Un día tan hermoso en Villa Encantada, las cosas entre Alejandro y María fluían de maravilla.
¡Buenos días, amor! – dijo Alejandro intentando despertar a su esposa
¡mmmmm! – besándolo sensualmente – ¡buenos días! ¡que delicioso es despertarse con un beso tuyo!
¡Lo mismo digo, esposa mía! – abrazándola y besando su cuello - ¡solo mía!
¡Alejandro! Si sigues besándome así no saldremos de aquí – dijo sonriendo, y él atrapó su boca con un besó largo
¡Es lo que quiero! – dijo él con voz ronca y llena de excitación
Pero no podemos, los dos tenemos cosas que hacer – colocándose sobre él, ella sentada sobre su cintura mientras él permanecía acostado, María se agacho y le lo besó corto, para después salir de la cama dejando allí a Alejandro con deseo de hacerla suya.
¡En la noche no podrás escaparte! – ella reía mientras él se quedó frustrado por la erección que le había dejado, ahora debía darse un baño con agua fría para bajar ese gran bulto.
¡No intentaré escapar, Alejandro! Yo también quiero tenerte toda la noche para mí sola – mandándole un beso en el aire
Ambos se alistaron para salir a realizar los pendientes que tenían, desayunaron con los padres de él y se despidieron cariñosamente.
Ella se encontraba conversando con suegra, solo estaban ellas dos en la casa, ya que, su esposo y su suegro tenían asuntos que solucionar antes de regresar a la hacienda. Había feria del pueblo y Alejandro le prometió que irían.
¡Estoy demasiado feliz, por ti y mi hijo! Amo que su matrimonio este mejorando tanto – dijo Rebeca – me hace tan feliz ver que mi hijo es cariñoso y atento contigo – con un suspiro de amor
¡Lo amo, y me hace tan dichosa sentir su amor! – exclamó María con cara de enamorada – me siento tan plena y feliz ¡nunca había sido tan feliz!
¡espero pronto tener un nieto corriendo por la hacienda! – dijo entusiasmada – Fernando y tus padres están ansiosos también porque nos den esa gran noticia
¡Yo también espero con ansias ese día! – expresó con adoración y esperanza, aunque sinceramente también tenía inseguridad respecto a tener un hijo con su esposo y la reacción de él, recordaba a detalle la primera vez que hicieron el amor y al despertar Alejandro le expresó, con enojo y desagrado, no querer que ella quedara embarazada y que jamás podría ser la madre de sus hijos; francamente él había cambiado y ahora la amaba por lo que ella desechó rápidamente, ese desagradable recuerdo, de su mente y de su corazón, debía confiar en su esposo y tener seguridad en que Alejandro amaría tener un hijo de ambos.
Mientras ellas estaban platicando amenamente, se escuchaban una fuerte discusión, gritos de Alejandro y Fernando que venían de la entrada de la casa. Ambas se asustaron y salieron a ver lo que sucedía. Alejandro y su padre peleaban por un problema con la administración de un dinero, que el sobrino de Fernando no supo manejarlo bien y generó un problema con cierto proveedor de fertilizantes.
¡No puedo creer, lo que estás diciendo, padre! – gritó Alejandro
¡Ya estuvo bueno, Alejandro! Te he aguantado bastantes faltas de respeto – expresó Fernando furioso
¡Es increíble que después del maldito problema en el que ocasionó ese imbécil lo sigas defendiendo! – con notable exaltación
¡Alejandro, basta! No le hables así a tu padre – habló fuertemente Rebeca, mientras María permanecía a su lado
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El sendero del corazón
Storie d'amoreMaría desde niña ha estado enamorada de Alejandro, sin embargo, él sólo la ha visto como una amiga, ellos han crecido juntos debido a que ambas familias son amigas y viven en haciendas vecinas, dentro de Villa Encantada. María ha sufrido al ver que...