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Abrió sus ojos poco a poco, intentando acostumbrarse a la luz de la habitación. Refregó sus ojos con las manos hasta que se quedó estático en su sitio al recordar lo ocurrido la noche anterior.

Tenía que ser una broma, se sentía estúpido, Seonghwa prácticamente se le había declarado y el solo salió corriendo hasta la habitación de invitados.

Como se supone que le mire a la cara de ahora en adelante, seguramente esta le sacara de su casa a patadas después de dejarla plantada en la cocina de su casa a altas horas de la madrugada luego de confesar que le estaba coqueteando.

Se colocó las pantuflas y como pudo se dirigió al baño más cercano para poder lavarse un poco la cara, intentando refrescarse las ideas en el proceso.

Cuando consideró que había tardado más de lo debido se encaminó a la planta baja de la casa, encontrándose a sus dos amigos tumbados en el sofá mirando la televisión con un bol de cereales cada uno.

—Buenos días— saludó el más bajito.

—Buenos días Hong, si tienes hambre puedes servirte tu mismo— respondió el dueño de la casa.

Asintió con la cabeza para dirigirse hacia la cocina, desde afuera logró escuchar sonidos, los cuales identificó como la señora Park.

Con la poca dignidad que le quedaba decidió adentrarse a la cocina, encontrándose a la mayor preparándose unas tostadas. En cuanto esta percibió su presencia levantó la cabeza para poder observarle, dedicándole una sonrisa un tanto burlona.

—Buenos días Seonghwa.

—Buenos dias Joongi— saludó la más alta —¿Quieres que te prepare algo?.

—No hace falta, yo puedo— respondió para sacar la leche de la nevera y coger el último bol que quedaba en la mesa.

Colocó sus cereales en el bol para después echar la leche, iba a coger su bol para dirigirse al comedor con sus amigos hasta que escuchó a la mayor hablarle.

—¿Ya se te ha pasado la vergüenza o te sigo dando miedo?

—No me das miedo.

—Anoche cuando saliste corriendo me pareció todo lo contrario— dijo la mayor en un tono de burla.

—¿Podemos por favor no hablar de eso?

—¿Y si yo sí quiero hablar de eso?— se cruzó de brazos —Te recuerdo que yo me sinceré contigo pero nunca obtuve una respuesta de tu parte, no una real al menos.

—Perdón por salir corriendo, se que no estuvo bien el dejarte aquí colgada, pero el miedo se apoderó de mi.

—Entiendo que haya sido algo difícil de asimilar, pero de veras pensaba que lo sabías o que llegabas a intuirlo. Me disculpo yo también si soy la única que pensaba que sentías lo mismo que yo y si solo te he incomodado con mis actitudes.

—No tienes por qué disculparte, no me he sentido incómodo en ningún momento, solo... extraño. No es algo que esperaba que pasara si te soy sincero.

—Yo tampoco esperaba que esto sucediera, pero no he podido evitarlo y me gustaría saber en que situación te encuentras tú.

—No voy a negar que me llamaste la atención desde el primer momento y que solo lograbas confundir mis sentimientos con tus acciones, pero no se que tan bien pueda salir esto si es que quieres llegar a algo en específico.

—Te voy a ser muy sincera Hongjoong, no espero nada en especial, solo divertirme y descubrir hasta donde podemos llevar esto. Está claro que tú también sientes algo por mí, aunque solo sea una atracción física— dio un respiro —Mi pregunta es, ¿tú sientes algo más que una atracción física?

El peli oreo notó sus mejillas calentarse, por muy nervioso que se sintiera no podía volver a salir corriendo. Con un pequeño asentimiento de cabeza dejó clara su respuesta. Acto seguido pudo notar un peso en sus hombros junto con un tambaleo, observando a la mayor aferrándose a él en un abrazo.

Todavía un poco nervioso, le devolvió el abrazo como pudo, rodeando la cintura de la mayor con sus brazos, apenas un ligero roce.

Esta salió de su cuello sin separarse del abrazo, posicionó sus manos en las mejillas del más bajo acariciando estas con sus pulgares.

—De veras que eres precioso Joongi— dijo mirándole con un bonito brillo en sus ojos —De ahora en adelante no vas a poder librarte de mi, tenlo por seguro.

>>Te dejo que desayunes con los chicos, yo iré a prepararme para ir a trabajar— se acercó a la cara del menor para posicionar un corto beso en la comisura de los labios contrarios.

Sin poder decir palabra alguna vio como la mayor salía de la cocina y se perdía por las escaleras principales. Se mantuvo varios minutos en lo que parecía un trance, acariciándose la comisura que Seonghwa había besado, intentando procesar todo lo ocurrido.

Al salir de su estado de shock, agarró su bol y se dirigió al sofá junto con sus amigos, intentando disimular todo lo posible sus mejillas todavía rojas y su notable nerviosismo.

Pasadas unas pocas horas tuvo que volver a su departamento, pues necesitaba pensar y adelantar tareas de la universidad aprovechando su día festivo.

[..]

Se encontraba preparándose la cena cuando escuchó el sonido de una notificación de su teléfono. Puso el fuego bajo para que no se le quemara la comida y se acercó a por su teléfono.

Al encenderlo pudo ver que se trataba de un número desconocido el cual le había mandado una foto, tuvo que entrar en el chat para ver de qué se trataba.
Para su buena o mala suerte en la foto se podía ver a la señora Park recostada en el cabecero de la cama con un libro entre sus manos. Debía admitir que esta se veía preciosa aún con sus gafas puestas y el pelo un poco desordenado.

Al salir de la foto leyó la descripción adjunta en esta, logrando sacarle una sonrisa.

Tuve que robarle tu número de teléfono a escondidas a Yunho para poder charlar tranquilamente contigo, espero que no me ignores, buenas noches precioso.

Durante unos segundos necesitó dejar su teléfono en la encimera para pasarse las manos por el pelo, nunca esperó encontrarse en esta situación, chateándose con la madre de su mejor amigo a escondidas de este.

Tras recuperarse de la reciente crisis, agregó el número de teléfono a sus contactos y procedió a contestarle.

Podrías haberme pedido directamente mi número de teléfono.

Casi al instante recibió una respuesta de mayor.

Entonces se hubiera perdido toda la emoción que ha sido robar tu número sin dejar pruebas en su teléfono.

Soltó una carcajada al leer la respuesta de la azabache, realmente estaba en lo cierto cuando le dijo que no podría librarse de ella, y siendo sinceros, no estaba seguro de querer hacerlo tampoco.

¡MOTHER!- Seongjoong Donde viven las historias. Descúbrelo ahora