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Habían pasado dos semanas desde la última vez que fue a casa de su mejor amigo, las cuales se pasó hablando por mensaje con la madre de este.

Todavía se sentía extraño y un poco culpable por hablar de forma cariñosa y amorosa con la señora Park, aunque debía admitir que hablar sobre sus vidas en la noche era su momento preferido del día.

Eran pocas las veces en las que la mayor conseguía tiempo para mandarle algún que otro mensaje por las mañanas, más allá de los buenos días. El estaba bien con eso, ya que esta trabajaba durante esas horas y el tenía que acudir a la universidad.

El sonido de una notificación de su teléfono logró sacarlo de sus pensamientos, confundiéndolo cuando escuchó que llegaban todavía más. Desvío su vista hacia su teléfono para ver de quien se trataba.

Consiguió leer el apodo que le había puesto de contacto a la mayor, el cual logró sacarle una discreta sonrisa al saber que se trataba de esta.

—¿Y esa sonrisa?— preguntó Mingi sentado delante de él —¿Quien te habla tanto?

—No es nada, solo una compañera de clase con la que tengo que hacer un trabajo— se excusó el peli oreo.

—¿Y por eso sonríes?, a mi no me engañas Hong— dijo Yunho, quien se encontraba al lado de su novio.

—De veras que no es nada, solo me ha hecho gracia una cosa que me ha escrito.

El castaño iba a preguntarle algo cuando de pronto empezó a sonar el timbre, indicando que su descanso había finalizado y debían volver a sus aulas.

—Te salvas esta vez enano, pero a la próxima nos lo cuentas todo— fingió amenazar el menor de todos.

Los tres amigos se despidieron en las puertas de la cafetería, separándose de la pareja para dirigirse a su facultad.

Mientras caminaba por los pasillos sacó su móvil para poder leer las recientes notificaciones de la señora Park. Como casi todas las veces esta le mandó un selfie suyo, en este se podía apreciar a la mayor sentada en su despacho con un café y un trozo de tarta de queso.

Buenos días precioso, he sacado un rato para poder almorzar.

Hoy ha sido un día bastante intenso y tenía muchas ganas de hablar contigo.

•Espero que hayas almorzado correctamente y estés prestando atención a tus clases, sería malo que te ganaras un castigo, a no ser que te gusten ;)

Hongjoong leyó con una sonrisa los mensajes de la mayor, hasta que leyó el último. Se quedó parado en medio del pasillo de la universidad de la impresión, realmente la señora Park estaba utilizando un juego de palabras de doble sentido con él.

Miró hacia los lados para comprobar si alguien le estaba mirando, pues empezó a notar como le ardía la cara. Antes de seguir su camino decidió contestarle para que no pensara que la estaba ignorando, aunque eso le hiciera llegar un poco tarde a su siguiente clase.

Disfruta de tu almuerzo, realmente se ve delicioso. Contestando a tu último mensaje, dependiendo de quien fuera, creo que no me importaría ser castigado.

Guardó su teléfono después de mandar ese mensaje, sintiendo como le empezaron a sudar las manos de los nervios, pues era la primera vez que respondía a uno de los coqueteos de la mayor.

Volvió a sacar el teléfono cuando recibió respuesta de esta.

¿Si fuera por mi te gustaría?

¡MOTHER!- Seongjoong Donde viven las historias. Descúbrelo ahora