O21

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Ambos habían muerto, junto a ellos el rey mephiles y Sir Galahad que había muerto a manos de Sir Lancelot.

La victoria se había inclinado al reino de Camelot, pero el cobalto y el azabache habían muerto para salvarlo todo.

Sir Percival había encontrado los dos cuerpos casi juntos y noto como la sangre se mezclaba entre ambos cuerpos sin vida.

Lo habían dado todo y no pudo evitar sentirse destruida por lo que veía ante sus ojos.

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Había pasado un año después de lo ocasionado, el reino había prosperado y la nueva reina Amy se hacía cargo del reino.

Y aunque ella nunca se había enamorado del cobalto, reinaría como el hubiera querido que lo hicieran.

Por otro lado, Sir Percival caminaba cuesta arriba de una pequeña montaña.

Vio a unos pequeños niños y se acerco a preguntarles qué era lo que hacían ahí.

—aquí... ¿Aquí fue donde el rey sonic murió? No puedo creer lo que le paso... He escuchado historias sobre el. —el pequeño se sintió triste. —recuerdo qué un día me caí y me ayudo...

—yo también lo recuerdo, nuestra madre le agradeció. —hablo su hermano.

—si... El murió por todos nosotros y cada día se hace más importante su historia.

—¿y quien es el? —apuntó el pequeño niño a la lápida qué estaba alado de la del cobalto.

—el es Sir Lancelot.

—¿el también fue un héroe?

—claro que lo fue... Y amaba al rey sonic aunque nunca pudo decirselo de una buena forma.

—¿están juntos ahora?

—lo más probable es que descansan juntos.

—¿el rey sonic y sir Lancelot eran felices?

—mientras estén juntos lo serán.

—wow...

Ambos niños miraron por una última vez las dos lápidas juntas y se marcharon, dejando a Sir Percival sola.

—lo más seguro es que estén ambos juntos... —hablo para si misma.

"Sir Percival les encomiendo una misión para después de mi muerte: mezclar nuestras cenizas y enterrarnos juntos".

Fue una carta que el cobalto había hecho el día que el azabache volvió y que antes de prepararse y irse a la batalla juntos dejo en su mesa en sus aposentos.

Al oscurecer dos figuras alargaban sus brazos a través de una penumbra espesa y penosa. Y cuando se tocan se derrama la luz de cien urnas doradas.

Eran dos mitades solas y completamente rotas que al unirse se hacía un lazo inquebrantable, la fama que conseguirían se quedaría en todos pero su amor se quedaría en sus corazones.

"El era mi sonic, mi príncipe y rey en un mundo tan cruel para vivir".

Habían logrado su cometido, el verdadero amor del cobalto nunca fue la princesa que esposo, sino el caballero que una vez beso en aquella estrellada noche.

"El era mi Sir Lancelot, mi héroe en un mundo cruel y sangriento".

Royal Blood

END

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𝐑𝐎𝐘𝐀𝐋 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 〃 ShadonicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora