Mi vida en Morioh

2- Envidia e incertidumbre

Todo fue mucho más claro ahora. La verdad es que hubiese preferido que Kanase y yo hayamos sido solo amigos circunstanciales, para que cuando me fuera nos olvidáramos del otro y continuáramos nuestras vidas sin extrañarnos. No sé por qué nos volvimos novios, pero tenía claro que yo no lo amaba, ni sentía realmente atracción por él. El haber empezado nuestra relación sentimental fue un error, y mantenerla a pesar de mis sentimientos no era justo. Además, últimamente sentía que nuestra relación ni siquiera fue de mi completo agrado, incluso hasta me generó disgusto, estrés, ansiedad, y varias cosas desagradables que solo quería que terminaran.

Afortunadamente ya tenía el poder y valor de hacerlo, desafortunadamente, debía esperar. Kanase ahora estaba tan mal herido que tuvo que ser internado en el hospital por un tiempo, de solo imaginarme decírselo mientras estaba vendado como si fuese una momia me carcomía la culpa. Puedo actuar como una insensible, pero en el fondo no lo soy.

Decidí ignorar que éramos novios hasta que se recupere y pudiese terminar con él de una manera más adecuada.

Me sentía más aliviada y tranquila, sin ningún bento asqueroso en mis manos que me controlara. Pero debía admitir que volvía a estar sola como cuando era la nueva, a diferencia que quienes sabían que éramos novios ahora me veían peor que antes, como si realmente yo fuera una villana. No me importaba, siempre y cuando me dejaran en paz.

Me apoyé sobre la ventana abierta de la escuela suspirando y tomando aire fresco, días así volvía a echar de menos mi anterior ciudad. Mi mirada se posó en el grupo de chicas que hablaban con un chico, me hizo recordar a otro chico que solía verlo rodeado de admiradoras, incluso sin que yo usara anteojos ya podía reconocerlo.

Estaba casi segura de que Josuke Higashikata fue quien molió a golpes a Kanase aquella vez, y sin mover ni un solo dedo. Pero todo lo que recuerdo al respecto pareció un vívido y extraño sueño, no tengo ninguna prueba de que eso haya pasado, y la realidad es que él solo fue amable. Lo que me parece extraño es que, independientemente de que haya sido un sueño o no, más que molestarme o guardarle rencor a Josuke me siento agradecida. Visto desde afuera, realmente parezco una muy mala novia, o mala persona en general.

Después de conocerlo era más consciente de su presencia, podía reconocer su tan producido y cuidado peinado incluso en la distancia, y sin necesidad de ponerme los lentes, hasta podía detectarlo sin siquiera intentar buscarlo. Debo admitir para mí misma que me dejó una buena impresión, y mi sentimiento de agradecimiento es bastante fuerte, pero no planeaba hacernos amigos ni aprovechar esta oportunidad para acercarme. Así que todo eso me resultaba un fastidio innecesario.

Lo peor es que tenía un sentimiento de culpa, incluso si solo le pateé en mi sueño, o si lo traté de mala manera como a todo el mundo. Analizándolo mejor, lo único grave que hice fue parte de un sueño, pero igual me sentía culpable de que esa haya sido mi respuesta ante su amabilidad. Si yo intentara hacer algún gesto de disculpa y agradecimiento, como lo hubiese hecho en un pasado antes de armarme una personalidad hostil, podría ser que termináramos siendo amigos. Temo que me caiga demasiado bien y eso solo me genere un conflicto a la hora de irme, así que solo debo mantener mi posición y adherirme a mi plan principal. Punto y se acabó.

Desvié mis pensamientos y posé mi atención en el almuerzo en mis manos. He preparado devotamente bentos para Kanase para todos los días, pero para mí solo podía conseguir un emparedado de supermercado, qué fastidio. Aun así, suspiraría, era el almuerzo que tenía después de todo. Abriría la bolsa y arremangaría lo suficiente para poder darle un mordisco al algo aplastado pan, saboreando los ingredientes un poco desgastados y fríos, mientras apoyaba mis codos sobre la ventana para ver el cielo, preguntándome qué hacían mis viejos amigos, y si me extrañaban en ese momento.