ARIFURETA: The Otherworldly Alchemist

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UNA ÚLTIMA
Como Ivan esperaba, Claire y Ari regresaron unas horas después que las hermanas homúnculos. Aunque su tarea debería haber sido la más fácil, fueron retrasadas una y otra vez por Hombres Bestia demasiado hospitalarios que hicieron todo lo posible para adular a las dos, considerando a qué grupo pertenecen.

Pero viendo que Iván los consideraba inútiles en su próxima aventura, los dos simplemente los ignoraron antes de llegar al País de las Maravillas.

Los Haulia aceptaron su petición inmediatamente, tan pronto como Shea escuchó sus palabras una sirena resonó a través de la aldea oculta y en cuestión de segundos un ejército organizado y armado hasta los dientes estaba en formación justo en frente de su sala de mando.

Claire y Ari admitieron que el constante “ha llegado el momento” y “nuestra gloria nos espera” que se gritaban en las calles los asustaba un poco.

Y ese miedo pareció extenderse al resto del Mar de Árboles cuando todo se volvió notable silencioso en el bosque ese día.

Claire le dio un resumen básico de sus planos a Shea, luego le entregó un cristal azul irregular antes de sacar a Ari del bar y correr hacia el desfiladero lo más rápido posible.

Si todo funcionaba como estaba previsto, el cristal brillaría dorado en el momento en que Iván señalara el comienzo de la batalla contra Ehit y sus fuerzas; romper el cristal abriría un portal temporal para que las fuerzas pasaran, transmitiéndolas inmediatamente a donde estaba Iván.

El mismo cristal también estaba en posesión de Miledi.

Y ahora los únicos que deben estar en proceso de recibir el dispositivo son los Hombres Dragón. Han pasado dos días desde que Tio se fue e Ivan no estaba precisamente apresurándola considerando que no había estado en casa desde que se conocieron.

Estaba seguro de que ella tenía mucho que contarles a sus compañeros de clan sobre los asuntos del mundo exterior.

'Pero todo un clan de Hombres Dragón luchando a nuestro lado, ¿eh...?'

Parecía que en todos los mundos los dragones eran considerados seres inmensamente poderosos, ya fuera en el mundo pasado de Ivan con la cantidad de leyendas que se referían a ellos, o en este mundo donde los Hombres Dragón alguna vez fueron elogiados como los guardianes de la paz del mundo.

Yue, que los idolatraba especialmente, balanceaba las piernas desde el banco de trabajo con anticipación, todo mientras se ocupaba de clasificar el material.

Los Hombres Dragón de este mundo eran como héroes de cuentos de hadas antes de que Ehit y todas las demás razas mancharan sus nombres. Alcanzaron su máxima popularidad antes de que Yue fuera encarcelada.

Aunque hoy en día no se diferencian en nada de los mitos del antiguo mundo de Iván, al menos para la gente de hoy.

Lo cual probablemente fue algo bueno porque ese era el punto, el objetivo de los hombres dragón durante los últimos siglos ha sido hacer todo lo posible para esconderse de la vista del público y hasta ahora lo han logrado.

'Tio debería volver mañana, parece más ansiosa que nadie por vengarse de Ehit. Me imagino que los miembros de su clan no son diferentes.'

Felis y Canis también pudieron convencer a Miledi para que reuniera sus fuerzas, al menos la pequeña golem dijo que los acompañaría durante la batalla final en el momento en que acumulara suficientes golems para la batalla.

No es que Iván alguna vez dudara de tal declaración de ella, de hecho había estado esperando en el fondo de su laberinto por más de 500 siglos solo por la oportunidad de matar al dios contra el que ella y su grupo habían estado conspirando por aún más tiempo.

Iván susspiró antes de dejar caer repentinamente sus codos sobre la mesa del taller, la tensión se reflejó en sus ojos mientras sacudía la cabeza furiosamente.

Los Haulia habían logrado acumular una gran fuerza desde la última vez que los vio, diablos, su pequeña civilización era prueba suficiente de ello.

Luego estaba el asunto de armar a los hombres dragón, solo debería haber unos pocos cientos de ellos, pero Iván necesitaba hacer artefactos que se ajustaran a sus formas al alternar entre forma de dragón y humana.

Y por último, pero no por ello menos importante, los gólems de Miledi. Quién sabía cuántos traería. Diablos, si ni siquiera podía dar una hora concreta de cuándo los mostraría, entonces eso probablemente significaba que traería más de unos pocos cientos.

Es posible que incluso la cifra llegue a millas.

Entonces, ¿qué haría Ivan para prepararse para algo así? Bueno, para él, el mejor curso de acción permitiría que el gólem de siglos de antigüedad usara su propia experiencia junto con el material que él le proporcionaría.

Para ser más específicos, núcleos de apóstoles.

Tenía una gran cantidad de ellos y probablemente ganaría aún más después de la incursión.

Iván abrió un portal a su lado antes de sostener su Tesoro sobre él, los núcleos de apóstol llovieron sobre él como una cascada antes de que se cerrara rápidamente, lo suficientemente rápido para evitar escuchar las quejas de la chica golem que se enojaba cada vez que Iván dejaba caer corazones en su cabeza.

¡Literalmente, por supuesto!

Gracias al anillo que Felis y Canis se llevaron al laberinto de Miledi, nació una forma tan cómoda de transportar objetos. Simplemente introduce algo por un anillo y saldrá por el otro. ¡Incluso sin magia espacial, cualquiera puede usarlo!

Sin duda le surgieron algunas ideas perversas cuando lo concibió por primera vez, pero decidió dejarlas atrás hasta que se enfrentara a la amenaza actual.

Por ahora estaba satisfecho sabiendo que si mostraba un dispositivo tan conveniente a cualquier fuerza que dependiera del transporte de mercancías, estarían comiendo de sus palmas solo por un par.

Hablando de fuerzas que le devorarían la palma de la mano si tuviera la oportunidad, Ivan se preguntó cuán rápido se desarrollaría esta pequeña batalla. Como mínimo, quería asegurarse de que el Reino de Heiligh sobreviviera a todo.

Así como estaban allí sus compañeros de clase, por quienes realmente no se preocupaba, estaba Aiko, y luego, sin mencionar todo el afecto persistente de Claire por sus amigos y familiares que residen allí.

'Pero un día más eh... ¡Supongo que tendré que trabajar muy duro hasta entonces~!'

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