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La azabache aparcó su coche en el garaje, suspirando con pesadez cuando vio que el coche de su hijo también se encontraba ahí.
Agarró su bolso con firmeza y se adentró a la casa, remplazando sus tacones por unas cómodas pantuflas rosas. Avanzó hasta el comedor, encontrándose a su hijo tumbado en el ancho sofá, jugando algún que otro videojuego.

—Buenos días cielo— saludó a su hijo con una sonrisa un poco nerviosa.

—Buenos días mamá, ¿que tal la cena con tus amigas?

—Verás, de eso quería hablarte— dejó sus pertenencias sobre la mesita para sentarse al lado de su hijo en el sofá —Puede que anoche no saliera con mis amigas...puede que saliera con otra persona.

Yunho frunció el ceño, intentando comprender a que se refería su madre.

—Explícate.

—Puede que esté conociendo a alguien...romántica-mente hablando— respondió con nerviosismo, intentando analizar la reacción del menor.

—Eso...es genial, me alegro mucho mamá— estiró uno de sus brazos para atraer a la mayor a su cuerpo y poder abrazarla —Temía que te quedaras soltera toda la vida.

—¡Oye!— reprochó dándole un manotazo juguetón a su hijo —Ten más respeto que soy tu madre.

—Lo siento pero es verdad, sé lo mala que ha sido la gente contigo cuando se enteraban que tenías un hijo universitario, ¿porque él lo sabe, verdad?

Seonghwa sintió un nudo formarse en su garganta, pues claro que sabía que tenía un hijo, era su maldito mejor amigo. No podía decirle que el hombre misterioso era Hongjoong, no todavía. Primero se encargaría de que lo aprobara por las cosas que ella le contaría, luego le soltaría la sorpresa.

—Por supuesto que lo sabe, y no tiene ningún problema con eso.

—Perfecto entonces— asintió con una sonrisa —Y bueno, ¿como lo conociste?

Mierda

Mierda

Mierda

No podía decirle la verdad, entonces descubriría que era Hongjoong.

Vamos, piensa

Pues...me lo encontré un día saliendo de la consulta, lo vi sentado en la sala de espera y solo pude verlo a él, es tan precioso...y su sonrisa, tiene una sonrisa tan perfecta...— sin darse cuenta ya estaba sonriendo solo de pensar en el medio rubio —Es hermoso Yun, de veras que quiero que las cosas funcionen esta vez, pero me da miedo decepcionarte.

—No vas a decepcionarme mamá, de hecho, estoy muy pero muy feliz de que puedas volver a darte la oportunidad de amar a alguien, tú más que nadie se lo merece y siempre voy a apoyarte en todas tus decisiones, así que deja de pensar en lo que debería gústame, es a ti a quien le tiene que gustar ese hombre, no a mí.

Ambos dejaron escapar una pequeña risa, volviendo a abrazarse para aliviar los nervios. Le contó a su hijo algunos momentos que había compartido con el menor, omitiendo obviamente su identidad.
Le habló de todas esas conversaciones que tenían hasta altas horas de la madrugada, conociéndose un poco más con cada mensaje. Y por supuesto le hablo de la maravillosa cena que compartieron la noche anterior, pasando por alto obvios momentos que no pensaba compartir con su propio hijo, pues eso sería demasiado vergonzoso

[..]

El timbre resonó fuerte por todo el edificio, indicando al fin el descanso para almorzar. Hongjoong recogió todas sus cosas para dirigirse a la cafetería, encontrando a sus dos amigos ya sentados en su mesa. Se acercó a ellos mientras fruncía un poco su ceño, pues los veía cuchichear entre ellos.

¡MOTHER!- Seongjoong Donde viven las historias. Descúbrelo ahora