Capítulo VIII: ¿Una creciente?

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Narra Izuku Midoriya.

La noche pasó rápido, después de matar a ese demonio revisé el pueblo, todo estaba en orden, ninguna chica había desaparecido, aún así yo estaba preocupado, seguramente el otro demonio aparecería mañana por la noche o incluso hoy por la noche.

Llegue a la posada y ahí estaba la chica que encontré anoche junto a Meikin, el cual me miraba con una pizca de odio.

Izuku: No sigues enojado por lo de la almohada ¿Verdad?

Meikin sólo volteó su rostro con indignación, sí, si seguía enojado.

-Midoriya-san, tiene una cortada en el rostro.-

Me tente la parte indicada y pude sentir un líquido en las llemas de mis dedos, era un poco de sangre.

Izuku: No es nada, estoy bien.

Para evitar que se infectara atendi mi herida, si se llegaba a infectar Shinobu-san me mataría.

Izuku: Saldré, vuelvo pronto.

No he comido en por lo menos quince horas o incluso más, cerca había un puesto de ramen, comería un poco para después volver y así lo hice.

Cuando volví Meikin ya no estaba, solo estaba la chica, debía de descansar siquiera un poco, luchar contra ese demonio me dejo agotado.

Izuku: Descansaré un poco, puedes salir, no hay ningún peligro, los demonios no salen por la noche.

Me quité mi haori y lo doble para dejarlo al lado de la cama, la chica salió de la habitación y yo me dispuse a dormir.

Me quité mi haori y lo doble para dejarlo al lado de la cama, la chica salió de la habitación y yo me dispuse a dormir

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Abrí los ojos sintiendo un dolor en mi cabeza.

Meikin: ¡Despierta holgazán!

Me estaba picando con su pico, lo alejé y le dije que se callara.

Izuku: No puedo dormir a gusto cuando tú estás.

Meikin: Llevas todo el dia dormido, ya está por anochecer.

Me levanté rápido y me puse mu haori.

Izuku: ¡Ubieras empezado por ahí!

Agarré mi katana y salí de la habitación, no sentía ninguna presencia mala, pero podía haber algún demonio que sabe esconder su presencia.

-Buena suerte, Midoriya-san.-

Saltaba por los techos de las casas, buscando alguna pista del demonio, Meikin me seguía por el cielo, algo estaba mal, Meikin nunca me sigue a menos que sea un demonio peligroso, a lo lejos escuché el grito de una chica, fui lo más rápido que pude, un demonio la tenía sujeta del pelo, ella intentaba huir, pero le era imposible.

De un solo movimiento le corte la mano al demonio y le quité a la chica, deje que ella escapara mientras yo me encargaba del demonio.

-Vaya, vaya, si que eres rápido, eres interesante-

Un nuevo cazador- Izuku Midoriya en Kny-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora