El viaje a casa fue doloroso. Chan había insistido en llevarlo en su auto, lo cual era a todas luces más rápido, pero sentarse y estar quieto le hizo sentir que una eternidad pasaba ante sus ojos. También le dio a Minho mucho tiempo para imaginar y su mente parecía estar más creativa que nunca.
Apretó los ojos con fuerza mientras un Jisung cubierto de sangre pasaba por su mente. ¿Y si Jisung no hubiera podido correr al baño esta vez?, ¿Y si Kangmin hubiera estado tan enfadado que no hubiera podido parar?, ¿Qué pasaría si Jisung se estuviera muriendo ahora mismo en el apartamento de Félix y Minho viniera a despedirse?
Como si Chan hubiera leído sus pensamientos, lanzó una mirada a Minho.
—Si hubiera sido malo, lo habrían llevado al hospital. Lo más probable es que esté bien.
Minho quería creerlo, pero no podía. Era como decirte a ti mismo que te fueras a dormir. Quería hacerlo, pero pensar en ello solo empeoraba las cosas. Las imágenes en su cabeza solo se volvieron más horribles.
Estaba fuera del coche antes de que Chan lo detuviera y se quedó sin aliento cuando llegó al piso correcto del edificio. Sus dedos temblaban terriblemente mientras intentaba colocar la llave en el agujero. Chan lo había alcanzado incluso antes de que lo lograra. Se maldijo a sí mismo cuando por fin consiguió abrir la puerta.
No se tomó el tiempo de quitarse los zapatos mientras corría hacia adentro, el sonido de voces suaves lo guiaban a la cocina. No recordaba haberse sentido nunca tan estresado y, además, tampoco recordaba haber sentido tanto alivio.
Jisung estaba sentado en la pequeña mesa de la cocina con una taza de té humeante entre sus manos temblorosas. Estaba envuelto en una gruesa manta y las lágrimas corrían por su rostro, pero parecía ileso. Estaba sentado y moviéndose, y Minho finalmente recordó cómo respirar correctamente de nuevo.
—¿No te dijo Hyunjin por teléfono que estaba bien? — preguntó Félix desde el otro lado de la mesa al ver al despeinado Minho.
Minho ni siquiera se había dado cuenta de la presencia de los otros dos. Hyunjin le lanzó una sonrisa de disculpa desde donde estaba apoyado contra el mostrador.
—Yo... — Minho no supo qué decir.
Era imposible para él encontrar la capacidad intelectual para hablar con alguien más que con Jisung en este momento. Había pensado en ello durante todo el viaje en coche, cuando no temía la muerte de Jisung, y ahora tenía que salir o podría explotar. No podía soportar más de esto, y estaba bastante seguro de que Jisung tampoco podía.
Ignoró a los demás y volvió a mirar a Jisung. Parecía pequeño y frágil, como una muñeca rara. Minho estaba seguro de que la manta que lo rodeaba era para protegerlo de desmoronarse y no para mantenerlo caliente. Después de todo, eso tendría más sentido.
Minho extendió una mano hacia él. Jisung sollozó en silencio mientras lo miraba, pero no dudó en ponerse de pie. Puso su mano en la de Minho y dejó que lo llevara más allá de Chan. Permanecieron en silencio mientras caminaban por el apartamento. Dori y Soonie les siguieron los talones, pero por primera vez Minho los ignoró. No tenía espacio en su cabeza para nadie más que para Jisung en este momento.
Los condujo a la habitación de Félix y cerró la puerta detrás de ellos. Jisung lo miró en silencio y lo siguió para sentarse en la cama.
El colchón era blando y los hacía rebotar ligeramente. El movimiento pareció devolver a Minho a la realidad. Su garganta se cerró sobre sí misma mientras miraba al hermoso y destrozado chico a su lado. Jisung todavía lloraba en silencio, pero todavía era tan guapo y solo verlo hizo que a Minho le doliera el corazón.
—¿Qué pasó?
Tal vez no era la pregunta correcta, pero Minho necesitaba saberlo.
Jisung sollozó de nuevo y se levantó una manga para secarse la nariz.
—No volví a casa— admitió en silencio —Estaba demasiado asustado.
El corazón de Minho se hundió. La luz detrás de los ojos de Jisung aún sin aparecer mientras lo miraba. Parecía tan sin vida y nada que ver con el Jisung que Minho conocía y cuidaba. Pero al menos estaba bien psíquicamente. No sangraba, ni le dolía en ningún lugar donde un médico tuviese que ayudarlo. El alivio casi ahogó a Minho cuando sintió que el aire viajaba libremente a través de sus pulmones una vez más.
Jisung volvió a secarse la nariz, pero Minho tuvo la sensación de que se trataba de una acción provocada para ocultar la forma en que sus labios habían comenzado a temblar.
—No quiero que sea así.
La voz de Jisung era dolorosamente delgada y tranquila, pero Minho lo escuchó. Escuchó las palabras, y también escuchó el significado detrás de ellas y esta vez estaba más que listo para atraparlas y protegerlas de sus propios miedos. Ahora aprovecharía esta oportunidad, porque si no lo hacía, nunca podría perdonarse a sí mismo.
—Buscare un nuevo apartamento.
Jisung parpadeó confundido, por un segundo pareciendo olvidar su tristeza por la información aparentemente aleatoria.
Minho estaba seguro de que sus orejas se habían puesto rojas, se sentían ardientes, pero no retrocedió.
—Quiero encontrar un apartamento contigo, quiero vivir contigo.
Minho se había sentido confundido y asustado durante meses en este punto. Pero ver las estrellas de luz en los ojos de Jisung iluminarse en ese momento había valido la pena. Una sonrisa real creció en los labios de Jisung y Minho una vez más se dio cuenta de cuánto adoraba al chico. Quería hacerlo sonreír así todos los días si Jisung se lo permitía.
—No lo dices en serio.
Era típico de Jisung, creer que no era lo suficientemente bueno. Como si no fuera lo suficientemente bueno para Minho.
—Pruébame— se atrevió Minho, esperando por todos los medios que Jisung aceptara el desafío.
Jisung tiró la manta y se arrojó sobre Minho, quien apenas tuvo tiempo de protegerse antes de que el chico saliera volando. El cuerpo más pequeño se estrelló contra el suyo y lo rodeó con sus brazos. El corazón de Minho latía en su pecho y estaba seguro de que Jisung podía sentirlo donde sus pechos estaban apretados.
Pero no parecía ser un problema. Jisung no se retiró. En cambio, solo lo abrazó más fuerte, haciendo que Minho se derritiera en su abrazo.
—Quiero alejarme de él. Por favor, ayúdenme.
Minho respiró hondo, absorbiendo el maravilloso olor de Jisung.
—Siempre.
Jisung apretó más fuerte.
—Ya no me importa, solo quiero irme. Estoy dispuesto a renunciar a mi sueño por ello.
Minho reprimió sus palabras y se concentró en estar allí para Jisung en ese momento. No le dijo a Jisung que tal vez no tendría que hacerlo. Se lo diría más tarde. Más tarde se darían cuenta de todo ese tipo de cosas. No era el momento.
En ese momento, Minho se bañaría en la calidez del abrazo de Jisung y las promesas que había hecho. Jisung dejaría a Kangmin y Minho estaría allí para él. Se aseguraría de que Jisung nunca volviera a sentir miedo, si tan solo se lo permitiera.
![](https://img.wattpad.com/cover/358391747-288-k802693.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Show me where I belong (Minsung)
FanfictionMinho está en una relación sin salida y solo sus amigos parecen haberse dado cuenta. Pero entonces un chico extraño se introduce en su vida (Jisung) y le hace darse cuenta de cómo se supone que se siente realmente el amor. O: Minho está en una relac...