Mi vida en Morioh

11- En las profundidades del mar

Los médicos lo atendieron tan pronto como llegamos, llevándolo a una sala de consultorio, y me quedé esperando afuera. Me informaron que ya fueron atendidas sus heridas y que le habían dado algunas inyecciones, además de recetarle medicina para evitar infecciones, pero que ahora solo quedaba descansar y pronto le darían de alta. A pesar de eso, me quedé sentada en los asientos del pasillo, mirando perdidamente la pared blanca frente a mí.

Sentí mis piernas adoloridas de tanto pedalear, y con el peso que no estaba acostumbrada a cargar. Pero sobre todo me sentía dolida emocionalmente.

- ¡Su... Suzuki! - Escucho la dulce voz entrecortada de Fanny mientras llega a mi lado. Levanto la mirada a ella y noto la preocupación en sus ojos. Al final la llamé, mientras los enfermeros se ocupaban de él. - Vine tan pronto como pude... ¿Josuke está...? -

-Ahí adentro... - Le señalo la puerta a mi derecha. Fanny observa la puerta y traga saliva, para luego verme a mí.

-Lo siento, con permiso... -

-Yo ya me retiro – Interrumpo antes de que ella abra la puerta, poniéndome de pie y guardando mis manos en los bolsillos. Ella me mira con asombro, sorprendida por mí decisión.

- ¡No! Espera un momento – Pide Fanny. - Sera rápido, solo espéranos ¿Sí? – sonaba casi como si me lo suplicara, antes de meterse a la sala donde él descansaba. A pesar de ello, yo solo chasqueo la lengua y me retiro.

No veía el motivo para quedarme, después de todo Josuke ahora estaba en buenas manos. De seguro Fanny le daría mejor compañía, y si tuviese que irse a su casa ella lo llevaría en su scooter sin problemas. Probablemente también lo defienda con sus artes marciales y jueguen videojuegos juntos.

Lo único en lo que él pensaba estando herido era en ella ¿verdad? En lugar de pedirme que llame una ambulancia o a su madre, me pidió que llame a Fanny. Era absurdo creer que fuese una coincidencia, pero no entendía el motivo de engañarnos tanto.

Lo peor de todo es que no podía evitar sentirme triste y defraudada. Mientras pedaleaba de regreso a mi casa, esta vez con un nudo en la garganta, las lágrimas se acumularon en mis ojos y me nublaron la vista, por lo que tuve que detenerme ya que no podía ver el camino. Un dolor se prolongaba en mi pecho pensando en que todo lo que pasamos juntos no fue tan especial después de todo. Me sentí como una estúpida, no debería estar llorando ni pensar en esas cosas con reproche, no debería sentirme así en lo absoluto. Odiaba pensar en que llegué a considerar las palabras de mi madre, y que por culpa de ello ahora me sentía tan decepcionada.

Una vez que pude tranquilizarme fui capaz de dar la cara en mi casa, y mi hermano me recibió.

-Un tal Hayato estuvo llamando, quería hablar contigo – Me dice casualmente, y yo asiento levemente con la cabeza. Me llamó levemente la atención saber que fue Hayato y no Shinobu, pero no le di importancia en ese momento.

Después de darme un lavado de cara, pensé con pereza en llamar a los Kawajiri, y lo hice, con un suspiro de resignación. Shinobu me atendió y le conté que tuve un percance pero que estaba bien, y ella me agradeció como siempre por avisar, para luego decir que Hayato quería decirme algo, y darle el teléfono a él.

- ¿Qué pasa? - Le pregunto esta vez más curiosa por saber qué tanto quería decirme.

-Ya sé quién es esa chica – Dice de repente, y noto que es un poco cauteloso como si no quisiese que su mamá le escuchara demasiado. - La novia de Josuke que me contaste – Ante tal mención solo aprieto los ojos con frustración.

-No quiero hablar de eso ahora... -

-Es una modelo de Francia, de ropa juvenil y adorable – Continua él a pesar de mi queja. - Parece ser de una empresa francesa japonesa, y la dueña de la compañía debe de ser su madre. Así que debe de ser familia bien acomodada, por eso intentaron... ya sabes – Me explica su conclusión, y yo solo me siento cada vez más desanimada ante esos datos que sin duda no quería saber. - Lo que sí es curioso es ¿Por qué vendría alguien como ella a Morioh tan de repente? Debe de tener familiares viviendo aquí, eso seguro... -