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Ambos encontraban durmiendo cómodamente en la cama de la mayor cuando el teléfono de esta empezó a sonar, despertándolos a ambos.

Notando como Hongjoong se aferraba todavía más a su cuerpo, estiró su brazo para alcanzar el dispositivo. Abrió exageradamente sus ojos al leer el nombre de su hijo en la pantalla. Maldeció a sus adentros, se había olvidado completamente de su hijo. 

—Hola cariño.

—Hola mamá, ¿podrías venir ya a recogerme por favor?

—Claro, dame diez minutos que arregle unos papeles y voy.

—Sin problema, me avisas cuando llegues y salgo.

Colgó el teléfono dejando escapar un suspiro, sintiéndose un poco aliviada de que esta vez Yunho decidiera dejar su coche en casa, pues si se hubiese llevado su coche lo más seguro es que los hubiera pillado a ambos dormidos en la misma cama y no tenía ni la menor idea de cómo explicarle eso a su propio hijo.
Pasó una de sus manos por la nuca del menor, adentrándola poco a poco por el cuello de la camiseta de este. El bajito soltaba quejidos mientras se removía todavía aferrado a la azabache.

—Hong cariño tenemos que levantarnos, tengo que ir a recoger a Yunho y no sería muy adecuado que te encuentre durmiendo en mi cama cuando vuelva.

Al escuchar el nombre de su amigo, el menor levantó la cabeza del hombro de la mayor. Miró a esta fijamente mientras se acostumbraba a tener los ojos abiertos.

Formó un puchero con sus labios sin dejar de mirarla. Cuando esta captó la indirecta dejó escapar una pequeña risa, acercándose al menor para poder dejar un beso sobre sus pomposos labios.

Después de una rápida sesión de besos y mimos por ambas partes, se levantaron de la cama para recoger sus cosas.

El bajito iba a abrir la puerta de la entrada para poder salir cuando un brazo se lo impidió, cerrando la puerta y quedando acorralado entre esta y la mayor.

—¿No pensabas despedirte de mi Joongi?

El nombrado se dio la vuelta encarando a la alta, quien le miraba con ojos filosos y una sonrisa coqueta. Sin dejarse intimidar por la mayor, depósito sus manos en su cintura, tirando ligeramente de esta para acercar sus cuerpos.

La contraria enrolló sus brazos en el cuello del menor para poder acercarse a este y besar sus labios lentamente, disfrutando cada segundo del beso. Asegurándose de dejar pequeñas caricias en la nuca del medio rubio.

Se separaron un poco, dejando sus rostros a escasos centímetros, acortando otra vez la distancia para darse pequeños besos.

—Me encantaría seguir besándote toda la noche, pero debería salir ya o Yunho se preocupará.

—Tienes razón, yo debería volver a mi casa.

[..]

Hongjoong se encontraba tirado en el sofá de su piso con toda la mesita llena de papeles, se encontraba cerca de sus exámenes finales y sentía que no podía más.

Llevaba desde esa mañana sentado en ese sofá estudiando, había descuidado hasta su horario para comer, sintiendo como su cuerpo de pedía con insistencia un poco de alimento. Realmente no debería estar tan preocupado; se sabía todo el temario de memoria y solo se estaba asegurando de que siguiera de esa manera.

Se llevó las manos a la cabeza, quitándose las gafas para poder frotarse los ojos, los cuales tenía un poco irritados de tanta concentración durante muchas horas.

¡MOTHER!- Seongjoong Donde viven las historias. Descúbrelo ahora