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Abrió sus ojos lentamente, intentando acostumbrarse a la luz de la habitación. Estiró uno de sus brazos notando el otro lado de la cama vacío, Hongjoong no estaba.

Se sentó en el borde de la cama, cubriendo su desnudez con la sábana mientras repasaba la habitación del menor con sus ojos, buscando su teléfono o alguna prenda para vestir.

Se sobresaltó al escuchar la puerta abrirse, dando paso al peli oreo con solo unos pantalones de chándal y una toalla sobre sus hombros.

—Buenos días Hwa.

—Buenos días precioso, ¿porque no me has despertado?

—Te veías muy cómoda en la cama así que no quería molestarte— contestó secándose su pelo con la toalla —Tenía pensado hacer el desayuno y despertarte entonces.

Sonrió al escuchar las palabras del menor, soltó la sábana que cubría su cuerpo para levantarse y enrollar sus brazos en los hombros del bajito, riéndose cuando la cara de este se empezó a poner roja al ver su desnudez.

—¿Te acabas de poner rojo por verme las tetas?— preguntó burlona intentando ver la cara del menor.

Se separó un poco para poder agarrar la mandíbula de Hongjoong y dejar un cariñoso beso sobre sus labios. Acariciando su labio inferior con su pulgar cuando se separaron.

—Si quieres darte una ducha en lo que yo preparo el desayuno, siéntete como en tu casa.

—Gracias cariño, si no te importa dejarme una camiseta o algo.

—Como en tu casa, escoge lo que tú quieras de mi armario.

Dejó un pequeño beso en los labios contrarios para dirigirse al armario y sacar una de sus camisas, escogiendo la más grande de todas.

Al entrar en el baño encontró una toalla junto a sus bragas de lencería, riendo ligeramente al ver su ropa interior, recordando como las dejó tiradas en el suelo luego de que el menor se las quitara.

Abrió el agua de la ducha, comprobando la temperatura de esta con una de sus manos. Al notar el agua a su gusto se colocó debajo de esta, disfrutando la sensación relajante que le transmitía.

Después de hacer una pequeña investigación sobre los productos del menor, se enjabonó el pelo y el cuerpo, volviéndose a poner debajo del agua para retirar todo el producto.

Apagó el grifo para poder escurrir todo el agua de su pelo, envolviéndolo en una de las toallas que le había dejado el menor. Una vez secó todo su cuerpo, se colocó su ropa interior junto a la camiseta de Hongjoong. Sonriendo cuando reconoció el personaje de anime que llevaba estampado, pues su hijo era muy fan de ese tipo de caricaturas.

Abrió la puerta del baño fijándose en las pequeñas pantuflas que había delante de la puerta, seguramente Hongjoong las había dejado ahí para ella, se las colocó en los pies para dirigirse a la cocina.

Al llegar se encontró con el bajito de espaldas, sin notar su presencia pues estaba muy ocupado acabando de cocinar el desayuno para ambos.

Se acercó muy despacio intentando no hacer ruido, al llegar junto al menor enrolló sus brazos en la pequeña cintura de este y escondió la cabeza en el hueco de su cuello, depositando ligeros besos en este.

—¿Que se supone que estás haciendo?— le preguntó a la mayor entre risas por las cosquillas de los besos.

—Solo te estoy mimando un poco, ¿te molesta?

¡MOTHER!- Seongjoong Donde viven las historias. Descúbrelo ahora