Amigos o mas que amigos

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12. Amigos o mas que amigos

No se como contarte esto, creo que por eso lo escribo, tengo la sensación de que sonará a algo que no es, quizás algo sórdido, patético o peor condescendiente.

No se cuando empezó, ni siquiera porque no lo evite, paso de ser algo insignificante a ser un sentimiento habitual. No veo los cuando, solo el donde, nuestro día a día, trabajando hombro con hombro, invadiendo el espacio casi intimo del otro.

Conozco los elementos de los que surgió esa sensación de cruzar el limite de la amistad a algo que iba mas allá de ella, pudo ser por las horas juntos, los años e incluso por el amor, que sentíamos, claro que es común que entre dos personas que pasan mucho tiempo juntos, se cree un vinculo especial, pero puedo asegurar que el nuestro iba mas allá.

No hay manera de que pueda sonar bien, y dudo incluso de que sea comprensible pensar, como yo lo veo, tal vez tu, pienses que fuimos antes que nada, compañeros y luego amigos y por ultimo amantes, pero yo no lo veo así, creo que antes que todo fuimos amantes aun antes de que nos hubiéramos fundido en un solo ser, porque nos sentí­amos irremediablemente atraídos como dos imanes, luego quizás fuimos amigos y por ultimo, tal vez, fuimos compañeros. No hay forma correcta de definirlo, solamente......solamente me apetece contártelo.

Hemos hablado de muchas cosas durante estos años, pero hay ciertos temas que no tocábamos, por ejemplo creo que nunca hemos hablado de sexo, lo hemos practicado pero.....pero nunca hemos hablado de ello.

No fue sino hasta que ocurrió entre nosotros y que empezó a formar parte de nuestras vidas, como algo personal, después de unos años, teníamos un nivel de intimidad, en el que cualquier cosa de la que hablábamos se terminaba convirtiendo en un tema personal, en algo intimo entre tu y yo, pero podíamos hablar de cualquier estupidez sin sentido, menos de sexo, creo que creamos tal tabú alrededor de ese tema, que ni después de estar juntos toda la noche amándonos hablábamos de eso, quiero pensar que era y es porque para ninguno de los dos es solo sexo, sino mucho....mucho mas.

Y me recuerdo a mi mismo en el hotel de Sevilla, después de que al salir del set donde hacíamos los castings te giraste enfadada hacia mi y me dijiste "no me busques esta noche Felipe", recuerdo estar tumbado en esa fría cama, anhelando tu compañía, mirando a la puerta que comunicaba nuestras habitaciones y pensando en ti.....pensándote .

Tanto contacto, tanta intimidad....las cosas mas importantes siempre las callamos, de hecho la mayor parte de las cosas personales que he ido descubriendo de ti a lo largo de los años, las he aprendido a través de tus palabras y tus gestos, a veces dulces y tiernos y a veces bruscos y casi enfadados, pero tan tuyos que...que han terminado también siendo míos.

Creo que te conozco tanto, tantísimo incluso mas que a mi mismo, que sabia cuando habi­as tenido sexo con Jaume y odiaba ver como bajabas la mirada sin poder verme a la cara, sin dejar tu mirada verdosa fija en la mía azul y odiaba saberlo, conocerte tanto, tanto, tanto, que siempre descubro lo que te pasa incluso antes de que me lo cuentes, pero....pero había cosas como esas que....que definitivamente prefería no saber.

Y volviendo a aquel hotel y a aquella fria cama, recuerdo que me levante de ella y me apoye de espaldas a la puerta que comunicaban nuestras habitaciones, con mis manos rozando el pomo y mi mente maquinando mil excusas, para cruzar esa puerta, hasta que oí movimientos y.....y maldita sea gemidos....gemidos tuyos....mezclados con otros gemidos...
Y no es tan simple como parece Letizia, porque en esos momentos se me olvidaba que éramos amigos y que realmente éramos algo mes y las ansias de cruzar aquella puerta me nublaban los sentidos y reclamarte..... reclamarte tu engaño pero....pero debía pensar fríamente.

Así que volví a tumbarme en la maldita cama y ahogue un grito de rabia y frustración contra la almohada, intente cerrar los ojos, pero era peor, te imaginaba disfrutando de un beso lento dado por tu marido o gimiendo con sus caricias y eso me mataba, en esos momentos odiaba ser solo tu amigo.

Recuerdo haberme vestido con furia y rabia, lo primero que pille de la maleta y coger la dichosa tarjetita de la habitación y salir a pasear por la ciudad que dormí­a placidamente, mientras yo estaba furioso, creo incluso que me puse a correr y termine a las orillas del Guadalquivir viendo llegar el amanecer y también recuerdo tu cara al verme aparecer pasadas las nueve de la mañana con el pelo revuelto por la brisa y la camisa por fuera del pantalón, tu expresión confusa y de tristeza y mi sonrisa de superioridad que escondía una de lastima....lastima hacia mi mismo, por hacerte pensar que había pasado la noche con una mujer, recuerdo incluso haber reído con alguna broma de David al respecto y seguirle el rollo, solo para que tu creyeras que yo también lo había pasado bien.

Y lo único que habí­a de cierto en aquella noche era que los dos no habíamos dormido tu, por razones que aun odio recordar y yo.... yo porque a veces y solo a veces odio....odio ser solo tu amigo Letizia.

Un Cuento (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora