan mio, porque con el pasar de los años Letizia, hemos conseguido eso que lo tuyo se convierta en mío y lo mío en tuyo.

Pero supongo que hoy no es uno de esos di­as, hoy solo me apetece dormir, hibernar como los osos y que cuando despertara todo estuviera en su sitio y en su lugar.

Así que ahora iré a dormir un rato, a dejar, que el mundo de los sueños me invadan, y tal vez, soñar contigo, o tal vez hoy no....para que mentir hoy y siempre soñaré contigo mi amor.

Un Cuento (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora