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92 BAJO EL MAR
"¡Guau! ¡Mira todo ese azul~!" Felis presionó con entusiasmo su rostro contra el cristal. Su cola golpeó la cara de Iván que sólo intentaba volar.

"..... Esa podría haber sido la cosa más tonta que ha dicho hasta ahora..." La que la amonestó fue Canis, quien se apoyó en una pared con los brazos cruzados. Habló desinteresadamente, pero el brillo en sus ojos mientras miraba por el parabrisas era evidente.

Era de noche y el grupo prácticamente flotaba sobre el área indicada en el mapa. Sin avisar a Felis, Iván cambió el vehículo del modo vuelo a APC.

"¿Eh?"

El repentino cambio de flotar constantemente a cien como una roca tomó a Felis con la guardia baja. Todos los demás con quienes Iván se había comunicado telepáticamente ya estaban sentados o atados. Ivan no prestó atención a su grito de incredulidad mientras la veía ascender hacia el techo.

¡ESTALLIDO!

Su cuerpo se pegó al techo como pegamento. Fue aún más divertido para Iván en el momento en que golpeóon el agua, su cuerpo que una vez estuvo hasta el techo cayó al suelo. El ruido sordo fue inmaculado en sus oídos, ya que la mirada que ella le envió después, él la ignoró directamente.

El APC flotó hasta la superficie sin problemas. Antes de sumergirse en las profundidades del océano, primero quiso explorar para asegurarse de que estaban en el área correcta. Aunque era de noche, su visión estaba libre de obstáculos.

"Si yo fuera un laberinto hecho para proteger a mi guardián de los dioses y adoradores ilusorios mientras mantengo a salvo una magia capaz de revertir el rumbo de una guerra, ¿dónde estaría~?" En momentos como este, Iván deseaba haber creado un sonar radar para explorar debajo del océano.

Al mismo tiempo, deseaba que ese bastardo de Oscar les hubiera dado directamente las ubicaciones precisas de las mazmorras en lugar de mantener todo vago.

"Por otra parte, localizar la mazmorra podría ser parte de la prueba..." No estaba demasiado fuera de lugar pensar en ello de esa manera. De manera similar, sería la trampa del laberinto que era la mazmorra de Miledi, Ivan abrió la escotilla para el vehículo antes de salir, seguido por todos los demás que buscaban resolver este pequeño enigma.

El colgante que obtuvo del volcán Gruen tenía la forma de una mujer sosteniendo una linterna. Con una ranura donde se supone que debe entrar la luz, Iván había pensado antes en dejar pasar la luz natural. No tenía idea de si debería ser la luz del sol o la luna, pero pensándolo un poco, ¿por qué una mujer estaría usando una lámpara a plena luz del día?

Como tal, tal vez llegar aquí en plena noche fuera del escenario perfecto. Y así hizo lo que suponía. Sostuvo el colgante hacia la luna, permitiendo que la luz de la luna pasara a través de la ranura. En su mente estaba un poco emocionado, si tal escena se hiciera realidad entonces sería como un rompecabezas en un videojuego que lleva a la invocación de una mazmorra.

"..."

Tanto Iván como las chicas parecían idiotas. Afortunadamente nadie podía verlos desde lejos. Ivan dejó el colgante con un suspiro. Pero entonces... el colgante empezó a brillar.

¡BZZZT!

Un color plateado envolvió la linterna. A Iván le pareció que el colgante absorbía la luz de la luna para descubrir el siguiente secreto. No fue hasta que la linterna estuvo completamente envuelta en plata que algo en el paisaje cambió.

¡ESTALLIDO!

La luz explotó del colgante en un fuerte rayo plateado. Se dirigió directamente al océano sin resistencia alguna.

ARIFURETA: The Otherworldly AlchemistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora