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31 HIDRA
"Yue, despierta." Iván habló en voz baja.

"..." Al recibir el silencio como respuesta, estuvo a punto de abrir una tapa.

"Yue, hoy es un día importante, tendremos que levantarnos temprano si queremos aprovechar nuestro tiempo al máximo".

"...suuuuu~....suuuu~..." Los sonidos de su sueño solo se hicieron más fuertes en respuesta.

Sintiendo el dolor en su brazo, Iván finalmente tuvo suficiente.

"¡Dije que despertaras!" Esa ira se proyectó mientras balanceaba el brazo en el que Yue había estado durmiendo; Entró en pánico por la pérdida del brazo antes de caer accidentalmente de la cama.

Miró a Ivan con descontento mientras se frotaba la nuca. Un día de estos siente que golpeará el suelo de manera incorrecta, pero a Iván probablemente no le importó mucho eso ya que su regeneración simplemente la sanaría.

Ivan saltó de la cama junto a ella y se preparó para el día siguiente. Limpiarse teniendo en cuenta las cosas que traerá consigo. Haciendo una breve revisión de mantenimiento solo para asegurarse de que todo funcionó bien.

Permitir que Yue chupara tanta sangre como una forma de enmendar el hecho de ser parcialmente responsable de su caída de la cama. Tomaría un tiempo regresar al piso 199 desde donde estaban, por lo que se sentirá mejor cuando lleguen allí.

Ivan estaba satisfecho mientras miraba el contenido de su bolso. Tuvo un largo debate sobre si debía llevar su mochila con él. Al final decidió hacerlo, si un monstruo poderoso realmente residía detrás de esas puertas, entonces podría dejar su bolso a un lado antes de que entraran.

Adornó su equipo con fuerza, asegurándose de que no estuvieran lo suficientemente sueltos como para obstaculizar su movimiento. Y aunque Ivan no estaba familiarizado con la confección de ropa, y mucho menos con ropa que le quedaría bien a una niña, sí le proporcionó a Yue algo de equipo.

Al menos hizo todo lo posible para cumplir con sus peticiones. Para empezar, él siguió adelante y le dio su cota de malla de repuesto, aunque como maga ni siquiera debería estar cerca de un enemigo con una espada, pero era mejor prevenir que curar.

Y aunque él era consciente de sus propiedades regenerativas, le gustaría dejarlo como último recurso si fuera necesario, si surgiera la situación en la que se le acabara el maná, entonces necesitaría la defensa adecuada.

Él la miró para asegurarse de que se abrochara correctamente el equipo. Asintiendo satisfecha al verla con una túnica de maga blanca, Yue dio un pequeño giro mientras se miraba estoicamente en un espejo. La bata terminaba hasta sus rodillas mientras insistía en que necesitaba movilidad para poder correr mientras lanzaba hechizos. Se subió la capucha antes de decidir que prefería que estuviera bajada.

Exactamente por las mismas razones por las que negoció el casco, no podía ver nada. No importa cuántos intentos hiciera Iván, simplemente hacer un casco cómodo para una cabeza distinta a la suya era mucho más difícil de lo que pensaba.

Demonios, ya era difícil hacer las botas marrones que adornaba sus pies. Ya que necesitaba obtener la forma y el tamaño correctos para asegurarse de que sus pies no le dolieran ni nada por el estilo.

Fue una experiencia bastante incómoda pero al final lo lograron. En cuanto a los calcetines negros hasta la rodilla, eran algo de su propia creación ya que Ivan simplemente no sabía cómo hacerlo. Eso además de la falda negra corta que llevaba.

En lugar de ser la asistente de un alquimista, terminó pareciéndose más a una aprendiz de mago, pero tampoco es que la mirada belicista de Ivan inspirara los signos reveladores de un alquimista también. Pero bueno, era una mirada con la que ambos estaban satisfechos cuando la expresión estoica de Yue se convirtió en una cálida sonrisa mientras se giraba hacia Ivan.

ARIFURETA: The Otherworldly AlchemistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora