¡~KokuBowl~!

¡~Aprobar~!

Pedido de: Yui-Okawa, espero y te guste, lamento el día y hora en el que te conteste, ¡una disculpa! Se te ama. <3
[AU Moderno. Kokushibo será llamado también Michikatsu. Yoriichi maestro de Educación física. Pedofilia]

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Ultimamente Kokushibo ha estado algo distraído, desde hace un tiempo había perdido el interés completamente en su materia favorita, Educación Física, pues se le hacía algo cansado y tardado, siempre que tocaba esa materia intentaba seguir las indicaciones que le daba su maestro.

Yoriichi, quien era el maestro de Michikatsu, estaba preocupado por su alumno, pues cada vez su alumno se notaba más cansado y desganado. Ahora que se daba cuenta, si su alumno seguía así, de esta forma, podía reprobar, y él no quería que su alumno estrella reprobara.

Pensó en alguna solución fácil de cumplir y que no sea tan elaborada para el menor, sin embargo no se le ocurría nada, ya que también estaba a las carreras, quería pensar en algo ya. Pensó en darle una clase solo a su alumno, tal vez así podría perfeccionar las técnicas de su alumno, igualmente le gustaría pasar tiempo de calidad con el menor.

Tenía que decirle en una oportunidad que lo vea, si no tendría que buscarlo por toda la Universidad, aunque sabía perfectamente los lugares en los que se quedaba Kokushibo, sería fácil encontrarlo, pero ahora no tenía los ánimos de ir, tal vez en el receso.

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Kokushibo estaba en su última clase, ya para salir al descanso; estaba algo agotado, desde hace días había estado perdiendo el interés en Educación Física, ya se asimilaba llegar con un seis en la boleta. Aunque recordó a su maestro, él era alguien que no se rendía fácilmente, él quería que todos sus alumnos fueran buenos en su materia, era alguien muy bueno.

Reconoció el interés que su maestro tenía por él, aunque lo dejo pasar, no le importaba demasiado, pues era el favorito de casi todos los maestros, lastima que confundía favoritismo con amor.

Por fin esa campana había sonado, miró hacia arriba escuchando y viendo aquella campana, estaba feliz, ansiaba salir a fuera y despejar su mente. Al ver que todos sus compañeros se iban, se paró; antes de irse guardo bien sus cosas para luego sacar su desayuno.

Camino por los pasillos de la escuela, sin esperar a nadie, pues sabía qué sus amigos ya estarían allá arriba esperándolo. Sintió la presencia del alguien mayor que él, esa presencia cada vez se hacía más terca, ¿alguien lo estaría siguiendo?

Sintió como alguien sujeto su hombro, ¿algún matón? Se quedo quieto esperando recibir insultos o un golpe, sin embargo no fue así, simplemente escucho una risita; volteo hacia atrás encontrándose con su maestro, ¿qué hacía él aquí? Se preguntaba, ¿quería comer con él? O ¿lo iba ayudar en algo?

Se le quedó viendo a su maestro, quien tenía una sonrisa comprensiva en su rostro, esa sonrisa le causaba una paz y tranquilidad increíble, le encantaba esa sonrisa que poseía su maestro. -¿Pasa algo? Yoriichi-sama- Preguntó con una voz suave, viendo a su maestro con una leve sonrisa. Salió de sus pensamientos viendo a su alumno, se veía tan tierno.

-¿Podrías quedarte a la salida en el salón de Gimnasia?- Preguntó, Kokushibo pensó un poco para luego asentir, tal vez su maestro iba a perfeccionar sus técnicas para que no se cansara tanto, o algo parecido.