Katniss no había dicho ni una sola palabra desde que nos habíamos ocultado de todos para tener un momento tranquilo sin nadie que estuviera tratando de convencerla de regresar a la superficie a gravar el estúpido propo.
Su respiración se escuchaba errática mientras sentía como las lágrimas caían por su rostro y acababan en mi hombro debido a que ella se encontraba apoyada en este.
—Lo siento— susurró— siento que todo esto es por mi culpa.
Llevé mi mano a su cabeza y dejé pequeños golpecitos suaves en ella.
—Niña tonta— reí levemente— es imposible que algo de lo que sucede sea tu culpa— apoyé mi cabeza sobre la suya— Esta guerra lleva más tiempo del que nosotras tenemos en este mundo.
—Pero Snow. . .
—Snow es un ser que disfruta del dolor que le causa a los demás— dije recordando el como se había empeñado en que yo evitara seguir sufriendo en vida al perder a toda mi familia— Es alguien perverso, y créeme que si esto no sucedía contigo, en algún momento pasaría, como mi madre decía, "Todo pasa por algo, aunque tal vez no lo comprendamos al instante".
Suspiré al recordar a mi madre, y cuando Katniss iba a decir algo más, un ruido retumbó por el lugar, llamando nuestra atención.
Observamos la entrada, encontrándonos con la imagen de Haymitch ingresando y tomando asiento a unos centímetros de nosotras.
—Así que entonces se acabó— habló observándonos— Se van a esconder aquí abajo para siempre, digo, de ninguna de las dos me sorprende.
—Ya no puedo ser el Sinsajo— lo interrumpió Katniss sin despegar su cabeza de mi hombro.
—No eres el Sinsajo— le aclaró el mayor— Eres Katniss— Sonreí ante aquello, ya que al igual que yo, Haymitch parecía ser capaz de ver solo a la chica detrás del símbolo de la rebelión— ¿Saben que ustedes son las únicas amigas que tengo aquí?.
Enarqué una ceja en su dirección con una pequeña sonrisa en mi rostro.
—¿También estoy incluida?
—Eras como la única hija mujer de Chaff— aclaró dejando una caricia amistosa en mi brazo— eso te hace lo suficientemente capaz de ser mi amiga. . . eso y la vez que nos viste en tu piso tomando junto a él y no nos delataste— se encogió de hombros, y tras eso nos observó dubitativo— Supongo que no les han dado ninguna ¿medicina?.
—Eres incorregible— dijo Katniss enderezándose en su lugar mientras que yo solo me limité a rodar los ojos.
Haymitch le restó importancia.
—La razón por la que vine— nos miró nuevamente— es para decirles, que rescatarán a Peeta y a Finnick.
La reacción que obtuvo de ambas fue la misma, ya que con solo oír aquello ya tenía toda nuestra atención.
—¿Qué?— Katniss lo miró frunciendo el ceño.
—La presa que volaron cortó casi toda la electricidad del Capitolio, destruyó sus señales de defensa— explicó— Beetee ha entrado a su sistema y está haciendo toda clase de estropicios, se ha abierto una ventana, no sé cuanto durará, será hasta que el Capitolio recupere la electricidad.
—¿Y la Presidenta?— pregunté confundida ante todo lo dicho.
—Creo que jamás podré apoyar a esa mujer debido a la prohibición que han instituido en este lugar, pero Plutarch se enteró de que Peeta y los otros están en el Centro de Tributos, y sin electricidad, Coin ve una oportunidad, sabe que Peeta es el arma del Capitolio como tú eres la nuestra y en vez de que los dos se apunten uno a otro, irá a sacarlo.
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Los Juegos del Hambre: Siguiendo al Sinsajo
FanfictionEscuché por ahí que Resistir es lo único que nos queda cuando Nada nos queda, pues a Emily ya casi que no le queda nada, incluso la persona a la que más amaba fue arrebatada de su lado. Frente a esto, ¿Qué es lo que podría lograr que ella decidiera...