María fue llevada a su habitación para que estuviera más cómoda, el medico que la atendería había llegado y Altair era la única que estaría que acompañaría a su hija en la revisión.
Mamá, no era necesario que trajeran al doctor – dijo con serenidad y tranquilidad
Hija, es mejor que te atienda, me dejará más tranquila el saber con certeza que estás bien de salud – explicó Altair con cautela, mientras el médico ingresaba a la recámara
¡Si eso te da paz, está bien! – respondió un poco aturdida aún
¿Cómo te encuentras ya, María? – cuestionó – me comentaron que fue un desmayo
¡Que tal, doctor! Así es, de repente comencé a sentir mucho mareo, me sentí muy débil y mi visión se fue tornando borrosa, ahora ya me siento bien – explicaba con claridad y calma – de hecho, no consideraba necesario que viniera, pero mi familia insistió
¡Es un chequeo para ver que todo anda bien después del desmayo! – respondió mientras tomaba la presión – es mejor poder descartar alguna afección grave... ¿Te habías sentido mal anteriormente?
Pues he tenido bastante cansancio desde hace aproximadamente 3 semanas, y en estos días he tenido mareos frecuentes – contestó nerviosa bajo la mirada de su madre
¿hace cuanto fue el último periodo de menstruación? ¿Has tenido algún retraso? – preguntó el doctor
El último periodo fue hace 6 semanas – respondió nerviosa – pero durante el último año me ha pasado frecuentemente donde he tenido retrasos de varios días e incluso semanas.
¿Te has realizado alguna prueba de embarazo? – inquirió mientras veía el resultado de la prueba de glucosa
¡No! – dijo María cabizbaja
¡Altair, puedes ayudarla a hacerse está prueba, por favor! – exclamó mientras sacaba de su maletín una prueba de embarazo – yo estaré en el pasillo esperando
¡Claro! – acercándose a María quien se encontraba un poco consternada por un posible embarazo – ¡vamos, hija!
El médico esperó en el pasillo, hasta que Altair salió para confirmar que la prueba estaba lista.
¡María, felicidades! ¡estás embarazada! – después de observar el resultado de la prueba – los síntomas que has tenido son a causa de ello, te recetaré vitaminas y suplemento alimenticio que debes empezar a tomar, aunque te recomiendo ir lo más pronto con el ginecólogo que llevará tu embarazo.
¡Así lo haremos, doctor! – contestó Altair, dado que María había quedado bastante sorprendida con la noticia.
Altair y el medico salieron de la habitación dejando a María a solas.
¡embarazada! – susurró para sí misma asombrada por lo que estaba sucediendo – ¡estoy embarazada! – tocando su vientre y deslizando su mano sobre él – ¡un hijo de Alejandro y mío! – con voz melancólica, pero con evidente alegría
¡Hermanita! ¿Qué dijo el médico? – preguntó Alondra, entrando junto a Aldo, Altair y Octavio, a la habitación – ¡responde, Mar! ¡por favor! – cuando María seguía sin responder y con el rostro lleno de confusión
¡Chicos, tranquilos! – exclamó con firmeza Octavio
Debemos esperar y si ella quiere contarlo, lo hará sin presiones – expresó Altair dirigiéndose a sus hijos
¡Estoy embarazada! – pronunció con una sonrisa melancólica y llena de amor, y lágrimas de felicidad a punto de salir por sus ojos - ¡Voy a ser mamá! – sus hermanos y su padre quedaron bastantes sorprendidos, y no pudieron decir nada
¡Alejandro, lo tendrá que saber! – soltó Aldo impresionado por las palabras de su hermana
¡No, no, no! – emitió con evidente angustia – ¡Al menos no ahora! ¡por favor! ¡prométanlo!
¡No vamos a decirle nada, hija! Hasta que tu estés lista para hacerlo – pronunció Octavio con seriedad – ¡Me hace muy feliz esta noticia, seré abuelo! – gritando con gran alegría
Todos estaban muy felices por el embarazo de María, pero ella pidió que no dijeran nada a ninguna otra persona, ni siquiera a Alejandro que es el padre y que estaba demasiado preocupado por su esposa.
Alejandro estaba en la hacienda de sus padres, pero no podía estar tranquilo, él necesitaba ver a María, saber que había sucedido con su salud, pero lo corrieron y no le permitieron verla, estaba enojado como un león enjaulado.
Al siguiente día Daniel llamó por teléfono a María, quería verla y saber si aceptaba salir a tomar o comer algo. Nadie, a excepción de los padres y hermanos de ella, sabían sobre su embarazo.
¡Daniel! – habló al responder la llamada
¡María! ¿Cómo te encuentras, supe de tu desmayo? ¿el médico te atendió? – cuestionó con curiosidad
¡Sí! al parecer fue a causa de la presión, quizá tanto estrés me hizo mal, pero ya me siento bastante bien – mintió
¡Me alegra saberlo! – exclamó Daniel – ¿Podríamos vernos? ¡Te invito a comer!
¡Lo siento, pero no estoy con muchos ánimos de salir! – expresó ella con notable agotamiento
Entonces ¿podría pasar a la hacienda y verte? – con insistencia – ¡quiero pasar tiempo contigo!
En verdad, no lo creo conveniente – con tacto e intentando ser lo más cortes posible – posiblemente coincidamos en otra reunión u ocasión
¡María, seré muy honesto contigo! – habló con seguridad – ¡Tú me gustas demasiado! quiero pasar tiempo contigo y que puedas conocerme, quiero que me des la oportunidad de conquistarte y hacerte feliz
¡Daniel...! – murmuró en voz baja, asombrada por la confesión – yo...
¡Piénsalo! Yo tengo la certeza que puedo hacerte feliz – pronunció con firmeza
¡Lo siento, Daniel! Pero yo también seré muy sincera contigo – exclamó con serenidad – no voy a darte falsas esperanzas...yo sólo puedo verte como un amigo, no quiero ni estoy interesada en ningún otro tipo de relación contigo, a pesar de que tengo problemas con Alejandro aún sigo casada con él, y muy a mi pesar lo sigo amando
¡Solo tienes que darme la oportunidad, Mar! – suplicó con desesperación
¡Daniel, por favor! – respondió ella con incomodidad – ya dije lo que siento y pienso, respeta mi decisión ¡por favor! – no dejó que él pronunciara otra palabra más – ¡debo colgar!
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El sendero del corazón
RomanceMaría desde niña ha estado enamorada de Alejandro, sin embargo, él sólo la ha visto como una amiga, ellos han crecido juntos debido a que ambas familias son amigas y viven en haciendas vecinas, dentro de Villa Encantada. María ha sufrido al ver que...