Show me where I belong (Minsung)

Capitulo 12: Ayuda

Warning: Relación abusiva (si no te habías dado cuenta)

Minho no sabía cuánto tiempo esperó afuera bajo la lluvia, pero sabía que no era mucho. En algún momento, Chan apareció con Seungmin y Changbin pisándole los talones.

Minho se había preparado para escuchar las burlas de sus amigos por darse cuenta de su situación demasiado tarde, pero incluso Seungmin se mantuvo en silencio mientras lo seguían dentro y al ascensor.

Minho se sintió avergonzado mientras estaba de pie sollozando y empapado en medio de ellos, pero también muy aliviado. Su corazón se aceleraba y las mariposas felices que había sentido los últimos dos días ahora se habían cambiado por abejas enojadas. Zumbaban en su cuerpo, pinchándolo y arañándolo mientras lo hacían.

—Félix vendrá y te llevará a su apartamento— le dijo Chan con cuidado mientras salían del ascensor, para encontrarse frente a la puerta del apartamento de Minho y Micha.

—Recogeremos tus cosas, así que no te preocupes por eso. Lo único de lo que tienes que preocuparte es de explicárselo a Micha.

Minho sabía que Chan tenía razón, pero no quería enfrentarse a ella. Quería que los demás tomaran sus cosas y luego huyeran como un cobarde... Pero Micha no se merecía eso. Por supuesto que no.

Así que, en lugar de eso, asintió y siguió a los demás hasta la puerta.

El resto pasó junto a él en la confusión.

Más tarde, mientras se sentaba en el sofá de Félix, envuelto en una manta con una taza de té enfriada hacía mucho tiempo frente a él, todo lo que recordaba era el llanto y los gritos mientras hablaba con Micha. No recordaba sus palabras, ni las de ella tampoco. Solo recordaba lo duro que había sido para ambos. Porque a pesar de que ahora no eran el uno para el otro, lo habían sido una vez. Habían compartido una vida y una vez también se amaron. Darle un vuelco a tu vida de esa manera nunca fue fácil y si Minho no hubiera tenido a sus amigos, es posible que nunca hubiera encontrado el coraje para hacerlo, pero tenía amigos. Amigos que solo querían lo mejor para él y ahora lo habían ayudado a dar un paso más hacia eso.

Minho acercó la manta a su alrededor mientras pensaba en ello como lo había hecho durante las últimas horas. Era tarde en la noche y Chan y los demás se habían ido a casa hacía mucho tiempo. Félix era el único que había regresado, ya que era su apartamento en el que Minho se encontraba viviendo ahora. Podía oír a su amigo más joven dar vueltas en la cocina para prepararles algo de cenar. Minho no tenía hambre, pero sabía lo mucho que significaba para Félix ser de ayuda, así que, por supuesto, había aceptado la oferta.

Pero en realidad sentía náuseas. Se sentía terrible, porque después de haber pensado en su propia situación innumerables veces, se había dado cuenta de lo privilegiado que había sido. Sus amigos habían estado allí en el momento en que pidió ayuda.

Jisung ya le había preguntado varias veces, tal vez no directamente, pero Minho debería haber reaccionado. Jisung ha pedido ayuda y lo había ignorado porque estaba demasiado asustado o no sentía que fuera su lugar interferir, pero por supuesto, lo era. Cualquiera merecía ayuda cuando la pedía.

Minho soltó una mano de la manta y sacó su teléfono. Miró fijamente el diálogo vacío y el cuadro de texto en blanco con el nombre de Jisung escrito en la parte superior.

Podía fingir que no había pasado nada y que no tenía ninguna preocupación. Podía simplemente fingir que no eran más que un par de amigos normales y enviar un mensaje de texto con algo estúpido; como el hecho de que estaba considerando convertir a Dori en guantes después de que hubiera derribado deliberadamente uno de los cuadros de Félix. El armazón se había roto en centésimas de pedazos y eso fue después de menos de cinco minutos de haber sido liberado de su jaula. Félix, obviamente, había insistido en que no importaba, por supuesto, después de todo era Félix, pero Minho estaba agradecido de todos modos. No podría haber soportado a más gente gritándole hoy. Micha, sin duda, había hecho su parte, pero no había sido ni la mitad de malo que los gritos internos de Minho contra sí mismo y el universo. De todos modos, obviamente planeaba comprarle a Félix un nuevo marco.