ARIFURETA: The Otherworldly Alchemist

74

74 MEJORAS
Iván colocó la piedra sobre su escritorio mientras la observaba mientras tomaba su barbilla con su mano izquierda y soportaba el peso del brazo flotante con su mano derecha. De pie aturdido mientras contempla el brillo de su luz azul pálida. Había pasado un día desde que Felis descubrió la piedra y en ese momento ya se había ido a trabajar. Ari y Tio estaban operando la tienda como de costumbre mientras Yue holgazaneaba en la sala de estar, dejando a Claire parada a su lado y ayudándolo con lo que necesitara.

En su camino para dejar a Felis, había realizado algunas pruebas en un monstruo en el desfiladero, drenando su resistencia antes de darle una gota de Ambrosía. No se detectaron cambios notables más allá de que recuperó su vigor. Por otra parte, esta prueba fue un poco inapropiada considerando que incluso si su reserva de maná aumentará, no podría usarla ya que las propiedades antimagia del desfiladero lo prohibirían. Decidió realizar la prueba nuevamente cuando reconoció a Felis, esta vez sobre un monstruo dentro de la mazmorra.

Pero ahora necesitaba decidir qué haría a partir de ahora. A Iván no se le ocurrió otra forma que el proceso que mencionó. Incluso el más mínimo trozo de carne de monstruo era letal para el cuerpo humano, tomarlo en pequeñas dosis no funcionaría muy bien. Eso lo hizo pensar en una manera de alimentarlo constantemente con el líquido mágico, optando por usar una bolsa intravenosa normal llena de Ambrosia. Era un método simple que aseguraría que no dejaría de que el líquido ingresara a su cuerpo y comenzaría el proceso de curación.

Tenía algo de carne de monstruo bien almacenado en su almacén que sería buena para realizar pruebas, inicialmente puesta allí para preparar algún veneno fatal que confiaba que tendría éxito en su trabajo. Iván no estaba consciente de cómo la fuerza o la biología de las criaturas afectaban la potencia de las toxinas de las que estaba hecha su carne, así que decidió hacer una apuesta segura y usar la carne de monstruo de alguna bestia débil que encontró en el piso. 101 mientras limpiaba. con Claire y Felis.

El 'Tesoro escondido' de Ivan brilló con un color verde brillante cuando un cadáver parecido a un lobo apareció en la otra mesa junto a él. La bestia estaba cubierta por una capa de piel blanca con la excepción de sus patas de piel negra. Venas rojas recorrieron su cuerpo exterior y se arrastraron hasta el largo par de colas blancas que colgaban de su parte trasera. Este era el Lobo de Cola Gemela, enemigos cuya magia especial era envolverse en electricidad y dispararla hacia los enemigos si así lo deseaba.

Por un segundo, Ivan contempló que probar el proceso en sí mismo primero podría ser un gran salto. Siempre existía la opción de correr hacia Ur o Fuhren y tomar uno o dos criminales que a nadie le importarían, obligándolos a digerir la carne del monstruo y luego la Ambrosía. Sólo había un límite al que un investigador podía llegar sin realizar pruebas en humanos...

Borró ese pensamiento de su cabeza antes de cortar un trozo del vientre de la bestia y guardar el resto en su almacenamiento. Iván prefería no ser visto como un monstruo lunático por su familia, por lo que encerrar a un pobre tipo y alimentarlo a la fuerza con carne venenosa probablemente no quedaría bien en su imagen.

Si este era el riesgo que debía correr un investigador, que así fuera, era uno que ya había decidido. Ivan alineó cuidadosamente una pila de pociones curativas en un escritorio cercano, si la Ambrosía fallaba entonces estas pociones definitivamente también serían ineficaces. Pero en el caso improbable de que aliviaran incluso parte del daño, lo consideraría un éxito.

Estos movimientos eran extraños para Claire, que ni siquiera había oído sus aviones todavía. Cualquier pregunta que ella hiciera fue rechazada por desdén o actos indiferentes. Para ella esto sólo despertó más sospechas, fuera lo que fuera lo que estaba ocultando, Iván parecía decidido a esperar hasta que todos se reunieran antes de explicar. Un deseo que respetó mientras dejaba de hacer más preguntas.