O11

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Ambos erizos llegaron a un pequeño lago, el cobalto le hizo una señal al azabache para que se detuvieran y bajaran de los caballos.

—es aquí. —hablo el cobalto cuando tuvo cerca al caballero.

—¿que hacemos aquí?

—una pequeña escapada. —contestó acercándose más al lugar, después de unos minutos el azabache le siguió a paso lento. —el jardín del castillo no es demasiado para mi.

—ya veo...

Estuvieron unos minutos ahí, en silencio hasta que el caballero por primera vez rompió el silencio.

—no a comido su merienda. —le recordó al príncipe. —¿no tiene hambre?

—no mucha. —contestó sin importancia hacia el tema. —pero recuerdo que cuando venía aquí con mi madre recolectábamos frutos rojos, ¿te gustaría hacerlo?

—¿es una orden?

—no Lancelot. —contestó con un tono divertido. —no es una orden, solo disfruta el momento.

—okey...

El azabache nunca había 'disfrutado' un momento de su vida, esta siempre había sido cruel y dura pero por ahora se dejaría llevar.

El cobalto guió al caballero por un camino casi lleno de vegetación, el azabache con su espada cortaba las plantas que interferían por el camino.

Pero algo le hizo caer al suelo.

El cobalto escucho un pequeño quejido y preocupado volteo a ver a su caballero.

—¿¡Que ocurre?! —se acerco a él, notando qué tenía una cortada en una de sus mejillas, la poca sangre empezó a salir. —¿estas bien? ¿Que a sido eso?

—estoy bien. —se levantó y limpio la sangre pero eso fue inútil pues seguía saliendo de la herida. —una flecha cayó. —dijo mientras veía en la hierba una flecha enterrada.

—¿una flecha? Eso es...

No pudo terminar pues el mismo azabache lo había empujado.

—¡tenga cuidado! —soltó mientras levantaba al príncipe. —debemos irnos ahora mismo.

El cobalto asintió y ambos chicos corrieron por el camino que habían usado antes.

El cobalto por la capa roja que había traído tropezó y cuando casi lo atraviesa una flecha el azabache lo atrajo a su pecho, evitando que este se hiciera daño.

—¿estas bien?

—s-si. —contestó algo tembloroso por el susto.

—vámonos. —dijo mientras levantaba al heredero en sus brazos y lo cargaba.

Pude haber dejado que lo lastimaran... Pero no lo hice, pensó.

El azabache subió al príncipe al caballo y decidió ir detrás de él corriendo por si algo pasaba.

Más flechas caían del cielo y eso alarmaba a ambos, una flecha logro dar a una de las patas traseras del caballo haciendo que este cayera y cuando el príncipe iba a caer de igual manera el azabache lo salvo.

—te tengo. —dijo mientras seguía corriendo, cargando al cobalto. —le dije que salir del castillo era muy mala idea.

El cobalto no contesto en lugar de eso se abrazo del caballero por el miedo que tenía de casi caer de una forma horrible.

—ya esta bien... Lo salve y no lo dejaré caer. —sintió como el cobalto temblaba y sabía que no tendría una contestación pronto.

⋆˚⚔️˖°

Cuando el anochecer estaba cayendo, el caballero pudo lograr entrar en el castillo sin ser visto aún con el cobalto en brazos.

Llegó a los aposentos de este y cuando estuvo cerca de la cama real, lo soltó con cuidado antes de cerrar los ojos y perder el conocimiento.

⋆˚⚔️˖°

El azabache despertó con suspiros rápidos estaba en la cama del príncipe y no llevaba su armadura, en vez de eso tenía vendas en una de sus piernas y su herida en la mejilla había sido curada.

—¿que? —dijo en un pequeño hilo de voz.

Busco con la mirada al cobalto aunque era casi imposible por ser de noche y cuando escucho unos pequeños suspiros a unos metros supuso que estaba en uno de los sillones reales de la habitación.

Se levantó como pudo, se coloco la armadura con la poca luz de la luna que se metía por el ventanal y en silencio logró salir de los aposentos.

El dolor de una flecha en su pierna era poco después de todo lo que había vivido.

⋆˚⚔️˖°

Por la mañana el cobalto despertó algo cansado noto que Sir Lancelot ya no estaba ahí y se preocupo.

Si mi padre se entera me matara, pensó.

Con las púas desordenadas y dejando su corona qué poco a poco se llevaba a más de polvo por el poco uso salió a buscar al caballero.

Mientras caminaba por los pasillos se preocupaba por el azabache, ¿habría descansado bastante? ¿Estaría bien? ¿Habría hecho guardia en la noche con la gran herida que le había provocado tal flecha?

Cuando choco con alguien y noto quien era sintió los nervios recorrer todo su cuerpo.

—tenemos que hablar. —escucho hablar al rey.

Se preocupo, ¿habrá dicho algo Sir Lancelot? ¿Habrá mencionado lo que paso? Trago en seco y espero lo peor.

Se preocupo, ¿habrá dicho algo Sir Lancelot? ¿Habrá mencionado lo que paso? Trago en seco y espero lo peor

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𝐑𝐎𝐘𝐀𝐋 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 〃 ShadonicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora