¡~KokuBowl~!

¡~Maestro~!

Pedido de: muchido, espero y te guste. 😸
[Au moderno, Koku/michi y Yorii no son hermanos. Yorii 30 años, Koku/michi 27 años]

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Estaban en la clase del maestro Yoriichi, Koku estaba algo distraído, ya que su amigo Douma lo molestaba constantemente, cosa que provocaba un disgusto en Michikatsu, pues estaba un poco harto por la personalidad de su amigo.

Yoriichi se dio cuenta de los juegos que se traían sus alumnos Kokushibo y Douma. Se enojo un poco notándose por la vena sobresaliente de su frente. Estaba muy enojado, más no lo demostraba, ya que el tipo de "molestia" eran toques indebidos como apretones, ya sean de muslos o abdomen.

Yoriichi no estaba enojado porque interrumpieran su clase, si no por su alumno Michikatsu, pues su alumno se dejaba, parecía que estaba acostumbrado a los toques del rubio, entonces, ¿llevaban tiempo haciendo eso? ¿Son pareja? Se preguntaba el mayor, pues los comportamientos de los dos lo hacía dudar si eran o no pareja.

Aunque aún con el enojo encima, siguió con la clase, intentando no ponerle atención a los gestos qué hacia su alumno por cada apretón, no debía pensar eso, él era su maestro nada más, sin embargo los pensamientos sucios siempre ganan, apoderándose de la mente del mayor. Imaginaba de todo, las expresiones eroticas qué haría su alumno, el como saltaba en su miembro, o como lo chupaba.

Movió un poco la cabeza confundiendo a sus demás alumnos, pidió una disculpa por eso y dio una excusa, siguiendo con la clase. No quería tener una ereccion allí mismo, intento quitarse esos pensamientos de su cabeza, lograndolo con dificultad, pues aun tenia el deseo y su calor corporal en ves de bajar, aumentaba muy rápido.

Pero el timbre lo salvo, sintiéndose aliviado ya que si duraba un poco más ahí, su ereccion aumentaría. Se dio la vuelta viendo a sus alumnos con su cara seria y neutra.

-Pueden salir- Dijo con una aguda voz, verificando qué sus alumnos ya se habían ido. Seguía un poco enojado y acalorado, sin embargo, intento pensar en el rostro y voz que tanto lo calmaban, Michikatsu.

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Cuando se pudo calmar del todo, salió del salón para dirigirse a la cafetería. Como era maestro, un superior a los trabajadores de la cafetería, lo atendieron a él primero con un poco de temor, pues la seriedad de ese hombre los hacía estremecerse, y más la ronca y aguda voz que tenia.

Fue a sentarse con los demás profesores, platicando con ellos, aun con su cara inexpresiva, sin embargo, oyó una voz que tanto le gustaba.

SU Michikatsu estaba riendo con aquel rubio, le molestaba que no era él que proporcionaba esa sonrisa, quería sacarle la más bella sonrisa a su alumno, quería ser la causa de ellas. Sin embargo ese rubio lo arruinaba todo, su alumno era mal influenciado por Douma.

Siguió comiendo con unas cuantas venas sobresalir de su frente y manos, lo cual miraban asombrados los demás maestros, ¿qué lo hizo enojar? ¿Por qué no se le nota el enojo en su rostro? ¿A quien mira? Se preguntaban los demás profesores, pues era poco ilógico que de un momento a otro se había puesto así.

Miraron en dirección en donde estaba posada la mirada del maestro, sin embargo no pudieron notar nada más que un alumno pelinegro y otro rubio, ¿no será por eso? ¿Verdad? Pensaron que tal vez, sólo tal vez, había recordado algo.

Aunque sí, era por su alumno, realmente queria ir allá y apartar al rubio, pero aun mantenía un poco la cordura. Siguió viendo la sonrisa del pelinegro, le parecía hermosa, pero eso no quitaba los celos y las ganas que tenia de marcarlo