22: ¿Entrenamiento de distracción?

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Todos se miraron entre sí y Eren comenzó a negar con la cabeza

-¡Eso no es cierto!, ¡Annie no puede ser la Titán Hembra!- negó, no queriendo creerlo

Tragué en seco y me acerqué a él

-es difícil de creer, pero es lo único que nos queda... Yo... No quiero aceptarlo pero...- ahogué un sollozo -pero es la verdad, Eren, hay muchas pruebas en su contra y es imposible no verla como la traidora- musité en un susurro

Eren bajó la mirada. Papá explicó el plan que tenían, lo que me dejó impactada, fue eso de que tendrían que entregar a mi amigo castaño

-¿Qué?... ¡No, me niego!- exclamé de metiche que soy

Levi me puso una mano en el hombro y me sentó de nuevo

-cállate y escucha- reprochó

Me crucé de brazos, enfurruñada, mientras Levi posaba una mano ahora en mi rodilla en un intento de evitar que me levantara, haciéndome sonrojar de forma leve solo por el roce

Estúpidas hormonas

Escuché el resto del plan y suspiré con alivio; no iban a entregar a Eren

-entonces, ¿Usaremos a Eren como carnada?- pregunté, analizando el plan aún en mi cabeza

Mi padre asintió

-que novedad- murmuré con sarcasmo

Luego de dar por terminada la discusión, subimos a las habitaciones con total tranquilidad, yo llendo con lo superiores porque bueno, mi habitación está para allá. La de Levi era la que más cerca quedaba de la mía —siendo más precisa, a cuatro cuartos de distancia— así que me acompañó hasta que llegamos al mío

-Alice- me llamó antes de que pudiera abrir la puerta y lo miré

Estaba serio, como si pensara algo

-¿Si?- lo insté a seguir
-mañana ve al campo de entrenamiento, te esperaré allí a las 9:00, no tardes- advirtió

Alcé una ceja

-¿Va a entrenarme?- pregunté
-es un método de distracción, quiero entrenar con alguien y eres mi mejor opción. Así de paso mejoras- respondió

Fruncí el ceño, ofendida

-haré como que eso último nunca dejó su boca- murmuré y, antes de dejarlo responder, pegué mis labios a su mejilla -buenas noches, Levi- susurré antes de entrar a toda carrera a mi habitación

Cobarde pero yendo por lo seguro

Pegué la oreja a la puerta, con el corazón aporreándome el pecho, tratando de escuchar el momento en que se marchara. Por unos minutos, no escuché absolutamente nada, pero, después, sentí sus pasos alejarse camino a su habitación

Una vez el sonido de su puerta cerrándose llegó a mis oídos, corrí hacia mi cama y me lancé a ella, pegando un gritito que amortigüé contra la almohada

¡Había besado a Levi!, En una mejilla, ¡Pero lo había hecho!

Sonreí emocionada mientras sentía mi cara arder y daba vueltecitas sobre el colchón

¡Besé a Levi, y salí con vida!

Ya entendimos, cariño, no lo repitas tanto

Fruncí mis labios, reprimiendo una risita, y decidí ir a tomar una ducha para luego acomodarme entre las sábanas y dormirme más rápido de lo que esperaba

***

A la mañana siguiente, la emoción me carcomía, era una sensación que nunca había experimentado y que, aunque no lo crean, se sentía muy lindo. Me arregle y fui rápidamente rumbo al campo de entrenamiento, donde, al llegar, divisé a Levi esperando tranquilamente

La hija del comandanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora