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Los tres amigos junto con la mayor se encontraban cenando varias pizzas que habían pedido anteriormente. Mingi y Seonghwa se encontraban sentados en el sofá de la sala, mientras que Yunho y Hongjoong estaba sentados en el suelo delante de estos.

Mientas cenaban habían decidido jugar unas cuantas partidas de Mario Karts, iniciando así una batalla por el primer puesto.

La última vuelta del circuito se anunció en la pantalla del televisor, madre e hijo luchaban por el primer puesto en esta última carrera, mientras que los dos invitados luchaban por no quedar el último.

El final de la carrera fue anunciado segundos mas tarde, dando esta por finalizada, junto con la señora Park como ganadora definitiva de los tres circuitos.

—¿Como es posible que se te dé tan bien?— preguntó Mingi haciendo un puchero.

—¿Quien crees que le enseñó?— señaló a su hijo —¿Su padre?, ya le gustaría a ese ser tan bueno como yo— Todos los presentes soltaron una sonora carcajada por las palabras de la mayor.

Seonghwa notó un ligero peso en el interior de su muslo izquierdo, agachó la vista para encontrarse con la cabeza de Hongjoong apoyada en este. Con cuidado llevó una de sus manos hacia el pelo del menor, acariciándolo delicadamente sin despegar la vista de los ojos contrarios.

La mayor le dedicó una ligera sonrisa mientras llevaba su otra mano hasta la mejilla libre del menor, dejando un ligero roce con sus dedos en esta. Tras retirar esa mano pudo notar el sutil rubor que apareció en las mejillas del peli oreo. Hongjoong desvió la mirada, logrando que la sonrisa de la mayor se ensanchara.

Sin disminuir la sonrisa observó como el menor se reincorporaba para alcanzar su refresco de la mesita. Giró un poco su cabeza para encontrarse con la mirada acusatoria de su hijo, a quien le respondió con un pequeño guiño para acercarse también a por su refresco, agarrándose firmemente del hombro del peli oreo, notando como este tensaba todo su cuerpo por el inesperado apretón.

—Ya se está haciendo tarde— comentó el azabache mientras se levantaba del suelo —nosotros nos vamos ya a dormir.

—Tienes razón, ya es bastante tarde— contestó la azabache empezando a recoger las latas y cajas de pizza.

—Déjame que te ayude— propuso el castaño.

—No te preocupes cielo, vosotros íd a descansar que se os nota cansados. Yo recojo esto que no es nada.

—¿Segura?

La azabache asintió con la cabeza, dejando claro que no le molestaba. La pareja pareció estar de acuerdo con eso. Se despidieron de ambos deseándoles buenas noches y siguieron limpiando la mesita que había utilizado.

Una vez ordenaron el salón, la mayor acompañó al peli oreo hacia la habitación de invitados.

—Si necesitas algo, cualquier cosa, mi habitación es la que está al final de este pasillo.

—Muchas gracias, por todo.

—No me agradezcas nada cielo— contestó la mayor con una sonrisa.

Hongjoong asintió con la cabeza —Buenas noches señora Park.

—Solo llámame Seonghwa por favor— pidió la mayor —Buenas noches cielo.

Ambos se despidieron con las manos para dirigirse cada uno a su habitación.

Una vez estuvo tumbado bajo las sábanas empezó a sentirse extraño. No podía reconocer el sentimiento exacto que le atormentaba, pero podía reconocer que no era nada bueno, al menos, evitar que el sentimiento florezca todavía más.

¡MOTHER!- Seongjoong Donde viven las historias. Descúbrelo ahora