ARIFURETA: The Otherworldly Alchemist

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117 CONEJO BERSERKER Parte 1
"¿Estás seguro de que este es el lugar?" Felis miró a su alrededor con curiosidad, su visión bloqueada por docenas de árboles y una densa niebla. Hace treinta minutos, Iván y la tripulación aterrizaron en Reisen Gorge. Después, Iván los guió hacia el Mar de Árboles a pesar de saber que entrar sin una guía significaría someterse a la maldición de la niebla.

Pero tenía fe en que los encontrarían, después de todo, él fue quien entrenó a los Haulia. Si no hubieran podido detectar a un grupo de intrusos entrando al bosque, entonces su entrenamiento bien podría haber sido en vano.

"¿Entonces no puedes navegar a través de todo esto?" En lugar de responder a su pregunta, Iván pasó a hacer sus propias preguntas. Además de probar el Haulia, el otro propósito de entrar imprudentemente al bosque era ver si Felis y Canis podían navegar a través del bosque como lo haría un hombre bestia.

"No, no. En absoluto ~ ¡Incluso Canis parece estar teniendo problemas!" Felis se rindió mientras entrelazaba los dedos detrás de su cabeza, asintiendo con la cabeza hacia Canis, quien a cambio sacudió la cabeza. Fue un duro golpe para la leona que se enorgullecía de sus habilidades de rastreo.

"Ya veo... Supongo que sólo un hombre bestia nacido en el bosque... No, eso tampoco tiene sentido. Hay muchos ejemplos de cazadores que utilizan hombres bestia nacidos de esclavos para navegar a través del bosque en busca de las raras pieles. de monstruos que residen aquí. Simplemente debe significar que ni Felis ni Canis son verdaderos hombres bestia además de sus características físicas…”

Murmuró Iván para sí mismo, permitiendo que su campo aplastara y distorsionara los cuerpos de los monstruos que se abalanzaban sobre él desde cuatro metros de distancia. Su habilidad mejoraba cada día que pasaba, pero mientras un ser con un físico particularmente fuerte entrara en su límite, podría resistir sus efectos antes de llegar a su cuerpo.

Y eso fue todo lo que necesitó para romper su concentración, dándose cuenta de que no sería capaz de aplastar a un ser que podía acercarse tanto a él en medio segundo antes de que golpearan su cara, la mejor opción sería desactivar el límite y usar sus Ataques fisicos.

A menos que la fuerza de su límite creciera exponencialmente más de lo que esperaba, sería capaz de destruir lo que podía atravesar su límite en tan poco tiempo, era un esfuerzo inútil.

Había una actividad que disfrutaba con sus nuevas habilidades.

"¡GRAAAA!"

El monstruo parecido a un mono saltó de un árbol como si estuviera usando un trampolín y se lanzó directamente hacia el torso de Ivan. No había sido testigo de las tragedias que les habían hecho a otros monstruos, así que sin miedo entró en la barrera invisible de Iván.

¡APLASTAR!

Su cuerpo se contorsionó y retorció como una marioneta maltratada, con la cabeza mirando hacia el lado opuesto al cuerpo. Sin duda estaba muerto. En lugar de caer al suelo, el cuerpo del monstruo parecía un mono sólo flotaba en el aire. Luego, como si el tiempo se hubiera revertido, cada miembro del monstruo volvió a su posición anterior. Sus ojos dilatados brillaron con una luz renovada, luego cayó al suelo.

"..."

Miró su cuerpo empapado en sudor frío, examinando cada miembro como para asegurarse de que lo que había sucedido no fuera una ilusión. Incluso si su cuerpo volviera a la normalidad, el dolor permaneció arraigado en lo profundo de su mente. Sus extremidades se retorcían, sus ojos se salían de sus cabezas, el sonido de sus huesos siendo aplastados hasta convertirse en polvo, lo recordaba todo.

¡PASO!

El monstruo despertó de su estupor al escuchar el sonido de hojas aplastadas, giró su cabeza para encontrarse con los ojos de quien había atacado segundos antes de destrozarse. Y luego... corrió. En el momento en que sus ojos se encontraron, el monstruo supo que el humano frente a él era la causa de su dolor. Ser asesinado sin posibilidad de defenderse hizo que el monstruo se diera cuenta de que no era ningún oponente para el humano que tenía delante.